domingo, 24 de abril de 2011

Rodas

Aquí estoy de nuevo!

Acabamos de pasar unos días con gente a bordo, días con navegaciones preciosas, algún que otro chubasco y un buen número de anécdotas

En nuestro anterior post recibimos un mensajito (gracias Martín) en el que nos pedían que si era posible dar un salto y ponernos a explicar el presente, ya que es más atractivo saber dónde estamos en realidad que leer la crónica de las aventuras pasadas. Martín, tienes razón -más que un santo- y Johan está totalmente de acuerdo contigo

Peeeero, yo no me siento capaz de dar un salto y dejar atrás sin relato algunos tramos que me han enamorado, así que vamos a llegar a un punto de acuerdo y como vamos a estar 15 días sin gente a bordo, prometo ponerme las pilas y escribir mucho más seguido que de costumbre y si todo nos cuadra... en dos semanas he llegado al "hoy" y todos felices

Así que aquí estoy, preparada para escribir nuestras aventuras en Rodas donde hemos pasado más de tres meses; en mi mente me había imaginado al menos tres entradas para explicar esta isla, pero si quiero cumplir mi promesa tendré que comprimirlo todo en una única... que eso sí, lo siento, va a ser larguita, jeje

¿preparados?

pues ahí vamos

Dejamos Symi para dirigirnos a Rodas en un día sin demasiado viento, pero el suficiente para ir poco a poco con el génaker; la temporada de charter (estamos a finales de octubre) parece no acabarse nunca y a eso hay que sumar los numerosos barcos de propietario que hacen escala en este puerto antes de llegar a su destino invernal en Marmaris, una de las marinas más populares entre los navegantes para pasar los meses fríos. Veíamos mucho barco con nuestro mismo rumbo y nos temíamos que no hubiera plaza al llegar, pero Fernando del Ralip nos había indicado un fondeo así que decidimos no renunciar al paseo a vela y dejar el motor descansando



y al llegar al puerto... pues eso, que estaba a tope y no se veía un huequito para echar el ancla. Un alemán nos indicó que algún barco se había amarrado justo en la esquina (había una goleta inmensa y un rinconcito entre ella y la bocana) y que no era imposible pasar ahí una noche, que al día siguiente el salía temprano y podíamos ocupar su lugar. Así que ahí que nos pusimos, más fuera que dentro con el despertador puesto para "acosar" al alemán y asegurarnos una plaza dentro. Al día siguiente -no antes de las 11- estábamos amarrados como toca y podíamos empezar a disfrutar de Rodas.

Rodas, ciudad, es un lugar cargado de historia y resulta imposible al llegar dejar de imaginar el gran coloso que un día presidió el puerto



rebuscando un poco en la wiki, me enteré de que el coloso existió sin duda alguna, fue una obra gigantesca para agradecer la victoria en una batalla larga y complicada allá por el 305 a.C.; tardaron 56 años en contruirlo y en el 226 a.C. un terremoto lo tiró abajo; los lugareños decidieron dejar los restos de la escultura en el lugar que habían caído pues cosideraban que así lo había querido el oráculo; unos 900 años después los turcos no supieron ver las intenciones del destino en los montones de bronce que andaban por ahí tirados y lo interpretaron como un buen botín que llevarse del lugar... y ahí desapareció definitivamente el coloso.

Hoy dos pedestales dan la bienvenida a los veleros, con dos cervatillos -símbolo de la ciudad- coronándolos; menos espectacular pero aun así una imagen que se te queda en la retina







Y presidiendo la bahía en la que nos encontrábamos el castillo de Rodas, obra de los Caballeros de la Orden de San Juan de Jerusalen que tuvieron aquí su "base" durante una buena temporada ya que esta isla fue un punto estratégico en la época de las cruzadas.




De entonces -siglos XIV y XV- data la construcción de la ciudad antigua que se conserva en un estado excelente y en la que -especialmente en una noche de invierno, cuando los turistas ya volvieron a casa- puedes perderte y sentir que has viajado en el tiempo...



tanto es así que ... nos perdimos, después de caminar por las calles empedradas, iluminadas apenas, tuvimos esa sensación de "por aquí ya hemos pasado tres veces" y decidimos preguntar a un lugareño -aunque cueste de creer la ciudad vieja está viva y habitada- para llegar nuevamente a la marina



¿se os ocurre mejor sitio para perderos unas semanas?


a nosotros tampoco

Además de la belleza de la ciudad, pronto vimos que ahí podíamos encontrar de todo -alguna tienda náutica, buenas ferreterías, buen trabajo en inox...- pero por encima de todo descubrimos que había gente encantadora con la que queríamos compartir algo de tiempo, así que aunque Rodas no sea el puerto ideal para pasar el invierno y fuéramos a penas cuatro veleros los que decidiéramos instalarnos allí durante unos meses, nos olvidamos de nuestros planes de seguir hacia Creta e hicimos de Rodas nuestro puerto base invernal.


¿qué tiene de bueno hacer invierno en Rodas?

como os he comentado, para nosotros el elemento fundamental de nuestra decisión se llama "gente".

A poco de llegar, ya instalados -después de cambiar dos veces de amarre- en nuestro lugar definitivo se nos rompió el guardamancebos (es la línea que va de proa a popa por los laterales del casco a modo de barandilla) y necesitábamos cambiarlos; encontramos una tienda de inox y cuando Niko, el de la tienda, nos dio a elegir entre dos posibles terminales, Johan me explicó la diferencia entre uno y el otro. La cosa fue más o menos así

Johan- y este terminal tiene esta y aquella ventaja
Niko- Do you speak Spanish?
Johan- yes, my wife is Spanish
Niko- ¡my wife speaks Spanish!!!
dos minutos más tarde
Niko (tendiéndome un teléfono)- my wife
Silvia (cogiendo el teléfono con cara de espanto) - ¿hola?
Pari (la esposa de Niko)- hola, soy Pari, y Niko me ha dicho que eres española...

a partir de ahí me enteré que había una asociación de hispanohablantes (hay gente de Madrid, Barcelona, Zaragoza, Colombia, Perú, Venezuela, Chile, Paraguay...) en su mayoría mujeres, casi todas casadas con griegos y asentadas en la isla desde hace muchos años, pero también alguna persona griega -como Pari- que simplemente decidió aprender español

Se reúnen, charlan de sus cosas, hacen actividades, sus hijos pueden hablar español entre ellos... y sobre todo se divierten y son capaces de compartir y contagiar la alegría que se les escapa por cada poro de la piel; así que sin comerlo ni beberlo esa misma tarde yo estaba ensayando villancicos para el concierto de Navidad en la iglesia de San Francisco (uno de los días más bonitos y divertidos de los últimos años)



y con esa capacidad suya de hacerte sentir parte integrante del grupo por derecho propio, sin preguntar cuándo llegaste, ni cuánto te quedas, ni qué tienes que aportar... pues he ido pasando de fiesta en fiesta


porque al que quiere divertirse no le faltan nunca excusas



aunque no todo ha sido fiesta; la asociación ASELEA tenía la intención de formar una biblioteca reuniendo los libros en español que cada cuál quisiera aportar ya que como os he contado alguna vez no es fácil conseguirlos estando en Grecia. Pues bien, ahí pudimos nosotros aportar nuestro granito de arena: nos reunimos unas cuántas veces para que yo pudiera darles cuatro nociones de cómo organizar una pequeña biblioteca, sus ficheros, el sistema de préstamo y de paso volver a sentir el gusto que siempre me dió mi trabajo en bibliotecas; y puesto que en el Alea llevábamos muuuuchos libros (y poco espacio) y ahora con el ebook nuestras necesidades estaban más cubiertas, hicimos un donativo de un buen número de libros que ahora están en Rodas ¿no es maravilloso?

por cierto, que si alguien quiere hacer más grande la biblioteca ASELEA de Rodas y regalar a estas gentes que a nosotros nos regalaron su afecto y su risa, un libro (el envio por correo no es excesivamente caro y sirve cualquier novelita que ya os hayáis leído y no os importe ceder) podéis hacer la donación a esta dirección

ASELEA
Stefanou Kazouli 7
85100 Rhodes
GREECE

¿y Johan qué hacía mientras yo iba de fiesta en fiesta?



Pues trabajar, ¡claro! en estas semanas hemos instalado (nótese que el plural que utilizo para hablar de trabajo es un poco tramposo) la BLU, cambiado el guardamancebos, cambiado las pletinas de los reenvíos de las escotas de génova que eran de acero y ahora son de inox, cambiado la roldana de recoger la cadena, cambiado las roldanas del carro del génova que eran de material plástico y las hemos sustituido por bronce, hemos hecho telas antiescora para las camas y muchas más cosas que me canso sólo con pensar

Pero también hemos tenido tiempo para pasear por las calles







Al conocer a gente del lugar se hacía todo más sencillo y por ejemplo pudimos disfrutar del mejor mercado de producto fresco (los jueves y los sábados)



Hemos llevado la fiesta a casa




Hemos disfrutado de los mejores domingos por la mañana de mucho, mucho tiempo




aprendiendo a ir en bici, con una temperatura estupenda (esta foto está tomada el 1 de enero) buscando un bar con vistas al mar para disfrutar del mejor café griego con un buen libro en las manos



o simplemente dándole al pedal para perdernos en los paisajes de la isla.

Pero volvamos al puerto, comentábamos que no es el mejor lugar para pasar el invierno en gran medida porque apenas unas millas más allá está la marina de Marmaris que por un precio similar ofrece una serie de servicios que Rodas no da (en Marmaris hay mucha gente que pasa el invierno a bordo, lo que te da una buena vida social, hay buenos servicios de duchas y baños...) aunque sí hemos disfrutado de conexión a luz y electricidad todo el tiempo que hemos estado ahí

Hemos pagado alrededor de 5 euros por día (luz y agua a parte). Por la luz y el agua cobran 5 euros (por cada concepto) si amarras por unos días, pero como íbamos a estar más de tres meses nos cobraron por contador -o sea, el consumo- y puesto que no hemos dejado de hacer funcionar las placas solares, no hemos pagado más de 15 euros al mes.

A pesar de que el puerto parece bien resguardado, se trata de un punto en el que no es raro que durante el invierno se alcance más de una vez al mes durante un par de días F9/10 lo que nunca es cómodo y después de la tormenta queda siempre una ola dentro del puerto que hace que a veces te sientas como en una coctelera.

Uno de esos días de tormenta Johan no quería ir a dormir "porque le parecía que el muerto no iba a aguantar"... yo me metí entre las sábanas a la hora acostumbrada.

Poco después de las 00h. Johan me dió el grito de "el muerto se ha roto" (a mi me gusta más que "el muerto se ha muerto" pero no era momento de bromas), afortunadamente teníamos dos muertos y el otro gozaba de mejor salud, pero el barco se iba contra el muelle!

Me levanté a toda prisa y me puse apenas un pantalón del pijama y una chaqueta fina (pensé esto es cosa de un momento ¿en qué estaría pensando yo?) y casi me mata un enfriamiento... nos llevó un buen rato asegurar la proa a otras embarcaciones (nos atamos a tres para no cargar a una sola con nuestro peso) y pusimos el motor y nos mantuvimos toda la noche de guardia con mínimo avante.

Por la mañana y con la ayuda de nuestro vecino polaco (gran personaje) pudimos llevar el ancla en la auxiliar y hacerla firme sin problemas...

Unos días después, a media tarde, también con un viento importante, vimos como el barco se escoraba mucho pero mucho, como la proa -a pesar del muerto que seguía vivo y del ancla- se desplazaba asombrosamente a babor... y de repente el silencio más absoluto

Mientras todo esto pasaba yo me iba poniendo a toda prisa el traje de aguas

-¿pero qué haces? me preguntó el capi
- sea lo que sea, esta vez me pilla abrigada, contesté muy seria

salimos a ver qué había pasado y para nuestra sorpresa, un barco/restaurante que había amarrado poco más allá de donde nos encontrábamos estaba completamente destrozado.

Nos dijeron que habíamos sufrido un pequeño tornado, muy localizado, pero con suficiente fuerza como para arrancar el segundo piso del restaurante y dejar mesas, sillones e hierros por todo el puerto, afortunadamente para nosotros... despidió todo hacia el lado contrario en que nos encontrábamos



en fin, que es un puerto en el que se puede estar un invierno, pero posiblemente no el mejor puerto en el que pasar el invierno

eso sí, a nosotros, la gente que hemos encontrado -no caben todas las historias en un post- nos ha compensado sobradamente cualquier incomodidad -que no han sido tantas- y el balance no puede ser más que positivo





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Info para navegantes

la marina de Mandraki es muy popular por lo que no siempre es fácil conseguir plaza; puede intentarse a través de una agencia pero el precio se dispara un poquito
hay dos buenos fondeos justo a la espalda de Mandraki y en la bahí en la que se encuentra la marina seca
Hay una nueva marina -en construcción desde hace un montón de años- que dicen estará a punto el próximo verano 2011... no sabemos precios
Mandraki cuesta el canon estatal (para nosotros 5'5 €/día) y el servicio de luz y agua 5 díarios por cada concepto
en la misma marina hay un supermercado que suministra campingaz (gas griego)
en Rodas es fácil conseguir casi cualquier material (hay un par de tiendas náuticas, tiendas de electricidad, electrónica, ferreterías...)
Es un lugar perfecto para ir de compras (supermercados junto a la marina y mercados con producto fresco, un par de Lidl a los que se llega fácil con el bus)


aquí estoy yo haciendo compras para cruzar el charco jeje



Hay lavandería a escasos metros de la marina
El aeropuerto está muy accesible -con bus o con taxi- y hay líneas de bajo coste que llegan aquí
La isla tiene buenos fondeos... que no hemos podido conocer

3 comentarios:

Paula dijo...

A que te refieres con "las compras para cruzar el charco" ya parten hacia Las Americas??????

Anónimo dijo...

Que fantástico!
Ahora, cuando se rompa alguna cosa, ya sea en casa, en el mar, en el coche, voy a decir, "se ha muerto el muerto". Je je.

Xaoxao

Martin Iut dijo...

Bueno, tampoco era para que lo tomaran al pie de la letra, era una simple observacion, jejeje. Un abrazo muy grande, siempe a pie del cañon para lo que necesiten... Saludos y buenos vientos...