viernes, 25 de septiembre de 2009

Epidavros

Toca ahora retomar nuestra narración del viaje, algo peculiar porque no será "en directo" sino mirando hacia atrás!!
En cualquier caso lo importante es compartir con todos las experiencias, las sensaciones y la información recopilada, y eso no tiene fecha de caducidad.






El primer destino después de pasar el Canal y tras una noche en Korfós -bahía bonita y bien protegida- en compañía del Capitán Teach, ponemos rumbo a Epidavros.

Es un lugar en el que se encuentra uno de los mayores y mejor conservados teatro de Grecia, pero a mí me apetece llegar porque la foto de la guía Imray -nuestro libro de cabecera durante la travesía- es realmente bonita...



Y al llegar a la bahía compruebo que la bonita iglesia de la foto está ahí pero que la imagen general no es tan impresionante. A pesar de ello el lugar es muy agradable y el pueblo, aunque pequeño, ofrece un montón de rincones por los que pasear, bares de toda la vida, restaurantes con encanto, un mercadito de productos tradicionales al caer la tarde...

Podemos optar por entrar en puerto o quedarnos fondeados y preferimos el fondeo, con el calor que aprieta se agradece la brisa del fondeo, no necesitamos agua ni electricidad y no queremos oir la musica de los bares al caer la noche. Aun así el puerto es pequeño pero correcto. Tiene agua y electricidad (hay unos puntos de toma para los que necesitas comprar una llave que calcula tu consumo para pagarlo después) y está lleno de flotillas que hacen difícil pero no imposible encontrar un huequito en el que amarrarse (no podemos deciros el precio de los servicios porque no estuvimos en puerto ninguna de las veces que pasamos por aquí, pero el precio del amarre es el estípulado en todo el país, para nuestro 44 pies entre 5 y 6 euros la noche más los 5 euros de los trámites de entrada).



En un primer momento fondeamos a babor de las señales de entrada al puerto pero no nos gusta demasiado y cambiamos a estribor donde se adivinan buenas playas.

El fondo es de unos 20 metros por lo que hay que tirar bastante cadena, pero descubrimos que si nos quedamos cerca de las luces de entrada el fondo es menor y el fondeo más cómodo... y ahí nos colocamos.




Y como será norma durante el verano... lo primero es un buen chapuzón. A Lydia le parece que la playita está a tiro de piedar y se va tan contenta nadando... Johan no le quita ojo porque hemos descubierto que las distancias son engañosas!!! pero vuelve nadando como una campeona -eso sí, reventadita del esfuerzo. Es hora de visitar el pueblo, auxiliar al agua y a estirar las piernas!


foto cortesía de Olga Casado

Hay unaoficina de información de turismo en la que nos dicen que hay un pequeño teatro en las afueras del pueblo (lo visitamos pero no se puede acceder porque están haciendo trabajos de restauración) y el gran teatro. Para visitarlo hay dos autobuses: uno a las 7.30 de la mañana (para no morir bajo los más de 40º de temperatura que se alcanzan en estas fechas) y otro a las 13h. para los que prefieren morir de calor que madrugar. La otra posibilidad es llegar con taxi pero el precio hay que acordarlo en cada caso con el taxista...

Hemos estado en Epidavros tres veces pero solo un intrépido grupo se ha atrevido a subir -en taxi y sin madrugar demasiado que el desayuno y el bañito matutino son sagrados- a visitarlo.

Aunque fue una visita rápida porque el calor achicharrante hacía difícil disfrutar del espectáculo!!!


fotos cortesía de Olga Casado


Y lo mejor -como siempre- los contactos humanos.
En Epidavros coincidimos con un barco de bandera española -cosa extraña en estos lares- y lo saludamos con ganas, con tanta efusión que no dudaron en venir a compartir una cervecita a bordo. Era el Ralip de Fernando que estaba acompañado por una pareja de amigos y que lleva ya unos años navegando largas temporadas por estas aguas, un tipo extraordinario con el que tenemos la suerte de coincidir en los siguientes días y con quien esperamos encontrarnos en los próximos meses.

Pero lo más espectacular fue nuestro encuentro con otra pareja, ellos estaban en un velero de charter pero con la bandera de España ondeando... los saludamos, se vinieron a tomar una cerveza fresquita y empezamos a hablar: él de Barcelona y ella de Madrid llevan viviendo 8 años en Londres. Charlando, charlando les pregunto cómo surge la idea de irse a vivir a Londres y Manuel me explica que dudaba entre Sant Just Desvern y Londres y dijo Londres
- ¿Sant Just Desvern?? -le pregunto yo- casi habríamos sido vecinos porque está al ladito de mi pueblo

-¿de donde eres? -pregunta entonces Manuel

- de Sant Feliu de Llobregat

-No me lo puedo creer -pega un grito- YO TAMBIÉN

-calle Rosas

- Ricardo Ribas

-casi vecinos

-jajajajajajaja

Resulta que cuando yo trabajaba en la biblioteca él era usuario, soy amiga de su hermana, conozco a su madre, que los dos hemos vivido una temporada en Quito por las mismas fechas...

¿el mundo es un pañuelo o no?



foto regalo de Manuel para certificar el encuentro


en fin que si Epidavros es el lugar del mejor teatro de Grecia para mí es el rincón de los encuentros extraordinarios...


¿qué nos espera en las próximas islas?





miércoles, 16 de septiembre de 2009

un verano lleno de vida




Pues el verano va llegando a su fin... las nubes ya se disputan el cielo con ese sol que no nos ha dado tregua en los últimos tres meses, hemos vuelto ver llover...

Pero ESTE verno va a tardar mucho pero mucho en irse de nuestra mente

El Alea se ha visto invadido por amigos que con sus risas han llenado camarotes, cubierta y hasta las sentinas


Si nuestra vida es como un concierto de piano para cuatro manos estas semanas han sido como un concierto de toda una sinfónica.



Dicen que la convivencia en un espacio reducido es difícil...

que las colas para usar el baño pueden ser fuente de conflicto...

que ponerse de a cuerdo con respecto a los planes del día puede ser la guerra...

que lo que dice A puede molestar a B


dicen, dicen


tal vez, pero tenemos que confesar que a bordo del Alea todo han sido risas, tolerancia, complicidades, cooperación y relax, mucho mucho relax... y si no ahí os dejo unas muestras gráfcias de nuestro duro verano


Todo el mundo llegó con ganas de ayudar y aprender así que el piloto automático se fue también de vacaciones en más de una ocasión y la rueda fue pasando de mano en mano


cada quien con su estilo




Entusiasta


relajado (que ya llevamos muchas millas en las espaldas)




estiloso-concentrado




con glamour



piratesco





serio (y con servicio)



profesional



mandando con mano firme (que aquí la rueda la llevo yo!!)



Y quien no cogió la rueda ayudó a subir la vela, o le dió con ganas al winche que también es algo que tiene su técnica y su gracia!


sin perder la sonrisa ni las formas



con todas las ganas



con alegría




como si nada




o echando el resto!!!




tirando del cabito con elegancia

también hubo quien se interesó por desentrañar los secretos del plotter, los way points, los ángulos para hacer los bordos, el funcionamiento del AIS...




aunque por la cara no sabemos hasta dónde alcanzó la lección.....


el horizonte estuvo siempre bien vigilado


no se nos pasó ni una boya de pesca


y siempre hubo alguien dispuesto a ayudar en la maniobra de recoger la cadena


nunca el ancla estuvo tan limpia y bien atendida


hemos practicado y practicado los nudos con la intención de que nadie se fuera sin hacer un buen as de guía




cosa que -vista la concentración necesitada- no debía ser tarea fácil



y que en ocasiones dio resultados sorprendentes!

no todos los trabajos fueron tan náuticos y al que se le hizo un roto tuvo que arreglar el descosido entre olas y meneitos




Alea's, alta costura y prêt a porter


Hay quien supo ganarse el pescadito de la cena




hasta cinco se pescó la parejilla!!!





y del mar a a la mesa


También pescamos "otras cosas" pero visto que no eran comestibles, tras la foto de rigor, las devolvimos a su habitat






nunca había visto una estrella de mar viva y fue una sensación extraña... me alegro de que pudiera volver al fondo del mar!


y claro, con tanto trabajo y tanta ola y tanto bajar y subir el ancla y... la gente acababa agotada


completamente fuera de combate


en otro mundo sin cabos ni winches



durmiendo en cualquier rincón




Algunos días la navegación ha estado movidita y nos hemos recogido todos en la bañera a disfrutar de la velocidad.






Pero lo más habitual han sido navegaciones tranquilas que nos han permitido ver el paisaje, disfrutar dejando que la vista se perdiera en el horizonte y sobre todo de leer sin prisas




en el solecito





o aguantando el vendaval





combinando el sol con la lectura





o buscando la mejor postura


Y desde luego, hemos tomado el sol




en grupo




en solitario





a cualquier hora y en cualquier esquina





desde cualquier ángulo posible




incluso en días sin sol!!!


Peeeero lo que mejor ha sido EL AGUA.



Hemos fondeado en mil rincones -incluso, aunque nos ha costado lo suyo- hemos encontrado alguna cala desierta...





y ante semajante espectáculo lo único razonable es dejarse llevar





sin pensárselo dos veces



o preparándose a conciencia


pero por encima de todo disfrutando








































y al caer la noche: cena, paseíto, charla, ver las estrellas,




cantar




jugar...

ante una actividad tan desbordante al capi a veces se le han puesto los pelos de punta!





como el agua rondaba los 31 grados de temperatura el fenómeno capilar no se puede atribuir al frío así que digo yo que sería un ataque de ¿¿estrés??




aunque la verdad es que ha sabido relajarse como el que más...


Yo he tenido un poquito de trabajo extra en la cocina e intendencia, pero como tenía tantas manos dispuestas a darle a la manivela del winche he disfrutado de una tranquilidad inaudita durante las navegaciones




he leído en cualquier rinconcito que hubiera libre sin más preocupación que la de pasar la página


y como todo lo bueno se acaba, las risas, complicidades, conversaciones, músicas... se fueron para dejarnos otra vez con nuestro concierto a cuatro manos



Aunque todavía resuenan ecos en las bodegas de todo lo bueno que han dejado a bordo


Gracias a todos los que por unos días habéis dado un poquito más de vida a este proyecto loco del que ya sois parte para siempre.




Nosotros a bordo seguiremos viendo amanecer cada día




y esperaremos con una copita de vino que llegue el atardecer



seguiremos surcando sin prisa los mares



pero siempre estaremos atentos al horizonte por si aparece algún polizón que quiera subir a bordo unos días para ser un grumete más!!!!



GRACIAS A TODOS LOS QUE HABÉIS VENIDO, POR HABERNOS REGALADO UN PEDACITO DE VUESTRA ALEGRÍA



johan y silvia