Al ir a soltar el primer cabo nos entró una racha de 30 nudos... decidimos que mejor nos quedábamos un par de días más que cruzar con esos vientos, dijera el Bakan lo que dijera; volvimos a mirar la meteo... en verdad era el mejor día de muchos, los pescadores habían salido, el trayecto era de solo 25 millas hasta la caleta Brecknock... bien, volvíamos a intentar salir.
Recogimos cabos y ancla sin dificultad pero tuvimos -como siempre- más trabajo para recoger el ancla de popa (si nuestra zona de navegación habitual fuera esta instalaríamos sin dudar un ancla de popa con su molinete y todo, de tenerla así, la habríamos utilizado ya en la mayoría de los fondeos). Pese a las dudas, trabajos e indecisiones, a las 11h ya estábamos navegando: la mayor con dos rizos y un poquito de génova, el viento entrando por la amura y escorando como ya no recordábamos.
Las olas eran de entre uno y dos metros y las condiciones de tiempo, digamos que “cambiantes”: a ratos despejaban las nubes un poquito, a ratos nos caía una nevada que no nos dejaba ver ni la proa, a ratos caía lo que hemos bautizado como “nievizo” -algo a medio camino entre la nieve y el granizo-, a ratos nos granizaba en serio y otra vez solecito, todo en tandas de no más de 10 minutos.
El viento subió y cogimos el tercer rizo y cambiamos génova por trinqueta.
Las olas iban subiendo (menos mal que el mar estaba “calmito”) y estábamos deseando poder meternos en el Canal Ocasión y dejar atrás tanto meneo. Las guías dan una alternativa para salir antes de Cockburn, el Paso Saavedra (o Gómez) te evita 5 millas de Cockburn pero es un intrincado paseo entre islas y bajos señalizado por boyas y luces. Cuando llegamos a las inmediaciones la visibilidad no era de más de media milla y no nos pareció seguro, más cuando las cartas estaban completamente desplazadas (entre el plotter y la realidad había una media milla de diferencia) así que seguimos hacia el Canal Ocasión por el camino “fácil” (=amplio) pero movido.
Cuando entramos en Ocasión en verdad todo parecía mucho más tranquilo y en cinco millas estábamos doblando el cabo que nos llevaba a uno de los fondeos más famosos entre los veleristas: caleta Brecknock.
El rincón del fondeo se encuentra entre las cimas de una cordillera pelada, nevada, agreste... impactante (54º32'7S, 071º54'7W). En el propio fondeo hay buenos árboles y montones de cabos de pescadores. Echamos el ancla y con tres cabos nos sentimos seguros. Pasada la noche veríamos si era suficiente porque llevábamos días viendo que la previsión de vientos para esta zona siempre era de 10/15 nudos más que unas millas más allá (al este o al oeste) y que rachas de 70 nudos no eran tan extrañas, eso sí, sabíamos por otros veleros que es un buen lugar para esperar “que pase lo malo” porque es uno de los mejores fondeos de la zona.
Al día siguiente fuimos a dar un paseito por las inmediaciones, aunque con el hielo que se forma por todos lados -estamos normalmente bajo cero por las mañanas- la tarea no siempre es sencilla.
Esperábamos que soplara y sopló: se cumplieron los pronósticos de 50 nudos pero dentro del fondeo no pasó de 25 (se había ganado la fama de bueno). Quedaba la duda de qué pasaría si en verdad llegaban los 75 que había previstos parra 3 días después, quedaba por ver!
2 comentarios:
Siempre un placer leerte. Buena jornada.
Que bien que estén cada vez mas cerca del objetivo y sin problemas.
A seguir así!!!!
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