lunes, 4 de abril de 2011

Nissiros, Nisyros, Nis...

Como la previsión del tiempo era buena, la distancia corta y la estancia en Kos "de pago"... decididmos decir adiós a la isla y poner proa hacia Nisyros



El viaje fue cómodo y rápido, unos 20 nudos entrando por 60º hicieron del trayecto poco más que un paseito para llega con la luz del día al nuevo destino del que nos habían hablado muy bien y que dispone de un puerto que se ha mejorado (la entrada está modificada desde la publicación de la Pilot que manejamos... pero claro, no es la útlima edición!!)



Al llegar a puerto, donde encontramos sitio sin problemas, no hay que olvidar que el relato se remonta a finales de octubre cuando la mayoría de veleros ya están en su lugar de invierno, y para nuestra sorpresa ¿quién nos ayudó con las amarras? Sven, del C'est la vie, un velero de bandera francesa y armadores sueco/irlandés con quienes habíamos coincidido en el Jónico muchos meses atrás!!!!

siempre es divertido reencontrarse con gente de otros veleros, ellos no habían llegado a Nissyros con idea de quedarse, pero la isla les fascinó de tal manera que decidieron hacer invierno en ella, además está muy cerquita de Kos desde donde se puede volar baratito... nos gusta ver que no somos los únicos que van haciendo planes un poco sobre la marcha ni los únicos que se dejan seducir por lugares poco "turísticos".

Sven nos comentó que ellos alquilaban de vez en cuando una scootter y paseban por la zona, nosotros preferimos intentarlo con un coche y encontramos una casa de alquiler cuyo propietario era un griego que ha pasado su vida en EEUU y ha regresado a su isla de origen (8 Km de diámetro, 41 km2) con su esposa y su hija adolescente.

Él nos comentaba y nos insistía en que Nissyros es la isla más bonita de Grecia, la más bonita del mundo pero no nos podíamos dejar de preguntar cómo sería la "operación transplante" para una adolescente nacida y criada en Nueva York... y nos quedamos con la duda

Alquilamos el coche (25 euros con seguro a todo riesgo y tal y como nos hizo constar el señor "con kilometraje ilimitado!") y preguntamos qué era lo más destacado: sin duda el volcán, la capital de la isla (Mandraki), el paleokastro y las pequeñas aldeas del interior. Nos recordó que teníamos que devolver el depósito lleno y que para eso teníamos una única gasolinera; nos pidió encarecidamente evitáramos poner el coche en la pendiente porque si no no había como llenar el depósito, jeje.

Y siguiendo los consejos de los que saben pusimos en primer lugar rumbo al volcán



Bueno, tengo que deciros que la visita a Nisyros (o Nissiros o Nis... que te muchas formas lo hemos visto transcrito) fue de esas que te empujan sin remedio a saber más de lo que estás viendo y después de pasearla te lleva de cabeza a internet

Así os puedo explicar que según la mitología la isla no es más que una parte de Kos que Poseidón arrancó y lanzó contra el gigante Polivotis que huía de él; Poseidón, con buena puntería, le dió de pleno al gigante que yace desde entonces bajo la isla y de vez en cuando gime... y entonces el volcán entra en erupción y la isla tiembla.



Llegamos al volcán alrededor de las 10 de la mañana con un inconfundible olor a huevos podridos nos indicaba que no habíamos errado las coordenadas.

Y nos volvió a pasar algo que creo que ya os he comentado en alguna otra ocasión

¿no os ha pasado nunca que al llegar a un lugar -espectacular, recomendado y recomendable- y ver que no hay nadie (nadie, nadie, ni un solo japonés haciendo fotos) os da la impresión de que tal vez no será tan importante?



Pues ahí estábamos nosotros paseando por el cráter más solos que la una

El volcán -que es de los más activos del Egeo- hizo erupción por última vez en 1888 pero se mantiene constantemente activo y es posible ver las fumarolas (que van entre 90 y 110º de temperatura) en plena acción



Por cierto, que si os animáis a visitarlo es fundamental ir con un buen calzado (con buena suela y bien cerrado) ya que todo el suelo es de barro que se te pega en la suela y después de media hora paseando parece que lleves el mundo pegado en los pies, que el gigante Polivotis tire de tí hacia abajo, por no hablar que está calentito y no queda garantizado que unas sandalias lo aguantaran






y claro, en verdad es un sitio muy recomendado y recomendable y el espejismo de estar solos (y la duda sobre la importancia del lugar) nos duró a penas media hora hasta que llegó el primer bus que traslada a la gente desde Mandraki -la capital de la isla hasta donde se puede llegar también en ferry desde Kos o Rodas- cargado de turistas... aunque sin japoneses a la vista!



y la visita al volcán aún tenía otra sorpresa que depararnos; vimos lo que nos faltaba por ver en las islas griegas: habíamos visto miles de gatos, perros, montones de cabras, ovejas, siempre un burro en cada isla... pero nos faltaban los cerditos paseando tan campantes por los caminos!



El volcán se compone de siete cráteres -el mayor y primero que visitamos se llama Stefanos- por lo que la visita puede alargarse en paseos tranquilos disfrutando de los colores increíbles que nos regala la naturaleza


Las formas caprichosas que provoca la erosión



¿será así la luna?


Después de tomar un cafecito griego en la cantina del volcán -que también tiene de eso- seguimos ruta para explorar las aldeas del interior de la isla

A la entrada de una de ellas nos encontramos con una señal que nos llamó la atención



paramos el coche y nos acercamos a ver en qué consisitía la sauna... y no era más que un recinto pequeño (tal vez dos x dos) con una silla de piedra y un calor y un vapor propio de eso, de una sauna y fruto de la actividad del volcán




Aunque el día estaba nublado y nos cayó algún chaparrón, el paseo por las calles -como todos los paseos por las islas cuando están tranquilas y se dejan pasear sin prisas- fue muy agradable



y después de comer nos dirigimos al Paleokastro donde pasamos lo que quedaba del día completamente fascinados por la construcción que data del S. IV a.C y sobre la que apenas he encontrado información

Se trata de un recinto amurallado de piedra volcánica

es especial por su diseño; la puerta de acceso estaba situada en una especie de U de forma que no era posible intentar derribarla con el sistema de un tronco empujado y golpeando (vamos, la imágen típica de las películas de griegos y romanos)



el estado de conservación es impresionante y no nos costó nada ensimismarnos y sentir que éramos arqueros defendiendo la plaza, o mercaderes que vendíamos nuestros productos, o los señores del lugar con nuestros trajes elegantes (¿?)

bueno, tengo que deciros que un día lavando la ropa en Rodas (hacía un poquito de frío) me quedé ensimismada mirando el mar, imaginándome cómo sería estar en Groenlandia -por lo del fresquito, supongo- qué impresión me causaría encontrarme con una ballena... en fin, que imaginación no nos falta y el entorno era como para dejarse llevar



El hecho de que la piedra con la que está construido el muro sea volcánica le daba una imagen muy especial (un poco siniestra?); era una construcción perfecta para ver cómo eran los muros de defensa: dos paredes perfectamente levantadas y entre ellas un relleno que les daba consistencia y hacía el recinto fuerte y seguro




Lo que más nos llamó la atención fue la técnica de unir las piedras; lejos de poner una piedra sobre otra y rellenar los huecos con otros materiales, cada pieza estaba perfectamente tallada para encajar con la siguiente en un tipo de construcción que me recordó muchísimo al muro del Inca en Cuzco




Y a los pies de la muralla del Paleokastro, Mandraki, la capital de la isla



y después de un día intenso... de regreso a la aldea pesquera de Pali donde nos esperaba Alea y los amigos del C'est la vie y los nuevos amigos del Namasté.
Nos encanta esta vida!!!



Info:
en Pali, donde se encuentra el puerto, es posible hacer compras pero muy limitadas (y caras) así que es mejor venir con las despensas preparadas si se decide pasar unos días
en el puerto, cuando hay sitio, no es raro que los velero cambien de muelle según sople el viento ya que los habituales son de sur o norte y cada uno de los muelles ofrece mejor protección para esta o aquella dirección


y no olvides que si quieres ser un intrépido
viajero a bordo del Alea, hay sitio para tí
www.sailingalea.com.

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