sábado, 20 de marzo de 2010

Milos, o los sueños que en sueños se quedaron


Retomamos el relato de nuestra travesía, desde Sifnos pusimos proa en dirección a Milos en un día soleado, de viento perfecto, mar planita, velas arriba...



Yo dedico un montón de tiempo a leer y releer las guías de viaje y las guías náuticas, disfruto tanto del lugar en el que estoy como de imaginarme el lugar al que llegaré... y de entre todas las Cicladas mi favorita era Milos



Así que ya estaba imaginándome los fondeos y los amaneceres, los paseos y las estancias en un montón de calas de esas que buscas en internet y te dejan sin aliento



Milos es una isla de origen volcánico y como ella tiene esa forma especial que te recuerda que el centro no es más que un cráter ahora sumergido

En Sifnos nos habían dicho que el puerto estaba muy bien salvo para vientos del SE y en algún blog habíamos leído que habían hecho una ampliación -no aparece en nuestra guía pero sí en la carta del plotter- y que disponía de agua, electricidad ¡y muertos!... gratis ¿¿??




Íbamos haciendo camino hasta Adamás, haciendo apuestas sobre si seríamos todavía el único velero del lugar, cábalas respecto a en qué muro era mejor el amarre... y disfrutando de un paisaje impresionante



Pensando con qué viento era posible fondear aquí o allá



Para llenar la semana que pensábamos dedicarle a la isla



Sin embargo al llegar a puerto -no estábamos solos, había otros dos veleros, locales, pero veleros!- no quedaba muy claro si hay fondo suficiente para nosotros; el agua totalmente cristalina por lo que dejaba ver que al acercarnos al muelle las rocas subían rápidamente... si alguien nos cogiera las amarras y pudiéramos quedarnos algo separados, tal vez, pero no había nadie!

Después de unas vueltas decidimos salir y buscar un fondeo y entonces nos da unas voces -el dueño de uno de los veleros que estaban amarrados- diciendo que el fondo está bien y que él nos ayuda... la vida siempre nos regala un angelito (¿o no?)

eso sí, nos dice que los muerto están "caput" y que tenemos que echar el ancla.
Después veremos que esos dos veleros tienen cuatro muertos cada uno (¡¡!!) lo que nos hace pensar que no están acostumbrados a recibir visitas, que no son demasiado cívicos... y que en el puerto debe soplar de vez en cuando un viento de miedo!

Pasamos un par de días con viento de norte y nos dedicamos a caminar por los alrededores del puerto, buenos supermercados, compramos unos metros de cadena para los amarres (en muchos lugares los anillos a los que debemos sujetarnos son muy bastos o están puestos de modo que el cabo roza constantemente con el asfalto), subimos a la iglesia más próxima, decidimos alquilar un coche por un día para recorrer el interior (aquí por 30€ nos ofrecen seguro a todo riesgo)...




Pero la mañana siguiente el parte meteorológico anunciaba vientos de SE fuerza 7 (Murphy volvía a visitarnos) y no sabíamos qué tal pasariemos el día -desde luego sin paseo-.
La cosa no pintaba bien porque para empezar el agua del puerto había bajado unos 30 centímetros y nuestro timón no estaba muy lejos del fondo. Decidimos soltar un poco las amarras y alejarnos unos metros del muelle, no podríamos bajar a tierra, tendríamos que soportar unas horas de meneo y ya está... peeeeero, el vecino -el que nos echó una mano al llegar- nos dijo que la previsión que el tenía no bajaba de F8, que en el puerto no estamos bien y que teníamos que ir a fondear. Nos indica donde y nos dice que allí nos veremos

Como parece que es de sabios oír a quien sabe, largamos amarras sin pensar y nos vamos al fondeo que nos ha dicho. La guía nos avisa de que a pesar de que sobre el papel parece un buen resguardo es muy grande por lo que se forma un oleaje incómodo... echamos el ancla, y nos preparamos para ver cómo va la cosa.


El viento empieza a subir y a subir... y estamos solitos en el fondeo. El amable vecino de los cuatro muertos se ha quedado en puerto. No sabemos si como fue él quien nos dijo que podíamos amarrar en puerto cuando llegamos no ha querido tenernos cerca si algo iba mal, si simplemente quería pasar un amarre a su costado y le molestábamos... pero él se ha quedado en puerto y nosotros no !

El viento al atardecer se queda estable en torno a los 37 nudos con rachas de hasta 45. Hay un oleaje fuerte y una corriente que no nos deja quietos

Por primera vez desde que salimos de casa hacemos una guardia completa de noche (dos horas cada uno, despiertos, como cuando navegamos) y no simplemente poner el despertador para comprobar que todo va bien...

Amanece con el mismo viento y decidimos salir de ahí, parece una trampa

¿buscamos otro fondeo mejor protegido?
¿nos vamos de Milos?

Después de intentar encontrar otro refugio -imposible, los escasos rinconcitos aceptables están llenos con barcos de pescadores- y con el viento que no bajaba de 35, decidimos poner rumbo a Paros.

La salida del "cráter" fue dura... pero una vez conseguimos llegar a mar abierto todo fue mucho mejor. Con el génova un poco rizado y a 7,5 nudos avanzábamos hacia Paros

Atrás se quedaba Milos y mi sueño de fondeos maravillosos.

Tengo que aprender que lo mejor es tomar lo bueno que te da la vida -que es mucho-, sin hacer castillos en el aire, sin desear cosas concretas -que tal vez no se cumplan- , sin preconcebir demasiado...

Y después de 7 horas de navegación ya había conseguido deshacerme del mal sabor de boca: es cierto que lo había tenido en la punta de los dedos y no había podido ser, pero ¡hay tantas cosas que nos esperan en el camino que no vale la pena llorar porque una no pudo ser!

Y la vida, como premio, me regaló una puesta de sol ESPECTACULAR... y que no estaba en Milos, no, estaba esperándome en Paros


4 comentarios:

J.O. dijo...

No te preocupes que Milos seguirá en el mismo sitio y además tenéis todo el tiempo del mundo. ¿Quién te dice que no lo disfrutas la temporada que viene y podéis fondear en alguno de los 4 muertos del egoísta€ ese?

Unknown dijo...

Gracias por compartirlo. Cuando hablas de dar amarras a tierra, ¿de cuántos metros hablas?.

Navegante dijo...

Lo bueno y lo malo de la literatura de viajes es que, durante la lectura, te permite imaginar aquellos lugares, lo malo, que a veces luego no son como los imaginas...

Lo interesante de la vida es que casi siempre hay una segunda oportunidad para todo.

Anna dijo...

Hola,
He estado leyendo vuestro blog y la verdad es que lo encuentro super interesante. Mi aventura con el mar empezó el pasado verano adquiriendo un puma 34 en el cual vivimos. Os invito a leer mi blog http://lacomunidad.elpais.com/chalao.
Nos vemos surcando los mares!