jueves, 29 de marzo de 2012

Santa Lucía 1ª parte

Os escribo desde Antigua donde hemos pasado unos días inolvidables pero con un acceso a internet muy difícil (no es que me haya olvidado de nuestras crónicas) así que intentamos ponernos las pilas y seguir con nuestros relatos, esta vez con una isla que nos ha sorprendido mucho y muy gratamente!

Salimos de Sant Vincent sabiendo que nos enfrentábamos a una travesía larga y según la literatura no demasiado fácil. El viento de NE y una fuerte corriente en el canal que se forma entre las islas prometían un camino tortuoso a lo que hubo que sumar un chubasco tras otro.






Habíamos visto algunos veleros que optaban por subir directamente desde Becquia, subiendo Sant Vincent por la cara de barlovento y ganando un mejor ángulo para no luchar con la corriente. Nosotros optamos por ir a motor el trocito que nos quedaba de sotavento -con unos paisajes preciosos- y al salir del abrigo de la isla la idea era hacer un bordo lo más pronto y lo más largo posible para ganar este antes de que la corriente arreciara.

Johan y Fernando entablaron una larga y supongo que constructiva discusión sobre cuál era el mejor momento de tomar el bordo (que si el ángulo tal debe ser cuál para que el momento sea idóneo, que si eso puede ser cierto pero no tiene en cuenta el factor corriente, que si yo haría así y yo asá) que pasó por una fase de lápiz y papel, exponiendo cada uno su parecer y sus motivos... el resumen fue que cuando la corriente se puso a empujarnos desde el oeste (nosotros queríamos alcanzar el sureste de Santa Lucía) con unos 2/3 nudos de fuerza no hubo forma de avanzar (lo hacíamos a menos de 3 millas/hora y mientras yo pedía que cambiáramos el puerto de arribada por dos Pitons que presentaba un ángulo más favorable, ahí seguían ellos con los ángulos y las pruebas y el querer aprender...

Finalmente se impuso la realidad (había un velero intentando ganar este y pasó más de una hora sin avanzar una milla) y salió un arco iris para felicitarnos por optar por el dejarnos llevar y no luchar contra los elementos




Y el mayor premio fue llegar a una bahía realmente impresionante, presidida por dos montañas preciosas y con un fondeo resguardado y tranquilo en el que no se permite echar el ancla pero hay boyas en perfectas condiciones



Como de costumbre, desde lejos ya nos abordó la zodiac de nuestro "ayudante" para indicar en qué boya podíamos amarrarnos y ayudarnos con el cabito

El muchacho -la mar de simpático y con un gorro la mar de... grande?- nos cobró los consabidos 10 $EC y nos dijo que el precio de la boya eran 40 $EC noche
Más tarde vendrían los responsables de las boyas (una organización que se ocupa de preservar los fondos de el sur de la isla) y nos dijeron que por nuestra eslora nos correspondia pagar 54 $EC; les dijimos que nos habían dicho 40 y el tipo dijo
- mmmmmmmmmm, pues 40 (así de facilito)
-¿nos puedes dar un recibo?
- por 40 no (así de clarito) pero si os quedáis 2 noches mañana no paso a cobrar.
- Ok, que viva el Caribe
Aquí recibimos a Simone y a Pilar que venían de Londres y a Roser desde Vilafranca del Penedés. Las chicas (con la colaboración y el cariño de Brendan y Lluis) nos trajeron un ebook ¡sí! podemos volver a leer.
En ese momento pensé que el cielo se había iluminado y que no había nada que pudiera hacerme más feliz.
Unos días con vosotras nos han hecho ver que ni mil ebooks son comparables a compartir el tiempo con gente alegre, con ganas de vivir, con ganas de pasarlo bien. Lluis y Brendan, habéis estado a bordo todo ese tiempo... os queremos un montón a los 5!
En fin, que como nos habían dicho que había una bonita excursión que hacer desde Soufrerie, contratamos un taxi para todos y si las muchachas aparecieron en el bar en el que nos habíamos citado a las 11h a las 11'15 ya las habíamos metido en el coche -mochilas incluidas- y estábamos rumbo al jardín bonático... esto es aprovechar los días desde el primer momento.
El jardín botánico es la palabra exuberante en estado puro... me robó el corazón el cartel con el que te reciben a la entrada y como lo que me pedían es algo que puedo compartir con vosotros... ahí os dejo unas imágenes para disfrutar con los ojos








La siguiente parada fue una visita al volcán con aguas sulfurosas. Podías optar por los baños de barro y la visita al cráter o sólo lo primero y nos quedamos con los bañitos... Para que veáis que somos guapos de todos los colores (jeje) aquí estamos en pleno mejunje
¡qué cuerpecitos!
y para acabar a la sala de aclarado
El último punto del orden del día era ir a visitar unas cascadas. El entorno es precioso y tuvimos la suerte de estar solitos durante nuestro baño. Aunque la foto no lo pueda transmitir ¡el agua que caía de las paredes era templadita, dado su origen volcánico!

¿se puede pedir más?

¡yo no!
De regreso nos comimos un roti de pescadito regado por cerveza local y nos volvimos al barco para que nuestras amigas pudieran instalarse cómodamente. El día había sido perfecto y terminó de una manera estupenda...

viernes, 16 de marzo de 2012

NOS QUEDAMOS EN EL CARIBE!!!



Después de mucho pensar, de oír consejos, de leer... hemos decidido quedarnos una temporada por el Caribe



Estamos al ladito de lugares tan bellos y únicos que no queremos correr y dejarlos atrás



Venezuela (Los Roques), Panamá (archipiélago de SAN BLAS) y despues Centroamérica, Cuba, Puerto Rico...



Si pincháis AQUÍ podréis ver con detalle la ruta y las fechas. Los Roques y el archipiélago de San Blas son nuestros destinos más deseados. Arenas blancas, tortugas, mar azul turquesa, culturas ancestrales que se mantienen vivas, tranquilidad... Como siempre, el vieje será mejor si lo hacemos en vuestra compañía ¿alguien se apunta unos días?


El plan de ir al norte sólo queda aplazado así que desde aquí pedimos a todo el mundo que sea respetuoso y cuide el medio ambiente para que el deshielo se frene en la medida de lo posible... que por años podamos soñar con visitar una Groenlandia orgullosa de sus glaciares.


De momento seguimos en nuestra línea: aprovechando el momento, procurando no correr, intentando ser felices.

martes, 13 de marzo de 2012

Wallilabou


Y después de la estancia en Becquia decidimos no salir
directamente hacia Santa Lucía sino hacer una parada al norte de Sant Vincent
–apostando porque la mala prensa de la inseguridad era cosa del pasado- y
elegimos Wallilabou porque era posible hacer los trámites de salida del país.

A penas 15 millas nos separaban del destino, el viento –como
de costumbre- unos 20 nudos siempre del NE o NNE nos permitió hacer no
demasiados bordos para llegar a una bahía que así, de entrada, nos pareció
preciosa




En la guía avisan que es necesario amarrarse a una boya (más
tarde veríamos más de un velero fondeado con su propia ancla) y que es mejor
dejarse “ayudar/asesorar” por alguien de cierta edad (lo normal es que mucho
antes de llegar a la bahía ya te aborde alguien en una zodiac para ofrecerte la
boya y el servicio de ayudarte –obligatoriamente tienes que dejarte ayudar- por
una módica cantidad… al lado del precio de la boya). Estuvimos de suerte y
aunque no éramos los primeros en llegar había boyas disponibles y nuestro
asistente cumplía los requisitos de la guía. El precio habitual que venimos
pagando por la “ayuda” (lo único que hacen es tenderte el cabo) es de 10 $EC
(unos 3’3€) y en algunos casos con un extra de una cerveza fría. Al menos
nosotros no hemos sido capaces de eludir jamás la “ayuda"!


Os cuento que es habitual que una vez amarrado a tu boya se presente toda una flota de vendedores a domicilio: collares, pulseritas, guías de excursiones en tierra, otros que se ofrecen a llevarse tu basura, vendedores de fruta, de pescado… el único problema es que tenemos unas cuantas rayas (roja, azul) en la pintura del casco por más que vigilamos que no se acerquen sin defensas… gajes del oficio

En fin, que ya estábamos amarrados a una boya y con un cabo
fijado a uno de los pilares, justo frente a un bar con muy buena pinta y nos
fuimos a tierra a investigar el entorno


La bahía es realmente bonita, yo todavía no sé qué se
entiende por “auténtico Caribe” pero nos pareció que aquel rincón estaba menos
masificado que otros y nos sentíamos en la gloria



Nos acercamos hasta el bar y la decoración nos resultó la
mar de simpática aunque un poco… extraña



Hasta que nos acercamos a un edificio y al tocar la pared
¡era de cartón piedra!
Ostras! Resulta que la expresión de que el sitio nos parecía
“de cine” era literal.
Resulta que Wallilabou es uno de los escenarios famosos de
algunas escenas de la primera entrega de la serie Piratas del Caribe. Bien, lo
cierto (y desde ya pedimos disculpas a los fans de la película) no la hemos
visto y no habíamos mostrado especial interés en saber en qué localizaciones se
había filmado (hay mapas de la zona que indican estos lugares del mismo modo
que señalas los sitios mejores para hacer snorkel) y aterrizamos ahí sin idea
de donde estábamos: en un lugar de cine!


Suponemos que el hecho de no haber visto la peli hace que
haya ciertas cosas que se nos hayan quedado sin aclarar, como la presencia de
cientos de teléfonos antiguos abandonados en una de las casas/decorado

y máquinas que no sabíamos que eran ni para qué servían

En cualquier caso podíamos haberlo solucionado fácil porque
el bar hace a diario un pase de la película


Pero con el tiempo que hace que no pisamos un cine… nos
pareció mejor idea esperar a una sala más cómoda jeje

Le preguntamos al dueño del bar (y gestor de las boyas de la
bahía por la que pagamos 30$EC noche) por un lugar para comer; nos explicó que
él sólo preparaba cenas y nos envió a un puesto de fish and chips y nos
imaginamos un lindo restaurante con vistas a la bahía… al llegar resultó ser un
puesto callejero, no le quedaba pescado pero por 15€EC (más o menos 5 euros)
tenían pollo con patatas fritas. El pollo eran tres alitas minúsculas por
cabeza y las patatas fritas estaban frías… o sea, que os podéis imaginar que
comimos de muerte!


Rematamos la comida con una cervecita bien fría en el bar
mirando al Alea en la bahía


Y es que hay que adaptarse a las circunstancias!!!
Por la tarde hicimos los trámites de salida del país –fácil
y sin costo alguno- y los funcionarios nos preguntaron por la seguridad, por
nuestras impresiones del país. Parece que la mala fama entre los navegantes y
en las guías les ha hecho mucho daño y están intentando limpiar la imagen.

Nosotros no tuvimos ningún problema y de no haber sido porque teníamos una cita
en Santa Lucía no nos habría importado quedarnos más tiempo; el lugar vale la
pena. Días más tarde nos encontramos con unos amigos también españoles que
estuvieron 4 días en esta bahía y por la noche les robaron cuatro defensas!!!

Bueno, no es que sea algo realmente grave pero es algo realmente
desagradable… en fin, cosas de la vida.

Llenamos agua (con una manguera de 40 metros desde el
pantalancito hasta el fondeo) y nos dimos una buena ducha (el uso de los
servicios del bar está incluido con el pago de la boya); nos pusimos al día de
internet bajo una palmera


Y la que aquí os cuenta la historia se lo pasó… de muerte!


¡siguiente parada: Santa Lucia!!

martes, 6 de marzo de 2012

Las Grenadinas: Unión y Becquia

Empiezo hoy con un poquito de geografía que esto del Caribe tiene su miga, porque son un grupo de islas como Grecia... pero cada una es un país y en cada una tienes que hacer el papeleo, cambiar la bandera, cambiar moneda.

Bien, esto no es del todo cierto, las Grenadinas que son un grupo de islas no independientes. Las menos pertenecen a Grenada y las más a Sant Vincent.

Cuando estuvimos en Carriacou -en el catamarán de la music session- charlamos con varios norteamericanos expertos en estas tierras y todos coincidieron en hablar fatal tanto de Sant Vincent como de las islas que de ella dependen salvo Becquia. Tanto así que todos nos recomendaban ir a Tobago Cays luciendo la banderita amarilla que señala que estás pendiente del papeleo y de ahí directos a Becquia donde podíamos hacer tanto la entrada como la salida del país para dirigirnos del tirón a Santa Lucia.

La guía que maneja la mayoría de gente por aquí también habla fatal de la seguridad en esta zona; sabemos que hace años (bastantes) que hubo un ataque a un velero en el que murió una persona (un hecho puntual, seguro, pero que ha dejado su huella entre el personal) y avisa que la gente que te aborda -para ayudar con la boya, para venderte cosillas- es más violenta que en otros lugares.

Es por eso que en lugar de ir a Union fuimos directos a los cayos... pero ahí nos encontramos con Dani y Sandra que habían arribado sin tanta información y con la mente abierta a Sant Vincent y que estaban encantados del lugar, también de Becquia, en cuanto a Mustique y Canouan nos contaron que hay mucho resort privado y mucho famoseo, que en alguna playa había guardias de seguridad a los que tuvieron que entregar las cámaras de fotos para dar un paseo!

Total, que con toda la info, hicimos un poco de valoración... y dimos marcha atrás para conocer Unión de la que nos separaban solo 6 millas (con viento a favor para un cambio) y allí formalizar los papeles que nos pone nerviosos lo de andar ilegales por los sitios.

La travesía fue fácil, rápida -sólo con el génova desplegado- y con bastante viento -eso no nos está fallando nunca-. En el camino vimos a las barquitas que en Tobago Cays nos ofrecían frutas, langostas, etc. navegando como verdaderos camicaces rumbo a su trabajo.


Llegamos a Clifton Harbor, en la cara este de la isla con un viento de unos 25 nudos mantenidos y el fondeo bastante repleto. Rápidamente nos ofrecieron una boya que en principio no quisimos -si se puede estar gratis lo preferimos- que después quisimos coger pero no nos gustó donde estaba. Buscamos aquí y allá, echamos el ancla y la recogimos dos veces y acabamos delante de la barrera de coral -que para las olas pero te deja con la ventolera- junto a otros muchos veleros.

Todo el día despeinados pero con unas vistas inmejorables!!! Sí, sí, la foto la hemos hecho nosotros y este era el paisaje de los desayunos, comidas...

Los trámites de entrada fueron sencillos, en el pueblo hay un par de supermercados, se puede comprar buena fruta, hay abundantes restaurantes, tiendas, bares con wifi... es cierto que nos pareció que la gente en general era más, esto, digamos chillona (entre ellos, no es que anduvieran peleando todo el día... es que hablaban a gritos) pero no nos sentimos para nada inseguros


Al llegar a tierra nos esperaban unas preciosas palmeras (siempre hay unas preciosas palmeras en algún rincón) a las que llegábamos invariablemente chorreando porque con la ola que había liada en el fondeo era imposible hacer el trayecto en la auxiliar sin mojarse hasta lo último (tanto así que finalmente íbamos con un cambio de ropa en la bolsa estanco)

Ah! os pongo este detalle de los cableados eléctricos aquí porque es algo que siempre me llama la atención pero no es nada exclusivo de Unión, lo mismo lo vamos encontrando por todas las islas

Y una noche Fernando nos llevó de cena al restaurante recomendado por la señora del bar donde usábamos el wifi... que resultó ser la dueña del restaurante recomendado.


En cualquier caso la recomendación fue adecuada porque cenamos fenomenal -un pescado riquísimo- amenizados por una steel band y regados con la cerveza local... que ya no era la Carib (es que cada isla tiene su propia cerveza)


Pasados unos días (y repuesto el tanque de campingaz de 3 kg por el que pagamos 20 euros!) levantamos ancla para dirigirnos directamente a Becquia, que nos daba más miedo lo de las playas privadas que la falta de seguridad.

El trayecto fueron 50 millas (8 horitas de navegación) con más viento del previsto -como siempre- con algún que otro chubasco -como siempre- y ciñendo como locos pero sin hacer tantos bordos como en otras ocasiones que no todo iba a ser malo.

En el Caribe estamos navegando el 90% del tiempo con dos rizos en la mayor y con el génova bastante rizado; tanto es así que hemos cambiado nuestro génova principal por el de respeto que es algo menos, pero de ser esta nuestra zona habitual de navegación, sería combeniente comprar uno 1o0% o un foque... sí claro, lo bueno sería tener de todos los tamaños... pero lo que hay es lo que hay!

Llegamos a Becquia a las 16.00h y fondeamos sin problemas en Admiral Bay, rodeados de otros muchos (¿cientos?) barcos y dejamos el papeleo para el día siguiente -ya no nos agobiamos por unas horas sin papeles... si se trata solo de unas horas-


Nos fuimos a pasear -directos a los mercados de fruta y verdura- y a buscar algún barcito donde conectarnos a internet, estirar las piernas y disfrutar sin más de todo lo que nos rodeaba.



En uno de los paseos descubrimos una vieja carpintería un poco destartalada con un viejito carpintero -medio destartalado- y preguntamos si tenían madera para hacer un suelo para la bañera del barco. Hacía tiempo que buscábamos y no dábamos con el material adecuado (el problema acostumbra a ser encontrar el material... el segundo problema encontrar el tiempo para hacer el trabajo) y Jimmy el carpintero tenía lo que buscábamos. Johan le ayudó a cortar y aplanar las tablas, Fernando ayudó a Johan a cortarlas y montarlas en el barco y 35 euros y unas horas después teníamos un suelo de lujo en la bañera (¿quién ha pensado que no hacemos nada útil??)

Lo mejor, el rato que pasó Johan en compañía de Jimmy, que aunque poco hablador le contó retazos de su vida, de la isla, de cómo han cambiado las cosas... eso que a nosotros nos gusta más que cualquier palmera ¡y a mi me gustan mucho las palmeras!!!!


Y hablando de cosas útiles, aquí si que saben. Además de los típicos vendedores de fruta, aquí hay barquitos que lo mismo te traen agua al barco que te llevan la colada y te la traen al día siguiente seca y dobladita.

pasamos tres días en Becquia que por nosotros podrían haber sido dos semanas; encontramos una pizzería barata, un bar con vistas, una cafetería con buen cafe, el fondeo era bueno... pero había que seguir la ruta. Y eso ya será otro capítulo