viernes, 30 de octubre de 2009

Ermioni

Desde los lluviosos días del otoño holandés, seguimos pasando revista a lo mucho que ha dado de sí el verano... siempre con el corazón un poquito en el mar.
Cuando planificábamos el viaje del verano siempre pensábamos en las ISLAS que íbamos a visitar. Supongo que tiene una magia especial lo de pensar en un pedacito de tierra flotando sin conexión con el continente; o tal vez es que estamos codicionados por la publicidad y eso de las islas nos lo han vendido muy bien ¡qué se yo!

Lo cierto es que le pedí a mi hermano que me comprara y me hiciera llegar una guía de las ISLAS griegas y nos aprendimos al dedillo toda la información de Poros, Hydra, Dokos, Spetsés... y cuando decidíamos la derrota del día, si teníamos que ir a algún punto de la costa continental lo entendíamos como una "necesidad" logística, como un paréntesis obligado entre isla e isla.

Y de ese modo tan poco entusiasta hemos llegado a lugares de los que no sabíamos más que lo que decía la guía náutica -que si es un buen puerto, que si perfecto para este o aquel viento-... y hemos descubierto LUGARES MARAVILLOSOS y aprendido que lo mejor es viajar libres de prejuicios y con la mente bien abierta, planificar la ruta dejando un espacio para la sorpresa, buscar lo conocido y por que no lo que no ocupa tanto lugar en las guías.

Buff! hoy estoy un poco filosófica

En fin, que lo que os quería decir es que un buen día pusimos rumbo a Ermioni porque tiene una disposición estupenda que te da un buen refugio no importa de dónde venga el viento (tiene dos puntos de amarre y dos fondeos, uno al norte y uno al sur) y descubrimos un lugar que nos robó el corazón!
Nuestra rutina de navegación durante el verano ha sido salir después del desayuno -sin madrugar demasiado ni dormirnos en los laureles- y buscar un fondeo donde darnos el chapuzón relajado y comer con las gotitas de agua salada secándose al sol ...

en el camino entre Poros y Ermioni, la parada del baño ideal está al abrigo de una isla que se conoce como "el sapo"... por razones que no hace falta explicar! -creo-



pero también hemos parado alguna vez en una pequeña islita que hay justo antes de llegar a Ermioni




Y después de comer ponemos rumbo al destino en el que queremos pasar la noche para llegar con tiempo de dar un buen paseo y conocer los rincones que nos tenga reservados.

La población de Ermioni se levanta en una bahía que cierra al sur (a babor según se entra) con una lengua de tierra que está ocupada por un precioso bosque de pinos circundado por un camino puede andarse en una media hora.
En la bahía grande -orientada al norte- está el puerto al que llega el ferry diario de Atenas y en el que hay amarres para veleros aunque la profundidad no es mucha por lo que es importante ir con mucho cuidado y estudiar primero la guía!!
Frente a ese puerto hay un fondeo que es el que nos ha acogido más de una vez y donde hemos disfrutado de puestas de sol, amaneceres, baños a la luz de la luna...

Y al sur -y NO aparece en la Pilot que llevamos a bordo- puede amarrarse al muelle de la forma habitual por estos lares, con el ancla a proa y amarres a popa junto a los bares de copas y las tabernas

Y una vez amarraditos o fondeados ¡a pasear y conocer!

Como os he dicho Ermioni nos ha regalado postales increibles, así que aquí os las dejo, sin más comentario que el deseo de que disfrutéis como lo hicimos nosotros


























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Información para navegantes

  • Amarre en el puerto; en la guía viene bien señalizado el lugar reservado para el ferry, justo al otro lado de ese muelle está el punto con mayor profundidad. Nosotros -la primera vez que llegamos- amarramos más atrás y apenas teníamos un palmo de agua bajo la quilla. Llegó un amigo que se abarloó a nosotros y para ello tuvimos que retrasar nuestra posición un metro... y una ola nos hizo golpear contra el fondo!! cambiamos rápidamente de lugar pero ya habíamos perdido un puntito de pintura en el soporte de la pala del timón lo que nos ha hecho sacar el barco del agua para asegurarnos de que no era grave (y afortunadamente no lo era, un desconchón menor que un euro y gracias a los ánodos de zinc que han trabajado fenomenal, ni rastro de óxido) y desde luego tuvimos claro que no era un buen sitio para nuestro calado!
  • Fondeo frente al puerto; el fondo de barro proporciona un buen agarre, incluso con fuerte viento del norte no hemos tenido ningún problema. Es fácil acceder al puerto con la auxiliar.
  • Amarre en el muelle sur: está situado en la parte más bonita del pueblo -la zona de bares, tranquilos y preciosos, y tabernas donde cenar por unos 15 euros sin problemas- pero el fondo no es bueno y no es fácil fijar el ancla. Lo mejor es dejarla caer bien lejos -70 u 80 metros, sin miedo- para poder ir recogiendo cadena si es necesario. Aquí cuando hay resaca de olas es bastante incómodo! peeero, es el lugar elegido por las flotillas de chárter... por algo será.
  • Agua y electricidad: en el muelle del sur hay un punto de toma de agua pero hay que esperar a que el "waterman" venga a servirla (está cerrado con llave) cosa que no pasa todos los días. El precio 8 euros por un tanque. Vimos gente conectada con electricidad pero nos pareció que la tomaban de algún bar con el que habrían llegado a un acuerdo...
  • Compras: Hay una fruta extraordinaria, un par de carnicerías y varios supermercados chiquitos (en la zona norte, junto al puerto) y un par más grandes aunque para encontrarlos hay que caminar un poco más...
  • Campingaz: hemos visto anunciada su venta en un par de sitios pero en verdad sólo servían botellas de las griegas (las de color azul oscuro que después no puedes cambiar fuera de Grecia!)
  • De copas y cenas: como en todos sitios... mejor mirar la carta antes de sentarte. Hemos bebido cervezas por 2 euros y visto algunas por 5! Hay tabernitas donde comer sin problemas por 15 euros; la especialidad: el pulpo... lo dejan secar al sol durante un día y medio o dos; cuando toma un color parecido al del café y una textura como de chicle (no me lo invento... nos lo explicó un camarero) ya está listo para ir a las brasas donde lo dejan un buen rato.
  • Lo mejor: la terracita de las sillas azules, los atardeceres en el muelle sur, los amaneceres en el fondeo del norte y callejear

3 comentarios:

Unknown dijo...

ayyy ese clima holandés.... "parakaló" la que pasamos en grecia! ...a que volverías a ese fondeo de ermioni amenizado por esas coreografías acuáticas, sincronizadas a la vez que folklóricas :-)

silvia dijo...

Aishhhh Olguita, cómo lo sabes!!!
y es que disponer de una "piscina" a los pies de casa no tiene precio... pero tenerla con tres sirenas y un entrenador haciéndote una coreografía mientras te tomas la cervecita........... ni con la tarjetita del anuncio
¡qué bien nos lo hemos pasado!!!!!!!!!!!!

Kalinnita!

Anónimo dijo...

jajajjaja Silvia, qué buena la foto del Privé y Jordi con la bolsa con las cervecitas!!!
Sí que era bonito Ermioni, si.