miércoles, 31 de marzo de 2010

Paros y Antiparos

Pues aquí estoy de nuevo.

La navegación de Milos a Paros no fue especialmente cómoda. Salimos en medio de un vendaval de más de 40 nudos con los tres rizos en la mayor y un poquito de génova y según pasaban las horas el viento iba bajando, la mayor subiendo y el génova abriéndose hasta que el último tramito tuvimos que hacerlo a motor. Pero las olas incómodas no variaron ni un ápice en todo el trayecto.

La entrada al puerto de Paroika -la capital de Paros- está salpicada de rocas por lo que es importante tener bien estudiada la carta, pero llegamos sin problemas, como os adelanté con una puesta de sol majestuosa que me hizo olvidar las calas no visitadas de Milos y casi me hace olvidar como se hace un as de guía para los amarres!!!

La bocana es chiquita y hay tres veleros amarrados (¡no estamos solos!), en la guía indica que se amarra con ancla y amarres y el capi intenta encontrar el mejor lugar para dejar caer el ancla entre boyas, cabos... y nos sale una maniobra bastante buena (o sea, que no me pongo de los nervios, salto a tierra, ato los cabitos, etc... de la parte que le toca a Johan ya no hablo porque ya le ha pillado el puntito a llevar el barco hacia atrás desde hace tiempo y se maneja fenomenal).



Al momento aparece el vecino (un francés afincado en Paros, tiene casa y barco y vive entre el uno y la otra) y se lleva las manos a la cabeza "¿habéis echado el ancla?, fatal, hay muertos y la semana pasada unos canadienses también echaron el ancla y tardaron horas en recuperarla, al final con la ayuda de un buceador!!!"

Glups!

Le decimos que en la guía no habla de muertos (y aunque hablara, después de la experiencia de Milos....) y nos confirma que son nuevos del año pasado y nos indica que hay una señal en la bocana que avisa de no echar ancla; concentrados como estábamos en la maniobra y con la poca luz del atardecer ni siquiera hemos visto el letrero.

Johan me dice que no me preocupe -o por lo menos no todavía- que ha mirado bien antes de soltar la cadena... y que si no siempre nos queda el buzo (yo evidentemente me paso una semana pensando en la dichosa ancla, los dichosos muertos... soy así de pesadita)

Y ya estamos de nuevo en un puerto felices y protegidos!




Al día siguiente conocemos a la persona que se encarga de los barcos de chárter en verano y nos dice que por ser invierno no nos va a cobrar... después nos explicarán que el puerto es municipal y gratuito y que ni se nos ocurra pagarle nada! y desde luego, nos dice que nos vió amarrar, que faltal lo del ancla y nos facilita el teléfono del buzo (eso es optimismo, sí señor).

Milagrosamente hay electricidad en el muelle (en invierno gratis en verano no podemos asegurarlo) aunque no agua -pero podemos ir a buscarla en el pantalán de enfrente donde amarran los pescadores sin problemas- y para nuestra absoluta sorpresa hay hasta wifi gratuito (de la municipalidad) así que no lo dudamos un momento, faltan dos semanas para que llegue nuestro primer visitante del año y decidimos esperarlo aquí sin prisas y aprovechar para hacer bricolage.


Como seguimos teniendo la intención de visitar países de clima frío, además de los 8cm de aislante y la calefacción queríamos poner doble acristalamiento. De Valencia salimos con todos los metacrilatos cortados -y guardados en un cofre- y decidimos que era buen momento para ponerlos, poner más guapa a Alea y quitar trastos de enmedio... y en unos días ya teníamos la faena hecha!




Y nuevamente hemos podido descubirir el gusto de pasar un período más o menos largo en un lugar en el que hay otros veleros .

Hemos conocido a Keneth y a Melody, una pareja de alemanes que vive a bordo de un velero de 9 metros con su bebé (aunque los meses más fríos han alquilado un apartamentito) viajando por el Mediterráneo actualizando guías náuticas para una editorial de su país.

También se presentó un día en el barco un holandés atraído por el discreto color del Alea (él pensó que semejante color solo podía ser de un holandés patriótico y no nos esforzamos mucho en explicarle que somos naranja porque es un color estupendo para que te vean desde el aire en caso de un accidente) y después de un rato de charla y cerveza nos invitó a usar su lavadora: esto es amistad a primera vista y lo demás tonterías .

Cenas, cervezas, charlas, vinos, tortillas de patatas, ensaladas alemanas, especialidades holandesas, información de primera mano sobre la isla... el placer de las relaciones humanas!

Y desde luego hemos tenido tiempo para pasear por la isla -en bus- y conocer algunos de sus rincones.

La primera salida fue a Antiparos, situada al oeste de Paros y a la que se accede por un ferry que pasa cada media hora.




Y como siempre... a la espera de la Semana Santa, si demasiado público




La pequeña isla -que según la guía tiene alguna de las mejores playas del Egeo... no podemos confirmar ni desmentir- nos recibió con el típico molino, aunque un poquito destartalado!



Paseamos por sus callejuelas blancas, todavía solos




Y vimos un bar lleno de pescadores que se estaban poniendo las botas a media mañana. Y como dice mi padre: un bar lleno de trabajadores sólo puede dar bien de comer por un precio aceptable.



Nos tomamos un par de cervezas, un saganaki (queso frito... el mejor hasta el momento, riquísimo!) y unos cafecitos grigos.

Hicimos apuestas ¿precio de turistas o precio de pueblo??

¡precio de pueblo! ¡qué sabio que es mi padre!!



Un paseito por la playa envueltos de silencio



Y de regreso para casa.

Después Rob -el holandés- nos explicó que Madonna y Tom Hanks se han comprado casas en Antiparos y que eso había disparado los precios y dado un toque de glamour a la isla...

Pero para nosotros será siempre un lugar agradable y sencillo en el que encontramos detallitos que nos hiciero sentir como en casa!




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  • La parada de autobuses está junto a la del ferry y tiene expuestos los horarios
  • El bus cuesta 1.4€ y no hay bonos con descuento de ningún tipo
  • El último bus pasa a las 15,30h o poco más... si quieres pasear todo el día no queda más que alquilar un coche, nos pidieron 32 € con seguro a todo riesgo... pero preferimos tres medios días de excursión en bus que un día de turismo intenso a bordo de un coche
  • El ferry cuesta 1 € por trayecto

Con las manos en la masa


Mil perdones por tantos días sin escribir y más teniendo en cuenta que llevamos muchas millas recorridas desde nuestra última entrada y que nos han pasado un montón de cosas que queremos compartir


¡Pero es que ya estamos acompañados!

Los primeros intrépidos acompañantes de la temporada han esperado justito el pistoletazo de salida de la primavera y se han venido a navegar con nosotros.

El tiempo inmejorable para la vela, un verdadero regalo.

Pero claro eso supone que el trabajo a bordo se multiplica y los fogones me reclaman (que sí, que cuando estamos solos también comemos, pero cuando viene gente me gusta esmerarme un poquito más) y no encuentro el momento para sentarme a escribir (bueno, lo cierto es que es taaaan agradable pasar el rato de charla con nuevos amigos que las horas se me escurren entre los dedos y para cuando me quiero dar cuenta se ha pasado un día más)



y es que tener a gente a bordo me encanta... me puedo olvidar completamente de los cabitos, el winche, subir la vela, y todo a cambio de unas lecciones básicas para aprender un as de guía




y entonces más que nunca la navegación (para mí) es un placer


foto de Tomás R.


pero acabamos de fondear en una bahía después de una navegación dura, con un viento que nos ha dejado muertos, en la que hemos cambiado de destino sobre la marcha hasta tres veces, y tengo toda la tarde por delante para dedicarle a mi rincón preferido mientras el resto de la tripu anda ocupadísmo haciendo una merecida siesta; o sea, que mañana os cuento más, sin falta.

sábado, 20 de marzo de 2010

Milos, o los sueños que en sueños se quedaron


Retomamos el relato de nuestra travesía, desde Sifnos pusimos proa en dirección a Milos en un día soleado, de viento perfecto, mar planita, velas arriba...



Yo dedico un montón de tiempo a leer y releer las guías de viaje y las guías náuticas, disfruto tanto del lugar en el que estoy como de imaginarme el lugar al que llegaré... y de entre todas las Cicladas mi favorita era Milos



Así que ya estaba imaginándome los fondeos y los amaneceres, los paseos y las estancias en un montón de calas de esas que buscas en internet y te dejan sin aliento



Milos es una isla de origen volcánico y como ella tiene esa forma especial que te recuerda que el centro no es más que un cráter ahora sumergido

En Sifnos nos habían dicho que el puerto estaba muy bien salvo para vientos del SE y en algún blog habíamos leído que habían hecho una ampliación -no aparece en nuestra guía pero sí en la carta del plotter- y que disponía de agua, electricidad ¡y muertos!... gratis ¿¿??




Íbamos haciendo camino hasta Adamás, haciendo apuestas sobre si seríamos todavía el único velero del lugar, cábalas respecto a en qué muro era mejor el amarre... y disfrutando de un paisaje impresionante



Pensando con qué viento era posible fondear aquí o allá



Para llenar la semana que pensábamos dedicarle a la isla



Sin embargo al llegar a puerto -no estábamos solos, había otros dos veleros, locales, pero veleros!- no quedaba muy claro si hay fondo suficiente para nosotros; el agua totalmente cristalina por lo que dejaba ver que al acercarnos al muelle las rocas subían rápidamente... si alguien nos cogiera las amarras y pudiéramos quedarnos algo separados, tal vez, pero no había nadie!

Después de unas vueltas decidimos salir y buscar un fondeo y entonces nos da unas voces -el dueño de uno de los veleros que estaban amarrados- diciendo que el fondo está bien y que él nos ayuda... la vida siempre nos regala un angelito (¿o no?)

eso sí, nos dice que los muerto están "caput" y que tenemos que echar el ancla.
Después veremos que esos dos veleros tienen cuatro muertos cada uno (¡¡!!) lo que nos hace pensar que no están acostumbrados a recibir visitas, que no son demasiado cívicos... y que en el puerto debe soplar de vez en cuando un viento de miedo!

Pasamos un par de días con viento de norte y nos dedicamos a caminar por los alrededores del puerto, buenos supermercados, compramos unos metros de cadena para los amarres (en muchos lugares los anillos a los que debemos sujetarnos son muy bastos o están puestos de modo que el cabo roza constantemente con el asfalto), subimos a la iglesia más próxima, decidimos alquilar un coche por un día para recorrer el interior (aquí por 30€ nos ofrecen seguro a todo riesgo)...




Pero la mañana siguiente el parte meteorológico anunciaba vientos de SE fuerza 7 (Murphy volvía a visitarnos) y no sabíamos qué tal pasariemos el día -desde luego sin paseo-.
La cosa no pintaba bien porque para empezar el agua del puerto había bajado unos 30 centímetros y nuestro timón no estaba muy lejos del fondo. Decidimos soltar un poco las amarras y alejarnos unos metros del muelle, no podríamos bajar a tierra, tendríamos que soportar unas horas de meneo y ya está... peeeeero, el vecino -el que nos echó una mano al llegar- nos dijo que la previsión que el tenía no bajaba de F8, que en el puerto no estamos bien y que teníamos que ir a fondear. Nos indica donde y nos dice que allí nos veremos

Como parece que es de sabios oír a quien sabe, largamos amarras sin pensar y nos vamos al fondeo que nos ha dicho. La guía nos avisa de que a pesar de que sobre el papel parece un buen resguardo es muy grande por lo que se forma un oleaje incómodo... echamos el ancla, y nos preparamos para ver cómo va la cosa.


El viento empieza a subir y a subir... y estamos solitos en el fondeo. El amable vecino de los cuatro muertos se ha quedado en puerto. No sabemos si como fue él quien nos dijo que podíamos amarrar en puerto cuando llegamos no ha querido tenernos cerca si algo iba mal, si simplemente quería pasar un amarre a su costado y le molestábamos... pero él se ha quedado en puerto y nosotros no !

El viento al atardecer se queda estable en torno a los 37 nudos con rachas de hasta 45. Hay un oleaje fuerte y una corriente que no nos deja quietos

Por primera vez desde que salimos de casa hacemos una guardia completa de noche (dos horas cada uno, despiertos, como cuando navegamos) y no simplemente poner el despertador para comprobar que todo va bien...

Amanece con el mismo viento y decidimos salir de ahí, parece una trampa

¿buscamos otro fondeo mejor protegido?
¿nos vamos de Milos?

Después de intentar encontrar otro refugio -imposible, los escasos rinconcitos aceptables están llenos con barcos de pescadores- y con el viento que no bajaba de 35, decidimos poner rumbo a Paros.

La salida del "cráter" fue dura... pero una vez conseguimos llegar a mar abierto todo fue mucho mejor. Con el génova un poco rizado y a 7,5 nudos avanzábamos hacia Paros

Atrás se quedaba Milos y mi sueño de fondeos maravillosos.

Tengo que aprender que lo mejor es tomar lo bueno que te da la vida -que es mucho-, sin hacer castillos en el aire, sin desear cosas concretas -que tal vez no se cumplan- , sin preconcebir demasiado...

Y después de 7 horas de navegación ya había conseguido deshacerme del mal sabor de boca: es cierto que lo había tenido en la punta de los dedos y no había podido ser, pero ¡hay tantas cosas que nos esperan en el camino que no vale la pena llorar porque una no pudo ser!

Y la vida, como premio, me regaló una puesta de sol ESPECTACULAR... y que no estaba en Milos, no, estaba esperándome en Paros


Waiting for the tourists. En respuesta a Rom

Aquí estamos apurando los últimos días del invierno, bañados ya por un sol primaveral y disfrutando aún de esas calles vacías que dentro de unos días serán -según nos cuentan- un hervidero de gente!

En el último post Rom nos preguntaba sobre esta circunstancia y nos ha parecido que era interesante como para dar una respuesta larga y con fotos

Como ejemplo tomaremos nuestra excursión de hace un par de días a Naousa (en Paros... aun nos falta ponernos al día), ciudad que en verano es famosa por las discotecas (algo así como una mini-Ibiza en Paros)
Cogimos el bus -a una hora razonable- y nos encontramos con esta vista de postal!




Y como viene siendo habitual, las calles adoquinadas, las casas blancas, los marcos azules, el mar como fondo... y ni un alma a la vista



Pero en cualquiera de los muchos establecimientos que hay en el pueblo, la actividad era frenética... a penas faltan unos días para Pascua y ahí da comienzo la temporada: hay que estar preparado para abrir las puertas al público



No hay ni un bar que no esté pintando, adoquinando, restaurando; tanto es así que nos ha dado por pensar que tal vez les subvencionen para que todo esté perfecto y el motor de la economía que es el turismo no deje de rodar... pero son solo suposiciones nuestras, claro!




Pero es cierto, a pesar de que vemos todo ese trabajo de preparación para lo que se les viene encima, a pesar de que nos cuentan que en verano pueden llegar en ferry miles de personas en un día, a pesar de que sabemos que las Cicladas son un destino habitual de vacaciones
¿dónde está la infraestructura para alojarlos?
Tristemente acostumbrados a los hoteles-mole que se levantan en un montón de puntos de nuestro litoral, buscamos los hoteles de Naousa ¿tal vez a las afueras?
No
Sólo hay que mirar bien, y una casa sí otra también ofrecen habitaciones, son pequeños hoteles...
Aquí os dejamos unos ejemplos -podríamos poner un montón más de fotos- sobre la infraestructura hotelera en Naousa
(si pincháis sobre la foto se hace más grande y se pueden apreciar los letreros)










Pero para que las calles se llenen aún faltan unos días, así que nosotros seguimos disfrutando de nuestro café griego en el bar de los pescadores!

Kalimera!



Ahora es posible alquilar una habitación doble en Paros o Santorini, en un hotel muy sencillito por 25 euros. En verano el precio no baja de los 80 euros según nos cuentan... en las islas más famosillas es fácil que no se encuentre nada por debajo de los 100€

Nos explican los que viven en la isla que mucha gente alquila sus casas en la temporada alta por precios que van desde los 300 a los 1500 euros por semana dependiendo del tamaño y la situación estratégica.

No tenemos idea de si los precios de restaurantes y bares también varía según la temporada... pero creemos que no!

jueves, 11 de marzo de 2010

Sifnos, para arriba y para abajo


¡ Día de excursión !

como no nos quieren asegurar un coche de alquiler como Dios manda, buscamos los horarios del bus... y es para no creérselo: como en el resto de las islas que llevamos visitadas en esta zona, el bus local es el bus escolar, así que el horario... el de la escuela. Viendo la frecuencia de paso queda claro que aquí hacen horario intensivo de mañana, empiezan a las 8h y acaban a las 14h.

En consecuencia, el bus para ir al centro (o a cualquier parte) a las 7,25h!!!


Ponemos el despertador muy tempranito -¡qué dura es la vida del turista!- y nos unimos a los peques con mochila a esperar el transporte. El bus, además del chófer, tiene a bordo una mujer que se encarga de controlar a la chiquillería. Antes de llegar a Apollonia -la capital- llegamos hasta Kastro donde aun se sube algún chaval. Y aprovechamos para bajar ahí; la guía dice que es una ciudad fortificada y que merece la pena verla


Y el madrugón nos ofrece el primer regalo, porque esta luz no se encuentra a otra hora...



Caminamos sin prisas y sin apenas hablar, mirando, oliendo, pensando, de verdad que este paisaje invita a filosofar...


descubrimos una calita que no aparece en la guía como fondeo, pero no nos cuesta imaginar al Alea descansando en ella





Las laderas verdes, los molinos, el mar, las pequeñas iglesias, momentos irrepetibles

... y todo antes del desayuno


Paseamos por el interior de Kastro buscando un barcito donde desayunar y sólo encontramos calles blancas y silenciosas





Casi en cada esquina se puede encontrar el resto de alguna pieza de mármol tallado (bañeras, columnas, doseles) muchos aprovechados en las construcciones nuevas por lo que no es raro ver una columna de mármol tallado sujetando el dintel de la ventana en una construcción nueva!





Ni rastro de gente aunque hemos visto niños subir al bus, aunque hay ropa tendida en las terrazas.





Hasta que oímos un martillo! nos acercamos y vemos a un par de hombres trabajando en una casa, están preparando para la llegada de la gente... a partir de Pascua.


Preguntamos por un bar y nos contestan


"bar??... no, no coffee in winter, only in summer, in Apollonia yes, no in Kastro"

¡ni un bar abierto!

Son algo más de las 10 de la mañana y el bus no pasa hasta las 14; nos separan de Apollonia más o menos 5 km, la primera mitad cuesta arriba, pero nos animamos a caminar

y claro, antes de cinco minutos ya se ha parado un coche que se ofrece a llevarnos, aunque sólo a mitad del camino; es un electricista de Atenas, que nos dice divertido que nos deja la parte fácil -cuesta abajo- para andar a pie.

En Apollonia ya hay más gente. Lo primero ese café con el que soñamos hace rato, después la caminata por la ruta de las iglesias (hay decenas) ya con el bullicio de la gente local que anima las calles.

Y decidimos volver al barco... eso sí, habiendo visto el burro de esta isla porque parece que sino no estamos en las Cicladas

Un par de días más tarde tendremos una buena previsión de tiempo y dejaremos Sifnos para seguir nuestra ruta hacia el sur. Tal vez volvamos a pasar por aquí para disfrutar de alguno de los fondeos que se ofrecen al sur de la isla, pero todavía el tiempo no acompaña para eso!

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Info para navegantes

. en el muelle de Kamares está señalizado el espacio reservado para yates; junto a la caseta del ferry hay un fondo de 4 metros y se puede amarrar de lado, si se amarra en la pared del paseo, el fondo es sólo de unos 2 metros.

. hay servicio de agua -no electricidad- pero sólo en verano

. hay posibilidad de alquilar coches y motos

. hay supermercado, panaderías, bares y restaurantes.

. hay una buena playa de arena

. el puerto es incómodo con viento del oeste por el oleaje que se forma en la bahía!

. un bar ofrece servicio de wifi que se alcanza desde el barco

. no hay gasolinera, sólo en Apollonia a 5 km, tampoco hemos conseguido comprar campingaz


Sifnos



Tenemos de nuevo una previsión de tiempo aceptable así que decidimos partir hacia el sur.
Sifnos nos espera.


Se supone que a partir de las 12h el viento va a tender a cero, así que nos levantamos a las 7 para salir a buena hora, apenas son unas 15 millas, aquí todo está cerquita!


Podemos hacer algo más de la mitad a vela pero la última media horita toca poner el motor, qué le vamos a hacer... la previsión era buena, pero no perfecta!


Llegamos a la bahía y vemos la caseta para los pasajeros del ferry, detrás se esconde nuestro amarre
nos acercamos despacito y vemos que está lleno de letreros: reservado para pescadores, reservado para veleros... pero el sitio que nos toca está lleno de boyas de pescadores y la guía dice que sólo tiene dos metros de fondo... estamos ahí flotando cuando el señor que hace el mantenimiento del puertecillo nos indica que amarremos en el muro grande delante del espacio reservado a pescadores
solos habría sido difícil -el muro está protegido con unas superruedas de camión y un poquito alto lo que me habría hecho difícil con esta gracia gimnástica natural que tengo, saltar con las amarras, pero él nos echa una mano y estamos bien colocaditos en un visto y no visto




Nos cuenta que ahora está con el mantenimiento de invierno, que él es el que se ocupa del agua en verano pero que ahora no hay ningún servicio... a cambio, otra vez, vamos a estar gratis!

Nos explica que es un buen puerto salvo para el viento de oeste, si os habéis fijado en el mapa está muy abierto a ese viento y como termina en una playa el muelle te protege del viento pero se forma un oleaje que hace que todo baile hasta el aburrimiento; cruzamos los dedos!




El entorno es precioso, el agua es tan transparente que parece que se pueda beber, el segundo día de nuestra estancia inauguran un barcito (si vais lo reconoceréis porque es muy chiquito, pintado de verde pistacho y tiene comida para llevar; han instalado una antena de wifi que se coge desde el barco... y por primera vez en semanas nos cobran lo mismo que a los locales y no precios de giri!!!!!!!!) y parece que todo se conjura para hacer nuestra estancia más que agradable.
Pero pronto llega el día de fuerza 7 de W -¿Murphy?- y nos movemos más que una coctelera, pasamos una noche un poco incómoda, es lo que hay!!!
Para rematarlo otro día viene la autoridad y nos dice que tenemos que irnos porque viene un barco grande que ocupará el muelle, que podemos fondear y después -o mañana- volver ¿¿?? la bahía está llena de boyas, sopla un W de narices... les pedimos permiso para movernos hacia atrás y dejar espacio para el barco aunque ocupemos el sitio de un pesquero y nos dicen que bien; la maniobra de retrasar el barco me deja la boca seca pero lo conseguimos a la primera!

Resulta que el barco en cuestión viene a traer arena para la construcción! en esta isla no debe haber y de alguna otra la traerán, durante un día y medio un rosario de camiones viene a cargar la arena que a paladas va entregándoles con pericia la grúa del barco...

¿y en qué ocupamos nuestros días?

Pues antes de aventurarnos a descubrir más de la isla nos conformamos con conocer los rincones hasta los que llegamos andando (somos así, hasta que sabemos que el barco está bien -sople de donde sople- nos gusta estar cerquita) y se nos van las horas de arriba abajo

Esta es una isla más montañosa que las anteriores

En Kamares, donde estamos, hay un montón de hostales, hoteles y villas... cerradas a cal y canto esperando el verano

rinconcitos que ahora son sólo para nuestros ojos

un lujo que extrañaremos dentro de unas semanas... seguro


y al caer el sol: a pescar!

Yo lo intento con más alegría que convicción

Aunque está claro que lo mío no es la pesca sino la post-pesca... entre hornillos

porque el que sabe es el capi

y ¡tachán! nuevo pez aguja, más grande que el anterior.

Esta vez lo hemos comido: con verduritas, pimientos rojos rellenos de pez aguja y croquetas de pez aguja... no será el más exquisito pero está rico y nos apaña el menú a muy buen precio!


Nos decidimos a ampliar nuestros horizontes y miramos para alquilar un coche. El precio es muy aceptable (20 euros día) pero nos dicen que en invierno NO se alquila a todo riesgo (lo mismo nos han dicho en las dos islas anteriores), únicamente a terceros y no nos hace gracia la posibilidad de tener algún percance al que no podremos hacer frente con nuestra ajustada economía... así que nos inclinamos por el bus

Pero esta historia la dejamos para otro momento.

Recuerda que esta aventura es de todos...

hay un sitio a bordo para quien quiera acompañarnos