martes, 10 de noviembre de 2009

Hydra




Seguimos mirando atrás, que no hay nada como tener un paraíso al que volver con la memoria cuando
hace fresquito y llueve...



Aquí está el mapa de rigor.





Hydra (lo hemos encontrado escrito de muchas forma: Ydra, Idra...) tiene fama de ser una de las islas más bonitas de la zona del Sarónico y después de visitarla no seremos nosotros los que echemos por tierra la afirmación!


Comunicada con Atenas a diario con ferry (de los rápidos, de los menos rápidos) es muy conocida sobre todo porque no hay tráfico rodado... salvo -creo- los camiones para recoger la basura y espero que una ambulancia y una dotación de bomberos... todo se hace a lomos de burro.

Con semejantes expectativas estábamos ilusionados cuando pusimos por primera vez rumbo a Hydra (hemos estado cuatro veces este verano) así que no estábamos muy preparados para encontrar lo que encontramos en el pequeño puerto!





Es un puerto pequeño y una isla MUY popular así que decir que estaba hasta la bandera no explica cómo estaba: el amarre se hace con el ancla a proa y cabos a tierra en popa, pues bien, cuando el muelle está lleno, una segunda "fila" de barcos amarra del mismo modo encajando su popa entre las proas de los que ya están (los cabos de popa que los primeros hicieron firmes en tierra estos segundos los fijan a las bitas de proa de los veleros de la "primera fila") y cuando esta segunda fila está completa... pues una tercera por el mismo sistema!!!

Hemos visto hasta cuatro filas de barcos así amarrados, eso sí, si eres de los que llegaron últimos has de pasar por tres veleros para llegar a tierra, si eres de los primeros, no puedes salir hasta que lo hagan los que tienes delante y si no es extraño que se enreden las cadenas en otros puertos en éste para qué contar!!

Si a esto le añadimos que los ferrys llegan a un muelle que hay justo al lado levantando una ola que hace que todos los mástiles vayan locos... impresionante.

La primera vez intentamos amarrar -había un buen sitio en segunda fila- pero un catamarán de chárter nos birló el lugar sin contemplaciones (cuando estábamos a punto de dejar caer el ancla se nos vino encima y nos obligó a maniobrar para no colisionar... la ley del más fuerte, o del más descerebrado, o del más grande, o del que no tiene miedo de cargarse el barco porque no es suyo!) y después -tranquilamente fondeados- casi nos alegramos del "favor" que nos hizo echándonos del puerto.

Fernando, nuestro amigo del Ralip, nos había prevenido y nos había dicho que él siempre fondeaba en Mandraki, una bahía que está algo más al norte, así que para allá que nos fuimos.




Llegamos a Mandraki y nos encontramos con una bahía preciosa... de esas en las que hay que amarrar con un cabo a tierra lejando unos metros entre la popa del barco y la costa porque hay rocas...

como iremos volviendo, la técnica merjorará espectacularmente, pero la primera vez tuvo su dificultad! El centro de la bahía es muy profundo, hay que soltar el ancla cuando la sonda marca unos 25-30 metros, dejar ir unos 80 metros de cadena y amarrar a tierra llegando en auxiliar o a nado (aquí pisé un erizo y aprendí que no hay que hacerlo sin calzado adecuado).

Por suerte de que un vecino nos dejó abarloarnos a su barco para hacer la maniobra del amarre con más calma y después -en días de menos viento- hemos podido comprobar que la práctica lo es todo y que podíamos hacerlo sin dificultad, pero de un modo u otro, a lo que íbamos:
ya estamos en Hydra.




El mayor problema de esta isla es que tanto el puerto como los fondeos -preciosos- que tiene están abiertos al norte y que el viento habitual de la zona es el Meltemi... viento del norte, así que hay que intentar encontrar días sin viento o con viento del sur (difícil) para estar tranquilo en el fondeo o encontrar un buen lugar en el puertecito (muy difícil)

La primera noche que dormimos en Mandraki la pasamos en vela... guardias de fondeo ante un viento importante que parecía querer llevarnos contra las rocas (cuando en un fondeo hay mucho viento nos levantamos cada hora para ver que todo está bien, tenemos puesta la alarma de la sonda... pero esa noche nuestros vecinos la pasaron en vela con el motor encendido un poquito avante porque su ancla no había cogido bien!).

Después de esa experiencia sólo hemos vuelto cuando la meteo indicaba que no había problema. Es cierto que Hydra es preciosa y que merece la pena no perdérsela... pero hay mil rincones preciosos que merece la pena no perderse por la zona, y no somos de los que disfruten con el riesgo innecesario!!!!



Eso sí, una vez amarraditos y sin malos vientos, es un lugar ENCANTADOR en el que pasar un día, dos días o más si lo que buscas es tranquilidad... en el fondo de la bahía hay un hotel con restaurante y cafetería, parada de botebús y taxi para ir al puerto de Hydra...





Es probable que por la mañana veas a algún lugareño yendo de aquí para allá con el burro de rigor (o sea, que no es un reclamo de la guía... ¡es verdad!)




Las aguas son CRISTALINAS y poder saltar en cualquier momento es algo que no tiene precio y además es el lugar en el que yo he descubierto el placer de hacer snorkel... pero esto os lo cuento otro ratito.




Y cuando entran ganas de estirar las piernas, en un plis plas el barquero-Johan nos acerca a la orilla.




El puerto está a una media hora andando, pero el camino está plano e iluminado, es un paseo muy recomendable, con unas vistas preciosas a cualquier hora: viendo la puesta de sol, disfrutando de una noche estrellada...




Pero también se puede optar por el bote-bús; sale aproximadamente cada media hora desde el pantalán del hotel y por 2'5 euros te lleva al puerto; está la opción del taxi (14 euros un bote-taxi completo que puede llevar hasta 8 personas) pero hay que llamarlo por teléfono (es más fácil en sentido contrario -puerto a Mandraki- ya que hay una parada llena de taxis) y te deja directamente en tu velero!





Y de una manera o de otra, llegamos a Hydra ciudad/puerto/pueblecito.





Es cierto que es precioso; si no te mueves del puerto hay mucha más aglomeración de gente que en otros lugares que hemos conocido, hay más tiendas de marca y diseño (por lo tanto es más fashion y más caro), las compras de comida te salen por un pico, la cervecita es más cara... pero es taaaan bonito y en cuanto te alejas y empiezas a caminar es tranquilo!





Los burros, que lo mismo los ves cargando con las mochilas o maletas de algún turista camino de su hostal, que llevando las cervezas u otras provisiones a bares y comercios






Las calles blancas y azules que seguro que nos tienen reservadas las Cicladas pero que en esta zona se nos hacen novedad





Las casitas dibujándose en la ladera de la montaña como si de una postal se tratase





Y como no el espectáculo de la puesta de sol... que si la orientación del puerto no es buena para la estancia con vientos del norte, tiene otras ventajas!



puesta de sol desde el fondeo



Aunque cualquier rincón es bueno para disfrutar de este espectáculo, hay un barcito que se llama Sunset en el que puedes acompañar la fiesta de los ojos con una cervecita o un mojito... eso sí, hay que tener la buena costumbre de mirar la lista de precios antes de pedir para evitar sustos -que aquí los dan-!!!


foto de Olga Casado

Y llega la hora y...



el silencio lo envuelve todo, y los coleres parecen de mentira y piensas eso de que la vida es bella si te puede regalar momentos así




Y al caer la noche puedes optar por quedarte de copas, irte a cenar a cualquier resturante... o volver a bordo, echarte unas risas con los amigos y tumbarte en cubierta para ver los cientos de miles de estrellas que parece que están ahí solo para tí.

A nosotros nos gusta más lo segundo.



















2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola hermanita!
muy bueno el relato. A mí me encantó esta isla... aunque no tuve que sufrir con lo de "aparcar en segunda fila" porque llegué en ferry... de los leeeentos.
A ver cuando nos explicas lo del snorkel. Las poquitas veces que he podido hacerlo (en Tailandia y Viet Nam) me lo pasé teta.
Un beso!

Eli dijo...

Aisss que recuerdos me ha traido Hydra..... fue uno de los sitios que mas me gusto cuando fui alli. Paseando sola por las callecitas, me meti en casa de un pintor, que no me acuerdo de donde era, pero no griego y que llevaba alli como veintipico años..... Encantador.
Un beso