sábado, 16 de mayo de 2009

Siracusa IV. Ciudad sitiada

Siracusa IV

Siracusa ocupada

En nuestra estancia en Siracusa hemos tenido la "suerte" de poder vivir en directo la celebración de una reunión del G8; cierto es que se trataba de una reunión sectorial -únicamente se trataban temas de medio ambiente por lo que había poca presencia de presidentes de Estado, sólo Ministros y especialistas- pero el despliegue de "seguridad" al que nos sometieron -a nosotros, a la ciudad- nos dejó completamente alelados... no sé que harían en caso de una cumbre de mayor importancia!!!

Dos días antes de la inauguración la ciudad empezó a llenarse de policía de todos los colores (no reírse pero vimos pasear hasta policía forestal) y cerraron -literalmente- la mitad de Ortigia (la ciudad antigua): policías apostados en las bocacalles vedaban el paso a cualquiera que no tuviera un especial pase de residente.

Vimos a varios veleros que intentaban llegar a la bahía para fondear y barcos de guerra (lo siento, pero no se me ocurre otra forma de llamarlos) les cerraban el paso y les impedían entrar... debían seguir camino hacia Augusta o Catania.




El día en que empezó el G8 se nos prohibió abandonar el barco sin autorización. El procedimiento era el siguiente:
1.- llamar a la autoridad portuaria y solicitar permiso para ir a tierra
2.- conseguido el permiso, esperar a que una lancha de la guardia costiera viniera a escoltar la auxiliar.
3.- llegados a la zona de puerto, la guardia costiera se retiraba y nos escoltaba una lancha de la policía local.
4.- el primer día podíamos amarrar en la marina y visitar la parte no clausurada de la ciudad; el segundo nos obligaban a que una persona se quedara en la auxiliar mientras la otra podía ir a pasear (ese día caían chuzos de punta, una lluvia inclemente que no les ablandó el corazón... compramos unos pastelitos y volvimos a tomar el café a bordo del Alea!!).

El tercer día de reunión -el importante- NO podíamos bajar a tierra. Teníamos visita y pensamos alquilar un coche para ir al Etna (en Catania, a 50 km) y nos informaron que si dejábamos la ciudad no podríamos volver hasta el día siguiente porque se cerraba la ciudad al tráfico dejando pasar únicamente a residentes.

Desde el fondeo es posible amarrar en un pequeño pantalán -en el lado opuesto de la ciudad- de un círculo náutico que está en un lugar en que es fácil el acceso a los grandes supermercados... pensamos que era una buena vía de escape!!! Pudimos bajar sin ser interceptados... pero el acceso a la carretera estaba cortado: habían obligado a todas las empresas a cerrar las vallas que dan acceso de la playa a la carretera; encontramos por donde pasar pero la carretera estaba infectada de policías!!!



Ese "gran día" vimos llegar cientos (no es una forma metafórica o hiperbólica de hablar... cuando digo cientos quiero decir cientos) de tanquetas antidisturbios.

Dijeron que había una manifestación con unos 10.000 participantes (nosotros no, desde luego, porque no podíamos llegar al lugar en que se desarrollaba), cosa que nos generó muchas preguntas

si la ciudad estaba tomada desde hacía una semana y ni nosotros -pacíficos cruceristas- podíamos llegar a ella ¿cómo lo hicieron los 10.000 manifestantes???? ¿puro teatro??? ¿hacían pases especiales de manifestante colegiado????

si el derecho de manifestación es un derecho reconocido ¿por qué no podíamos entrar en la ciudad, por qué no podíamos manifestarnos??

¿no era ese un buen día para robar un banco en el pueblo más cercano en el que no debía quedar ni el que pone las multas de aparcamiento?

Leímos en un periódico que todo ese despliegue de seguridad era para defender a la ciudad de los peligrosos anti-sistema

ahhhhhh!!

ahora estamos más "tranquilos" y nos sentimos más "seguros" ...............................................



2 comentarios:

Nautijorge dijo...

¡Vaya!
Y al resto ¿quién nos defiende de ellos?
Podrían irse a reunir al Islote Perejil, a las Islas Kerguelen, o mejor aún, a la mierda.
Total, para lo que sirven sus reuniones...
Lo siento, pero es que estos tipos me hacen hervir la sangre...
Como decía Serrat: "entre esos tipos y yo hay algo personal..."

silvia dijo...

¡cuánta razón, Jorge!!! además habían venido unos amigos y allí estábamos, confinados, cual malos profesionales...... el pobre Carlos se pasó los cuatro días diciendo "me estoy poniendo del hígado".
Un beso!!