miércoles, 10 de febrero de 2010

Rumbo a Poros... si nada nos lo impide

Día 8 de febrero a las 7'30 de la mañana.
Suena el despertador -muy temprano- y me siento tentada a darme media vuelta y simular que no lo he oído pero llevamos días queriendo salir de Pto. Keli para ir a Aegina y hoy hay una ventana de buen tiempo, así que me aguanto el sueño y me levanto a poner el café en el fuego.
Tal vez no era del todo mala idea quedarse en la cama, hay días que parece que nacen torcidos!




Antes de las 9 lo tenemos todo recogido, el ancla arriba y la proa apuntando a nuestro próximo destino. Peeeero, a menos de una milla de la salida el motor (o por esa zona) empieza a hacer un ruido raro y lo dejamos en libre inmediatamente. Pensamos que puede ser algo que se haya enredado en la hélice pero es del todo imposible ver nada. Me quedo a la rueda y Johan baja a echar un vistazo. En el motor todo parece perfecto pero tenemos instalado un sistema de unión entre el eje y el motor (un Aquadrive) y ahí está el problema:

Siguiendo las instrucciones del fabricante, atornillamos la pieza que acopla el aquadrive al eje sin ningún tipo de cola u otra cosa que previniera que los tornillos pudieran soltarse... y se habían soltado (algunos completamente rotos) con lo que el eje había retrocedido un par de centímetros -hacia el interior-, entraba algo de agua y el eje no giraba

SOCORRO

con todo desmontado, sin motor, tocaba volver a puerto.

Bajamos la auxiliar y Johan compusó en un momentito los cabos para el remolque y allá íbamos, yo a la rueda del Alea (pánico total) y Johan con Aleita y sus super 4 hp remolcando -llegamos a la friolera de 2 nudos de velocidad. Y es que el invierno no es la mejor época del año para navegar pero también tiene días de mar como un plato, sin viento... y el destino nos regaló una avería, pero en el mejor momento!

No pude evitar acordarme de Guillermo e Isabel, del velero Tintín, que en un relato precioso explicaban que en una travesía no todo es bonito, pero que en los momentos malos no se te ocurre sacar la cámara para inmortalizarlos... pues eso, que no hay imagen del remolque, pero de verdad que habría valido su peso en oro!

De vuelta en el fondeo, tocaba reparar... yo me veía en Pto. Keli hasta la primavera (me pilló pesimista) pero Johan dijo aquello de "no te preocupes que hoy salimos" y se puso manos a la obra.







Para rematar el tema nos faltaba un mísero tornillito para cerrar el trasto (instalado ahora con arandelas de no retorno) así que a la carrera a buscar una ferretería, que en Pto. Keli no había, que en Kranidi, buscar transporte, llegar antes de que cerraran... y PRUEBA SUPERADA

A las 16h volvíamos a levar anclas para poner rumbo a Poros -demasiado tarde para llegar a Aegina- ya que si esperábamos nos teníamos que quedar quietos al menos 3 días más y como el camino era conocido no importaba navegar en la noche.



Como no todo iba a ser malo, la reparación está perfecta, el viento fue el ideal (entre 13 y 16 nudos casi todo el tiempo de través) una media de 6,5 nudos con muchos ratos de 7... surcando el mar sin sentir!

Bueno, sin sentir pena ni miedo... pero con un frío que para qué!



A las 21,20 estábamos fondeados en Poros. En verano no había como encontrar un huequito, pero esta noche hemos sido los únicos en la bahía.

Tempranito por la mañana nos hemos amarrado al muelle (con una maniobra que Johan acababa de aprender en una revista -que está todo el tiempo estudia que estudia- y que nos ha salido fenomenal) porque hoy tenemos previsión de fuerza 6/7 todo el día.

Si no hay novedad mañana hacemos las 15 millas que nos separan de Aegina... que hay una lavandería muy económica y tengo una pila de ropa por lavar que ya no tiene espera.

La verdad es que podríamos poner rumbo directo a Kea desde aquí, pero Fernando -nuestro amigo del Ralip- ha llegado hoy a Aegina y no queremos perder la oportunidad de charlar con el un buen rato, por que ¿qué hay mejor que encontrarse con un amigo?? Nosotros pensamos que nada

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola:

Me has dejado con la curiosidad de conocer esa maniobra de atraque recién aprendida. ¿La podrías contar?

Aprendo mucho con vuestros blogs. Son estupendos.

Aletxu

Anónimo dijo...

No hay nada más reconfortante que salir airoso de una reparación... y además en poco tiempo... felicitaciones

Juan Ignacio

Anónimo dijo...

Hola,me dais una envidia,que pa que