lunes, 6 de julio de 2009

El temido garreo

Antes de empezar esta aventura la palabra GARREO me decía más bien poca cosa.

Se lo había oído comentar a nuestro amigo Miguel hablando de unos conocidos que tras años navegando habían vuelto a tierra y vivían en una casita en un pueblo de Teruel y que en una noche de tormenta salieron a la calle y gritaron
- sopla, sopla, que no vamos a garrear"

También sabía lo que dice el libro del PER (por cierto, un saludo a Javier, mi profe -escuela Paxcol en Valencia-, el mejor de los profes: desde que sé que eres seguidor del blog ando asustada con todo lo que escribo por aquello de no saber si uso el término más adecuado!): garrear el ancla es no quedarse quieta y firme en el fondo.

Y lo último fue la advertencia de Johan un día que fondeados en Siracusa empezó a soplar el viento un montón y dijo
- esperemos que el ancla no garree.

Hasta que al cabo de un rato vi al Champagne de Kathe y Andy salir disparado de su fondeo y a ellos -en pijama- a la rueda y en la proa maniobrando con cara de susto... tres veces tuvieron que echar el ancla para que volviera a coger en condiciones
esta foto no es de ese momento pero... están tan guapos!


Esa noche el pronóstico de viento no mejoraba así que nosotros decidimos cambiarnos de sitio e ir al otro extremo de la bahía, mucho más protegido; es cierto que da pereza levantar el fondeo y volver a echarlo... pero dormimos toda la noche y los tres barcos que optaron por quedarse la pasaron en vela!!!

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Unos días más tarde -también en Siracusa- el viento volvió a soplar y vi como La Lopé empezaba a ir a la deriva pasando a apenas unos metros del Alea; con nuestro megáfono del mástil llamamos a Jean Noel por si estaba a bordo y no se había dado cuenta pero no había nadie; el ancla milagrosamente volvió a coger dejando al barco sobre un fondo de apenas 3 metros

¿qué hacer?

Johan y otro navegante holandés se acercaron con las auxiliares para ver: soltar más cadena era peligroso porque estaba prácticamente sin fondo; encender el motor tenía su riesgo porque no sabes si los grifos de fondo y demás están abiertos, la solución de pasar un cabo desde otro barco también tenía su peligro porque eso suponía confiar que con el viento que hacía un ancla iba a soportar dos barcos...

Todos estuvimos pendientes a cada minuto de cómo seguía la historia. Yo llamaba a todos los teléfonos de amigos de Jean Noel que conocía por si podían avisarlo, sin éxito. Dos horas más tarde llegó el propietario y se extrañó un poco (¿se enfadó?) porque no habíamos puesto el motor en marcha y habíamos vuelto a fondear el barco o habíamos echado un cabo a otro barco para asegurar que el suyo no se iba a tierra... él estaba comiendo en una pizzería en la misma Siracusa mientras todo esto pasaba!!!!!!!!!!!!!!!

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En Argostoli volvimos a coincidir con La Lopé... y el segundo día volvió a garrear! estábamos amarrados de popa al muelle con el ancla echada a proa y cuando empezó a soplar La Lopé se iba sin remedio contra el muro; de todos los barcos que estábamos acudieron manos para pasar cabos y atracarlo de costado (con un montón de problemas algo largos de explicar); Jean Noel se conformaba con explicar que cuando compró el ancla le dijeron que era muy buena y que 40 metros de cadena y algo de cabo no estaba mal para su 42 pies!!!!

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La última experiencia ha sido en Tranquil Bay; con 23 nudos de viento vimos como un cuarenta y tantos pies empezaba a derivar, muy despacito, sin control y sin que los propietarios estuvieran a bordo (llegaron como 6 horas más tarde)
Alguien subió a bordo y soltó toda la cadena que pudo; con dos auxiliares fueron acompañándolo para evitar que se colisionara con otros barcos y tras más de una hora de batalla el barco volvió a coger en el fondo




Mientras tanto vimos como un 31 pies perdía también el fondo, Johan se fue para allá y junto a un navegante alemán empezaron por sacar cadena y finalmente optaron por abarloarlo a otro barco que estaba cogido a un muerto y parecía resistir bien la ventolera








Ann y Andrew llegaron a penas unos minutos más tarde y nos gritaron un gracias por salvar nuestro barco, os debemos una cerveza...

Unas horas después nos fuimos a cobrarnos la cerveza! Son una pareja de ingleses que tienen su barco en Nidri desde hace más de 10 años, se ganan la vida en verano trabajando un par de días a la semana limpiando barcos de chárter y navegan el resto de la semana, en invierno vuelven a Inglaterra a hacer trabajillos que ayuden a mantener la caja de a bordo a flote; como muestra de agradecimiento me llevaron de compras al Lidl de Lefkada al día siguiente con su coche; nos invitaron a cenar y les correspondimos con una cena a bordo del Alea... hemos vuelto a coincidir con ellos un par de veces y siempre tenemos algo de que hablar y una cerveza que compartir!! al menos esta vez este garreo dio buenos frutos.


Yo me paso la vida preguntando y Johan demuestra tener una paciencia que ni Job: que si cuanta cadena hay que sacar y por qué, que si por qué fondeamos aquí y no diez metros más allá, que si a partir de qué viento tengo que preocuparme, que si la boza de la cadena ayuda y por qué, que....

Nosotros llevamos 100 metros de cadena de 10mm (al principio pensamos en 50 m más un cabo pero acabamos con 100 y ahora casi no cabe en su sitio!!) y un ancla Rocna de 33 kilos (que era un poco carita pero que ahora me alegro hasta el infinito de haberla comprado)





Sé que algún día nos tocará garrear a nosotros... pero de momento todo ha ido fenomenal e intentamos mantener llena nuestra hucha de la buena suerte: nunca dejamos el barco solo si la previsión es de vientos fuertes, siempre echamos una buena cantidad de cadena, si podemos encontrar con facilidad un fondeo más seguro no tenemos pereza para cambiar y si tenemos que pasar la noche con mucho viento nos levantamos cada una o dos horas para comprobar que todo está correcto, dejamos conectada la alarma del plotter, etc, etc...

Y vamos aprendiendo cada día un poco de lo que vemos, que no es poco!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que mala es la envidia!!!

Enhorabuena por vuestro viaje y un saludo.

Nautijorge dijo...

Hola Silvia y Johan!
Unos días en la mar y al volver... ¡Cuántas entradas nuevas en vuestro blog! ;-)
Bien!!!
He tardado un poco en ponerme al día, pero me ha gustado todo lo que he leído y visto. Vamos, como siempre... je,je.
Suerte con los garreos ;-))
Abrazos.