miércoles, 17 de junio de 2009

Estamos Grecia. Primera escala Argostoli, en Kefalonia

Un poco antes de las 9 de la mañana estábamos llegando al muro en el que se amarran los barcos en Argostoli. En esta pequeña ciudad hay una marina construida hace algunos años -parece ser que con dinero de la UE- pero que está abandonada ya que nadie la explota. Tiene pantalanes, profundidad adecuada pero no ofrece ni luz ni agua... eso sí, es gratis!!! para llegar al centro del pueblo hay que andar algo más de un km.

La otra posibilidad es amarrar al muro del paseo marítimo, en pleno centro. Aquí lo habitual es echar el ancla de proa y amarrar con los cabos de popa al muelle (o viceversa); es lo normal en todos los pueblecitos en los que hemos ido recalando hasta ahora.

El Alea, marcha atrás, no va muy fino. Con su quilla semicorrida y el timón con skeg (no sé cuál es la palabra en español) es difícil de maniobrar pero al segundo intento el capi ya le había pillado el truquillo y encarábamos nuestra plaza sin problemas.

A mi todavía me da mucho respeto eso de llegar a un sitio y "saltar a tierra" con las amarras... pero allí estaban los chavales del catamarán español que conocimos en Siracusa y Marie e Yves del Hasta Luego... y el propietario del bar que había justo en frente que se dedica a ofrecer a los veleros toooodos sus servicios (bebidas a precio razonable, agua potable para cargar los tanques -bueno, esto es gratis pero él ha puesto una manguera larga para facilitar las cosas- wifi, e incluso la posibilidad de darte una ducha larga y abundante por 2 eurillos)... así que en un plis plas estábamos otra vez sujetos a tierra firme y rodeados de amigos. El día era soleado. No se puede pedir mucho más



Es nuestra entrada en un nuevo país y nos dirigimos a Capitanía para realizar los trámites oficiales. Nos atiende un muchacho joven, amable, con un inglés fluido y nos indica que debemos realizar los siguientes pagos:

29,80€ por un permiso de navegación (un folio grandote con espacio para que te pongan sellos de entrada y salida en cada uno de los puertos a los que llegues... su validez es ilimitada en el tiempo... hasta que llenes todos los sellos)

15€ por entrar en el país. Esta tasa debe abonarse cada vez que se entra de nuevo (si vamos a Turquía y volvemos, cosa habitual cuando se está próximo a la costa turca).

5€ por ingreso en el puerto de Argostoli

0'36€ x metro de eslora (25% extra si se amarra de costado en el muelle) por cada día de estancia.

Este último pago se lo ahorra casi todo el mundo ya que no declaran su llegada a puerto y tras un par de días (o más) lo dejan sin mayores problemas. Nos han dicho que es lo habitual en Grecia, que nadie controla y que si tú no declaras no tienes por qué pagar.................

Lo hablamos entre nosotros y no llegamos a una conclusión clara: no pagar es estupendo, desde luego, pero pagar 5 euros por noche no es excesivo y permite mantener el muelle en condiciones y demás; tal vez si nadie paga acabarán contratando a alguien para que controle, deberán recaudar lo suficiente para el sueldo, subirán los precios... en fin... complicado!

Los 29,80€ hay que ir a pagarlos en una oficina fuera de la marina y paseamos por primera vez por las calles de Argostoli.




En 1953 un terremoto destruyó prácticamente todas las edificaciones de la isla. La ciudad es ahora de nueva construcción. Un par de calles paralelas a la línea de mar aparecen llenas de bares (de muy buen gusto por cierto) y tiendas y más tiendas... por encima de ellas, encaramándose en la montaña, las viviendas del lugar, en las que te quedarías a vivir sin problemas.

En primera línea de mar decenas de tabernas (restaurantes de comida típica) y una amplia oferta de frutas, verduras, carnicería, pescadería y un par de supermercados.

Nos habían dicho que era complicado aprovisionarse en las islas. Acabamos de llegar así que no nos podemos formar una opinión general, pero desde luego, en Argostoli ese problema no existe




Todas las mañanas, alrededor de las 8, van llegando los barquitos de pesca y se ponen en el muelle a ofrecer sus capturas -escasas- de la noche



Los habitantes locales son los más madrugadores, después los turistas y cruceristas nos vamos acercando a ver qué podemos comer hoy



Da un poco de cosa comprar el pescado que se ofrece así sin hielo, al calor de la mañana, pero lo cierto es que la oferta dura apenas un par de horas y todo está vendido




El precio es algo caro si lo comparamos con los lugares anteriores (Italia y sobre todo Túnez) pero siempre encuentras algo que se ajuste a tu economía... el último de los barcos, uno de los más grandes, ofrece a diario -este con su hielo y todo- unos boquerones y sardinas por 5 € el kilo que han hecho nuestras delicias en más de una ocasión



Argostoli es una ciudad para pasear sin prisas alejándose de las dos calles comerciales. Ofrece paseos, vistas al mar, terrazas en las que perder el tiempo con un buen libro y una cervecita fría.

Nosotros hemos recorrido un buen tramo de los alrededores con las bicicletas plegables que llevamos a bordo.

Para conseguir el campingaz tuvimos que ir a un almacén que está a unos tres kilómetros en las afueras; esta escapada por obligación nos permitió descubrir rincones interesantes... y es que no hay que conformarse con lo que se tiene más a mano!!!




Llegamos para quedarnos tres días y nos hemos quedado casi tres semanas... así que las relaciones con el vecindario han sido intensas, hemos aprovechado para acabar de tapizar los sofás del salón, barnizar los suelos... pero esto será en el próximo capítulo!!!!

5 comentarios:

Navegante dijo...

Acabo de descubrir, vía "el mar es el camí", este estupendo blog y la verdad es que el relato de vuestra estancia en el último puerto me ha encantado y me ha parecido muy cercano.

Reconozco sentir una sana envidida al comprobar vuestra libertad de movimientos, ese tiempo para conocer gentes diferentes, otras ciudades y culturas, sin prisas...

Desde luego, a partir de hoy, con vuestro permiso, me convertiré en un polizón virtual de vuestro "Alea".

Paula dijo...

Buenas...Permiso...
Al igual que "Navegante" (aunque no lo conozco)acabo de descubrir el blog, ayer me pase el dia leyendo el blog de la restauracion (mis felicitaciones por ese trabajo!!!) y ahora con tiempo empiezo a leer aqui.
Los felicito por la AVENTURA y espero pronto seguirles los pasos.
Saludos desde Buenos Aires, de una nueva fiel seguidora.
Paula
PD muy lindas las fotos!

silvia dijo...

Hola Navegante y Paula

gracias por llegar hasta aquí... y antes habéis leído el blog de la restauración este ha sido un largo camino!!!

Nos encanta llevaros de polizones a bordo, lo mejor de esta aventura, desde el principio, ha sido poder compartirla con tanta gente!!!

de momento seguimos disfrutando del Jónico............. el mar es tan grande y bonito!!!

un saludo y seguid paseando con nosotros

romi dijo...

momento!!! y los polizones que estábamos desde el principio???! a ver si no nos va a quedar lugar por hacerle la pelota a los polizones nuevos!
reclamo el derecho adquirido, fui de las primeras polizonas :P

y para demostrarlo: estoy reuniendo el dinerito para dejar de ser polizona... a ver si lo logro ;)
un saludo,

silvia dijo...

Que el barco es grande y aqui cabemos todos... eso si, a los de siempre (un besito para Romi y para los que como ella estais ahi desde el dia menos uno) un vinito especial esta preparado..................