martes, 24 de mayo de 2011

Rumbo al Peloponeso. Táctica y estrategia II


Decidimos poner en práctica nuestra táctica (o estrategia) esta vez por escrito que el camino era largo y yo quería aprender estas artes. El plan erea llegar a Monemvasia -pasando de largo de la isla de Kithera... otra vez será- unas 85 millas en uno de los lugares famosos por el encañonamiento de los vientos. Aquí os dejo una imagen de las habituales (no del momento en que nosotros pasamos!) de la zona para que veaís lo que intento explicar


85 millas con nuestro conocido promedio de 5 millas nos daban unas 17 horas de trayecto; si queríamos llegar alrededor de las 8 de la mañana -de día!- teníamos que salir sobre de las 15h; como amanece alrededor de las 6'30 teníamos un poco de margen si acelerábamos y mucho margen si el ritmo era más lento ya que nosotros seguimos apostando por vela -a poder ser, sin motor- aunque nos movamos a 4 nuditos si las circunstancias lo permiten.

Con papel y boli hicimos un esquema de la ruta a seguir, con sus puntos intermedios, y del viento previsto en función de la hora a pasar por cada uno de ellos para ver cuál era la mejor estrategia.

En la salida se preveían vientos que nos obligarían a ceñir apoyados en el motor durante unas 4 horas, hasta despegarnos de la costa de Creta y a partir de ese momento el viento nos tenía que entrar entre 50/60º F4 con lo que esperábamos ir con ola ya formada y no muy cómoda, pero a vela!

Salimos puntuales a las 15h y con las velas arriba hubo que poner el motor un ratito


La previsión de F3 se iba cumpliendo y el viento entrando en 20º nos hacía poner el motor, aunque finalmente sólo durante dos horas. Si abríamos el ángulo -gran tentación- para ir en ceñida a vela después de las primeras horas habríamos seguido recibiendo el viento en 30/35º en lugar de los 50/60º previstos... así que decidimos "ser tácticos" y seguir no las ganas sino el plan!



La ola que había formada era bastante espantosa -alta y corta y entrando de ceñida- y yo me mareé un poco (bastante) cosa que no pasaba desde hacía meses... pero que aún me pasa de vez en cuando. En estos casos y si el capi me autoriza porque se puede apañar solo, me voy al salón y procuro dormir y dormir.

En cualquier caso y como era una travesía nocturna organizamos las guardias; habitualmente son de dos horas cada uno, pero como estaba pachucha Johan propuso empezar con tres (él) y una (yo) y me apunté sin pensarlo demasiado a la idea!

A las 22.00h me avisó, me equipé, salí y me puso en situación... y se fue a descansar un ratito. El lugar es de un tráfico MUY INTENSO ya que todos los mercantes que van camino de Pireos o Estambul, Mar Negro, etc. pasan por aquí en lugar de hacerlo por el canal de Corintio.

Esta es una imagen de días más tarde, pero que sirve para hacerse una idea de lo concurrido del lugar... como unos grandes almacenes el primer día de rebajas!



La fuerza del viento anunciada (F4) era en realidad F5/6 así que íbamos con dos rizos en la mayor para ir tranquilos. El ángulo previsto del viento (50/60º) era en realidad mejor (70/80º) así que nuestro promedio de 5Mn/h no se cumplía y llevábamos mucho rato por encima de los 6'5, adelantados sobre nuestras previsiones.

Yo me sentía fatal (no para morirme, no para no poder mirar el mar y el plotter... pero fatal) y no encontré mejor forma para concentrarme en algo distinto que el mareo y las ganas de vomitar que ponerme a cantar. En esos momentos no me sirven los 40Principales sino algo monótono -tipo mantra- y no se me ocurrió nada mejor que una canción infantil

¿os la sabéis?


Un elefante
se balanceaba
sobre la tela de una araña
como veía
que no se caía
fue a buscar otro elefante...

y así ir sumando elefantes uno tras otro

En la hora que Johan se tomó para descansar, mantuve el rumbo, controlé un par de mercantes en el AIS y llegué a 146 elefantes en la tela de la araña!

Dos horitas más de sueño -yo duermo siempre muy bien, hasta cuando estoy mareada- y volví arriba. La pantalla del AIS era una fiesta con decenas de mercantes que iban y venían en todas las direcciones.

Mi mareo estaba un poquito mejor y pude dejar descansando a los elefantes aunque los millones de estrellas del firmamento no conseguían conmoverme lo más mínimo (¡estaba mejor, pero no buena!). Johan me había pedido que lo avisara cuando tres mercantes que venían derechitos a nosotros desde tres ángulos distintos estuvieran a algo más de tres millas para controlar que nos ven, que nos respetan

De este modo mi guardia tampoco duró las dos horas de rigor, ya acostada podía casi oir la maquinaria mental de Johan: si arrumbo a estribor salvo A y B pero voy rumbo de colisión con C, si arrumbo a estribor... si voy algo más rápido, si quito velocidad... y finalmente pude oírle hablar por la radio con uno de ellos, que sí, que nos había visto, pero que hizo una maniobra a última hora que de no haber hablado directamente con ellos y estar seguros que sabían lo que hacían, nos habría matado del susto!


En mi siguiente y última guardia el viento que nos ha llevado en volandas alrededor de los 7 nudos, desapareció al quedar al abrigo del Peloponeso (de 30 nudos establecidos en el canal pasamos a 3!) Johan ya había recogido y abierto génova un par de veces, cuando subí a la bañera estaba abierta y me preguntó si podía recogerla yo sola si hiciera falta y poner el motor, le dije que sí, ¡claro!
el mareo ya era muy pequeñito y eran poco menos de las 4 de la mañana.

Recogí el génova y puse motor a 1500 rpm y en menos de 30 minutos, cuando salimos de la sombra de una montaña muy alta el viento volvió a aparecer: 8 nudos, 10 nudos, 14 nudos... ir a motor me parecía un pecado y despertar a Johan para que me ayudara a sacar la vela también ¿¿??
¿podría yo solita con el pedazo de génova? ¿sabría sacarlo dejando enrollado un rizo? ¿qué haría Johan ahora mismo?

Pues nada, allá que voy.

Los primeros metros sin problemas pero cuando el viento empezó a empujar la vela, aquello (los cabos) se me fue de las manos (literalmente) y corrí a fijar como pude en los winches, a tensar y ¡voilà! la vela estaba en su sitio, apagué el motor y volvíamos a navegar a 6'5 Mn/h
¿estaré aprendiendo cosas?

Johan se despertó -casi nunca tengo que avisarlo- y se sorprendió de ver la vela y no oír el motor, sonrió... yo creo que contento!

Ya me quedé con el porque nuestro objetivo estaba a la vista y en pocos minutos tocaba preparar el amarre en un puerto nuevo que segun el radar no coincidía exactamente con las cartas (también están haciendo obras y mejoras) y ¡otra vez de noche!

Había espacio sin problema para abarloar fácilmente al muelle en una maniobra sin problemas. Antes de las 06.00h estamos amarrados, con el barco recogido... y listos para ir a la cama!




ejem, ejem... sin comemtarios al respecto de las tácticas y las estrategias: habíamos conseguido hacer en poco más de 14 horas la travesía, casi en su totalidad a vela, habíamos aprovechado bien el viento, tan bien que lo único que no conseguimos fue lo que buscábamos: llegar de día

... ahora a descansar... buenas noches!


2 comentarios:

techy.amal dijo...

Qué sitios tan maravillosos...
Mucha suerte en vuestras travesías, quizás en algún momento os visite.
Un abrazo.
Teresa

Anónimo dijo...

...Y no ibais escorados con tanto elefante? jeje. Una maravilla leerte, parece que estoy en el mismo Alea y pasandome a mi. Salut!!

Xaoxao