jueves, 30 de abril de 2009

Siracusa II. Visita turística



Además del encanto de los paseos por Ortigia -de día, de noche- Siracusa tiene el atractivo de una ciudad turística con mucha historia detrás. Una de las ciudades más importantes del imperio griego, patria de Arquídemdes (aunque en la ciudad sólo hemos encontrado una plaza con su nombre) Siracusa tiene un magnífico anfiteatro griego que en su día pudo dar cabida a 15.000 personas, un circo romano, ruinas de templos, gimnasios, viviendas... que se aparecen en mitad de cualquier calzada o cualquier camino!! en fin, el paraíso del turista que no puede evitar disparar la cámara de fotos una y otra vez



y leer la guía con atención para no perderse nada importante (o dejar que otro lo haga por ti mientras echas una cabezadita)



Pues bien, la suerte no nos iba a acompañar siempre -aunque esté feo quejarse- y embutidos en nuestro traje de "turista-turista" y tras andar unos 20 minutos desde el centro, dar un montón de vueltas para comprar las entradas del recinto que reúne el anfiteatro griego, el circo romano y la famosa cueva conocida como la "oreja de Dionisio", pagar los 8 eurillos per capita que nos soplaron.... llegamos al anfiteatro -la perla del complejo- y para nuestra sorpresa estaban cubriendo las gradas con madera!!!!




es cierto que podías buscar un rinconcito para la conseguir una buena foto




o simplemente deleitarte con los trabajadores de la construcción



pero lo cierto es que vista del anfiteatro desmerecía un poco... y todo -nos enteramos después por la prensa- para un desfile de modas!!!


más suerte tuvimos con el circo romano


Aunque si podemos elegir, nos quedamos con el templo de Apolo, a la entrada de Ortigia, que nos da la bienvenida cada día cuando vamos a comprar en el estupendo mercado al aire libre donde nos abastecemos de frutas, verduras y un riquísimo pescado!





En el centro de Ortigia nos llamó mucho la atención la catedral.

En las fachadas laterales se evidencia cómo una época se come -literalmente- a la anterior y ver las columnas clásicas engullidas por la construcción religiosa posterior me hacía pensar en esas películas de extraterrestres que ocupan el cuerpo de los invadidos, que siguen teniendo forma de persona pero ya son otra cosa. Así la Iglesia -o la evolución, o el cambio de los tiempos- ocupó los templos y los hizo otra cosa...




Y después de recorrer un lindo paseo de árboles con la bahía al fondo -y Alea en la bahía- se llega al castillo que fue, desde el mar, nuestra primera visión de Siracusa.





Y desde luego, la ciudad también ofrece al turista curioso otras muchas cosas fotografiables

Partidos políticos unipersonales -o eso nos parece cuando vemos circular el invento de bombero, siempre conducido por el señor que sale en la foto con la que se publicita- que salvarán al país de lo que haya que salvarlo


o el modo en que en Siracusa se hacen públicas las esquelas funerarias; hay plafones en las calles principales especialmente destinados a este lúgubre fin y una furgonetilla -con el letrero de servizzio funerario- va con los panfletos y la cola pegándolas cual publicidad... vivir para ver!





....todavía nos quedan más caras de la ciudad....

lunes, 27 de abril de 2009

Siracusa I. Callejeando por la ciudad



Llevamos en Siracusa suficientes días como para escribir mucho sobre este enclave. La verdad es que llegamos aquí para quedarnos a penas una semana y pronto hará un mes... porque nunca se pueden hacer planes muy cerrados y cuando el tiempo no es demasiado bueno para navegar y el entorno es lo suficientemente bueno como para quedarte, pues eso, dos y dos son cuatro y aquí estamos.

En el tiempo que llevamos aquí hemos podido pasear y disfrutar por Ortigia, la ciudad antigua; hemos podido descubrir lo que es la vida de fondeo -utilizar para todo la auxiliar, hacer mucha vida social con los vecinos-; hemos recibido a nuestros primeros amigos-pasajeros-turistas... y hemos vivido sitiados y confinados a bordo a causa de la celebración del G8!!!

Hoy me conformaría con transmitiros un poco del encanto de Ortigia.

Siracusa fue la segunda ciudad en importancia del Imperio Griego durante algún tiempo. Ortigia es una pequeña isla -unida al resto de la ciudad a través de unos puentes- que se dibuja como un entramado de callejuelas estrechas, o muy estrechas, con balcones que casi tocan al de delante, con ropa tendida en las ventanas... algunas casas abandonadas, muchas necesitadas de restauración, otras impecables, restaurantes con encanto escondidos en algún rincón imposible, aparadores con helados de mil colores. Son apenas unas cuantas calles y es fácil recorrer toda la islita en apenas un rato, pero a nosotros -que hemos elegido vivir despacio- nos encanta recorrerlas una y otra vez.

Hace un par de días, un barco que acababa de llegar a la bahía nos preguntó qué era lo que había para visitar en Ortigia, a la hora de responder nos dimos cuenta de que con un paseo de una tarde hay de sobra para recorrerla, sin embargo a nosotros siempre nos apetece un poquito más: un cafecito con un buen libro, un paseo con vistas a la bahía...

Os invitamos a pasearos con nosotros, sin prisas, desde luego








jueves, 16 de abril de 2009

Tributo a Poseidón




Ya sabéis que los partes meteorológicos no eran muy alentadores para dejar Porto Palo en dirección a Siracusa, de modo que esa mañana soleada pero con un viento importante, me pareció ideal para "ventilar" todo lo ventilable y así abrí escotillas, portillos y demás, incluso me dio por sacar los colchones de sus fundas y ponerlas en cubierta para que se airearan!!!

Cogí la primera funda y la colgué en cubierta: 10 pinzas grandotas recién compradas y a otra cosa.

Que Johan lo mirara de reojo debió servirme como aviso. Que me hubiera dicho mil veces que el viento es más fuerte que lo que creo y que todo lo que pueda volar volará, también.

Seguí entregada a mi actividad de perfecta ama de casa -digo, ama de barco- y al cabo de no demasiado rato salí para algo a cubierta. LA FUNDA NO ESTABA, ni una pinza que diera fe de que había estado allí. Nada alrededor del velero -era una funda gruesa que no debió tardar ni un minuto en llegar al fondo- ni rastro!!!!

Me sentí bastante estúpida, algo deprimida -ahora me tocará hacer otra funda y coser no es mi actividad favorita- y con unas terribles ganas de llorar de impotencia.

Poco después Johan me dijo que nos íbamos, que todo parecía bien (dijera el canal 68 lo que dijera) y en menos de media hora estábamos recogiendo el ancla.

Fue una travesía sin mucho viento pero cómoda, con algo de sol, el regalo de mi primer delfín y sin mareos. Creo que por primera vez disfruté de verdad algunos ratitos.

Yo creo que fue el premio al regalo que le hice al mar.

Le he dicho a Johan que cuando vuelva a marearme -que querrá decir que el efecto de mi tributo ya se acabó- tiraré la otra funda.

Dice que no es buena idea, que no lo es en absoluto.

Pero ya que me pongo a coser una funda qué más da si coso dos...............




domingo, 12 de abril de 2009

De Malta a Sicilia

Los días van pasando y el marco de nuestra aventura va cambiando a un ritmo más rápido del que venía siendo normal hasta ahora...

29 de marzo a las 8,30h de la mañana dejamos atrás Malta para volver a hacer ondear la bandera italiana: destino Sicilia.

Un par de días antes unos vecinos de pantalán que hace 20 meses perdieron el mástil en una travesía y que llevan meses de reparaciones salieron a navegar para poner el nuevo palo a prueba; un viento a rabiar les dio la total seguridad de que el mástil aguanta lo que le echen... pero necesitaron ayuda para la maniobra de amarre porque el viento no daba tregua.

Sin embarco cuando nosotros decidimos salir -y a pesar de que la previsión es de unos 15 nudos- pronto vemos que Choquero, nuestro fiel motor, va a tener que trabajar otra vez porque el viento brilla por su ausencia. Aun así, y visto el invierno que estamos teniendo -viento tremendo, viento inexistente- mantenemos los planes, nos despedimos de Malta y ponemos rumbo, en principio, a Siracusa.

Estamos de suerte: parece que hoy no me mareo y puedo hacer la travesía en cubierta!!!
Podemos poner las velas a penas una hora y media con un viento cambiante -de fuerza, de dirección- que tiende a desaparecer y que nos hace ir a motor la mayor parte de camino.
Es una navegación tranquila aunque volvemos a estar en una zona de tráfico más o menos abundante.

Visto lo visto, decidimos hacer una parada técnica en Porto Palo, nos han dicho que hay un buen fondeo, nos evitamos navegar de noche y esperamos encontrar una mejor previsión de vientos para llegar a Siracusa. Alrededor de las 20h entramos en la bahía... está llenita de pesqueros anclados aquí y allá, todos con su correspondiente muerto, montones de boyas flotando por todos sitios y nosotros buscando un huequecito!!!

Al fondo vemos un velero y decidimos ir para allá... echamos el ancla -la primera vez si no contamos el ratito que la usamos en Lampedusa- y decidimos echarnos a dormir y mañana será otro día. De todos modos, anclados en mitad de tanto pesquero y tanta boya, sin una buena visión de conjunto, decidimos poner la alarma cada dos horas y comprobar que todo está correcto

Al despertar todo se ve más claro. Los pesqueros han salido ha faenar y la bahía presenta una imagen preciosa.

Al fondear por la noche la tapa del plotter se nos fue de las manos. El viento que iba en dirección a la playa puede habernos hecho el favor de dejarla en la orilla así que Johan sale en la auxiliar a probar suerte y ¡eureka!!! ahí está el náufrago esperando que lo rescaten.

Durante todo el día el viento que no nos quiso acompañar en la travesía aparece con fuerza, a ratos parece que con furia; sopla del sur, el único viento para el que el fondeo resulta expuesto e incómodo. Aguantamos todo el día pero llegada la tarde decidimos que es mejor ir a amarrar al muelle de los pescadores. Equipados de nuevo viramos cadena y nos vamos para el muro. Vemos un pesquero al que nos podríamos abarloar, pero al preguntarle si es posible nos dice que en ese momento salen a faenar y que podemos ocupar su espacio sin problemas! la suerte -otra vez- nos sonríe. No podemos quejarnos de nada, esta noche podremos dormir sin sobresaltos.

A la mañana siguiente charlamos con los pescadores que están encantados de tenernos como invitados: el viento parece poco propicio para navegar (fuerza 6 y 7 del sur) así que nos relajamos y decidimos ir al mercado de compras y a conocer un poquito el pueblo.

Porto Palo es algo más grande que Lampedusa ciudad pero en verdad -como aquella- se reduce a una calle comercial central y zona residencial. Uno y otro pueblo podrían confundirse sin problemas, y tanto en uno como en otro supimos encontrar un bar tranquilo en el que tomar un buen café (Italia es el paraíso para los amantes del expresso potente, para nosotros que somos de café americano aguadito, es difícil... pero hemos descubierto que un "americano mancchiato" se acerca bastante a lo que nos gusta).
Volvemos para comer y mientras estoy haciendo unas ricas berenjenas rebozadas se presenta a bordo la guardia costiera... no nos hemos presentado (intentamos comunicar por radio y no hubo forma y ya no volvimos a intentarlo después de que tanto en Malta como en Lampedusa nos dijeran que siendo europeos no era necesario ningún trámite) y se quejan de nuestra falta de rigor; nos toman los datos, los del barco y nos dicen que el muelle es para los pesqueros, que si queremos quedarnos tenemos que fondear nuevamente.
No hay problema, el tiempo ha mejorado mucho y ya le vamos pillando el puntito a lo de bajar el ancla, así que nos volvemos para el sitio en el que pasamos la primera noche.

Los pescadores nos han dicho que mañana la previsión es mejor pero en el canal 68 donde dan el parte meteorológico italiano 24h ininterrumpidas (una voz metálica con un código que es casi imposible descifrar, a nosotros nos lleva horas, con un inglés imposible de entender -cada vez que dice "variable" entendemos "horrible") apunta vientos fuerza 6 SE... puede que nos toque seguir aquí un día más.

Despertamos el día 1 con el ánimo hecho de quedarnos. No queremos luchar contra los elementos sin necesidad, pero a eso de las 13h Johan decide dejarse llevar por la intuición -y por los sentidos- y ante una tiempo más bien apacible decidimos salir...

Atrás dejamos a esta curiosa barquita con espanta-pájaros que ha sido nuestra simpática vecina.


Segunda travesía feliz en menos de una semana. Tampoco me mareo (¿me estaré marinizando?) La previsión de fuerza 6 SE se traduce en 13 nudos NE. Navegamos ciñendo por un rato hasta que el viento rola al W pero baja a apenas 3 nudos... más motor, menos mal que el trayecto es cortito.

Veo mi primer delfín -Johan ya ha visto unos cuantos, pero como yo siempre andaba acostada con mi mareo...- y no puedo resistir la tentación de ir a proa a verlo saltar delante del velero!!!
Llegamos a Siracusa y llamamos a la guardia costiera -intentamos aprender de los errores- para ver si podemos ponernos por ancla con la popa al muelle, junto a sus oficinas, pero nos dicen que no: tenemos que ir al fondo de la bahía.

A las 19,50 ya estamos fondeados en la bahía de Siracusa, amplia, protegida... y con unas vistas que prometen todo lo bueno que nos han dicho de esta ciudad.
Nos vamos a dormir, mañana será otro día!!




domingo, 5 de abril de 2009

Malta. Curiosidades y precios

Acabamos de dejar Malta y prometo escribir prontito una crónica de nuestra navegación a tierras italianas, de lo loco que está el tiempo este invierno, de las predicciones meteorológicas imposibles, de nuestro fondeo... pero no me quiero despedir las crónicas maltesas (que como habéis visto en materia turística han sido de muy poca sustancia) sin comentaros un par de curiosidades y daros los datos de la marina.

Ahí van para empezar algunas cosas que me han encantado de Malta

Sus autobuses. Son famosos, hay libros turísticos que se ocupan sólo del tema, son encantadores... pero funcionan tal y como uno se imagina al ver su aspecto casi centenario: lentos (cogimos uno que alcanzó una velocidad punta de 35 Km/h) , un tanto difíciles en la conducción según se puede deducir en la cara y en los gestos de los chóferes!


La segunda es que la mayoría de casas -por lo menos en el barrio de Msida donde está la marina y por donde nos hemos movido habitualmente- tienen, en lugar del número convencional, un letrero personalizado. Es sorprendente porque no se trata de un pueblito sino de una zona amplia y muy habitada.

Esos letreros han hecho que mis caminos hasta el super (el Lidl está a unos 30 minutos de dónde teníamos amarrado el barco) se hicieran distraídos, cada día buscaba una ruta nueva para ver más nombres, más modelos de rótulos:
los hay sencillos, adornados, barrocos, para casas individuales, para fincas de pisos, para garajes...


Por cierto, hacer estas fotos nos ha llevado a poder charlar con varias personas, todas mujeres, que al vernos fotografiando algo que para ellas era tan cotidiano, se paraban a preguntarnos qué hacíamos, de dónde éramos... y que a su vez contestaban sin reparos a nuestras preguntas. A veces una cámara de fotos puede ser un buen instrumento para romper el hielo que nos separa a los turistas de los habitantes, a los de aquí de los de allá!










La tercera de las cosas que me ha encantado del barrio de Msida ha sido la arquitectura de sus casas. Una misma fachada cien veces repetida y cien veces distinta.







En su mayoría están en un estado de abandono lamentable. Casas preciosas, con vistas al puerto, en un barrio agradable... y que se caen a trozos. Tal vez estén esperando que la ruina sea total para dejarlas caer y construir en su lugar edificios "modernos" que le harán perder a la ciudad su personalidad!







Sin embargo, cada día, en alguna esquina, te sorprende una casa rehabilitada





con simpatía



con estilo...


Malta es mucho, mucho más que lo que os he contado. Podéis buscar información en mil lugares y podéis tomaros unos días para conocerla con vuestros ojos. Nuestra experiencia se acaba aquí.
Podíamos haber terminado las tareas de restauración en Valencia y haber salido con todo el tiempo del mundo para pasear y conocer. Nosotros lo vemos de esta manera: hemos hecho el mismo trabajo y -aunque poquito- hemos podido conocer nuevos lugares y nuevas personas, y sin duda, nos ha valido la pena.
Próximo destino: SICILIA

-----------------------------------------------------------------------------------------
Malta: Marinas y precios


Hemos estado en la marina Msida, la más económica de las tres marinas de Malta. Está muy próxima a Manoel Island que es algo más cara y según nos han explicado es algo más incómoda (hay más mar de fondo y los barcos tienen más "balanceo"). También hay una marina de Camper Nicolson, mucho más céntrica pero más cara!
Manoel Island dispone de más comercio alrededor (bares, tiendas, restaurantes) pero los supermercados grandes están a medio camino entre ambas.

El primer día, convencidos de que la marina estaba en el centro de Veleta, nos fuimos andando hasta el centro... y tardamos casi una hora!!! Lo mejor es coger una autobús (cualquiera de la decena de 60 vale) que te deja en una plaza central de transporte a las puertas de la ciudad (precio del bus 0,46€)
El precio para el Alea (44 pies de eslora) en Msida es de 230€ + IVA (creo que es del 18%) pero si te quedas un mes y una semana, no te cobran un mes y cuarto sino exactamente un mes -más barato- y una semana -más caro- y si te estás un mes, una semana y dos días... pues ya os imagináis! (el precio por día es el más caro de todos). Es algo a tener en cuenta ya que con un mes y medio prácticamente se paga lo mismo que con dos.
Los baños están más que aceptables. Al llegar te dan una llave -previo depósito de 25€- para acceder a los baños y a los pantalanes que permanecen así cerrados al público.

En cuanto al precio de la comida es mucho más caro que en Túnez y yo calculo que alrededor de un 30% más caro que en España...
Tres días en semana venía una furgoneta a la cabeza de los pantalanes a vender frutas y verduras; es cómodo pero el precio es todavía un poquito más caro.
No hemos encontrado ningún mercado central donde fuera fácil comprar productos frescos y hasta donde hemos paseado no hemos visto pescaderías.
Hay dos supermercados (Gala y Lidl) a unos 20 min. y media hora respectivamente de donde teníamos amarrado el barco. Creo que el Lidl es algo más económico pero en Gala hacen reparto a domicilio por lo que es el favorito de la mayoría de los "live a board"
Los precios son muchas veces curiosos porque acaban de adaptarse al euro y todavía traducen literalmente el precio en liras maltesas a la nueva moneda, por lo que los céntimos imposibles en las etiquetas son frecuentes, pero redondeando, se puede comer una pizza por 7€, tomar un capucchino por 1,30€, una cerveza pequeña por 1,30€ y un té por 1,20€. En el centro de Veleta encontramos un bar de tapas a unos precios escandalosos que mejor no pongo aquí!!!

Y hasta aquí nuestro recorrido... los próximos precios serán de pizza con lambrusco. Vayan abriendo el apetito.