miércoles, 30 de enero de 2013

Menús y recetas

En octubre fue mi cumpleaños; aprovechando que estaba en Barcelona, mi hermana me quiso regalar algo que al mismo tiempo me gustara y me fuera útil en el barco, bueno, y que no pesara en el equipaje al regreso.
 
Si unimos lo que me gusta a lo que me sirve, el resultado no podía ser otro: COCINA
 
Así que me regaló un taller para aprender a hacer pasta fresca casera
 
 
 

El resultado fueron dos tardes entretenidísimas y divertidas y mis primeros tallarines y raviolis


Así que si alguien se anima a visitarnos, que sepa que el menú se ha ampliado (porque también me ha dado por las pizzas). Pero por aquí lo básico sigue siendo conseguir los ingredientes y si hay algo que se consigue fácil son: las langostas (de momento porque nos han dicho que a partir de marzo o abril hay veda de pesca; ellos sí que saben como NO agotar los recursos)





Hay muchos veleros que compran las langostas y las acomodan en una red que dejan dentro del agua en el mar para hacer uso de ellas unos días más tarde. Nosotros no es que seamos unos abanderados contra el sufrimiento animal (vamos, que nos comemos las langostas) pero preferimos que el mal rato sea corto... y nos las zampamos el mismo día que las compramos.

No nos gusta comernos las cabezas (sí, sí, mucha gente piensa que es un sacrilegio) y como nos da un poco de cosa meterlas en el agua hirviendo mientras están vivas, pues Johan las mata rapidito y me facilita las colas maravillosas para cocinarlas



El precio de la langosta varía mucho: depende del fondeo en el que estés (si hay muchos americanos el precio sube, si hay pocos veleros el precio baja) y de la fecha (en Navidades el precio fue para arriba) pero por lo general se puede comprar una de las piezas que véis en la foto por unos 5 dólares



La cuestión es que yo no he sido nunca muy de marisco y aunque me quedan estupendas, no tengo muchas recetas para varíar el modo en que las cocino. He pensado hacer raviolis de langosta (suena de muerte) pero si alguien me puede hacer llegar alguna receta fácil y sabrosa, somos todo oídos y papilas gustativas!

Seguimos en San Blas

1 comentario:

Anónimo dijo...

Lo de no comerse la cabeza debiera estar penado con carcel.

Pruébalas a la plancha, abriéndolas antes por la mitad.