jueves, 11 de marzo de 2010

Sifnos



Tenemos de nuevo una previsión de tiempo aceptable así que decidimos partir hacia el sur.
Sifnos nos espera.


Se supone que a partir de las 12h el viento va a tender a cero, así que nos levantamos a las 7 para salir a buena hora, apenas son unas 15 millas, aquí todo está cerquita!


Podemos hacer algo más de la mitad a vela pero la última media horita toca poner el motor, qué le vamos a hacer... la previsión era buena, pero no perfecta!


Llegamos a la bahía y vemos la caseta para los pasajeros del ferry, detrás se esconde nuestro amarre
nos acercamos despacito y vemos que está lleno de letreros: reservado para pescadores, reservado para veleros... pero el sitio que nos toca está lleno de boyas de pescadores y la guía dice que sólo tiene dos metros de fondo... estamos ahí flotando cuando el señor que hace el mantenimiento del puertecillo nos indica que amarremos en el muro grande delante del espacio reservado a pescadores
solos habría sido difícil -el muro está protegido con unas superruedas de camión y un poquito alto lo que me habría hecho difícil con esta gracia gimnástica natural que tengo, saltar con las amarras, pero él nos echa una mano y estamos bien colocaditos en un visto y no visto




Nos cuenta que ahora está con el mantenimiento de invierno, que él es el que se ocupa del agua en verano pero que ahora no hay ningún servicio... a cambio, otra vez, vamos a estar gratis!

Nos explica que es un buen puerto salvo para el viento de oeste, si os habéis fijado en el mapa está muy abierto a ese viento y como termina en una playa el muelle te protege del viento pero se forma un oleaje que hace que todo baile hasta el aburrimiento; cruzamos los dedos!




El entorno es precioso, el agua es tan transparente que parece que se pueda beber, el segundo día de nuestra estancia inauguran un barcito (si vais lo reconoceréis porque es muy chiquito, pintado de verde pistacho y tiene comida para llevar; han instalado una antena de wifi que se coge desde el barco... y por primera vez en semanas nos cobran lo mismo que a los locales y no precios de giri!!!!!!!!) y parece que todo se conjura para hacer nuestra estancia más que agradable.
Pero pronto llega el día de fuerza 7 de W -¿Murphy?- y nos movemos más que una coctelera, pasamos una noche un poco incómoda, es lo que hay!!!
Para rematarlo otro día viene la autoridad y nos dice que tenemos que irnos porque viene un barco grande que ocupará el muelle, que podemos fondear y después -o mañana- volver ¿¿?? la bahía está llena de boyas, sopla un W de narices... les pedimos permiso para movernos hacia atrás y dejar espacio para el barco aunque ocupemos el sitio de un pesquero y nos dicen que bien; la maniobra de retrasar el barco me deja la boca seca pero lo conseguimos a la primera!

Resulta que el barco en cuestión viene a traer arena para la construcción! en esta isla no debe haber y de alguna otra la traerán, durante un día y medio un rosario de camiones viene a cargar la arena que a paladas va entregándoles con pericia la grúa del barco...

¿y en qué ocupamos nuestros días?

Pues antes de aventurarnos a descubrir más de la isla nos conformamos con conocer los rincones hasta los que llegamos andando (somos así, hasta que sabemos que el barco está bien -sople de donde sople- nos gusta estar cerquita) y se nos van las horas de arriba abajo

Esta es una isla más montañosa que las anteriores

En Kamares, donde estamos, hay un montón de hostales, hoteles y villas... cerradas a cal y canto esperando el verano

rinconcitos que ahora son sólo para nuestros ojos

un lujo que extrañaremos dentro de unas semanas... seguro


y al caer el sol: a pescar!

Yo lo intento con más alegría que convicción

Aunque está claro que lo mío no es la pesca sino la post-pesca... entre hornillos

porque el que sabe es el capi

y ¡tachán! nuevo pez aguja, más grande que el anterior.

Esta vez lo hemos comido: con verduritas, pimientos rojos rellenos de pez aguja y croquetas de pez aguja... no será el más exquisito pero está rico y nos apaña el menú a muy buen precio!


Nos decidimos a ampliar nuestros horizontes y miramos para alquilar un coche. El precio es muy aceptable (20 euros día) pero nos dicen que en invierno NO se alquila a todo riesgo (lo mismo nos han dicho en las dos islas anteriores), únicamente a terceros y no nos hace gracia la posibilidad de tener algún percance al que no podremos hacer frente con nuestra ajustada economía... así que nos inclinamos por el bus

Pero esta historia la dejamos para otro momento.

Recuerda que esta aventura es de todos...

hay un sitio a bordo para quien quiera acompañarnos

2 comentarios:

Jose Angel Lopez Barrios dijo...

Esa foto del pescadito esta impagable... los envidio.....

Navegante dijo...

Como la pesca no te llama y con tanto pez "aguja" te recomiendo que te plantees hacer punto.

¡Es broma, eh!

Por otra parte, ya te pediremos que nos pases alguna receta de este tipo de pescado, porque veo que al paso que váis te vas a convertir en toda una experta