martes, 10 de mayo de 2011

Creta: Agios Nikolaos y Knossos



Después de solucionar el problemilla del ancla enganchada, pusimos rumbo a Agios Nikolaos que es bien conocida en la zona como la marina que eligen quienes deciden pasar el invierno en Creta a bordo de sus veleros; por esta razón es recomendable solicitar plaza con suficiente antelación; se llena cada año según nos contaron los amigos que reencontramos allí.

La navegación fue tranquila; unas 24 millas con mar plana y un viento que nos permitía ir a vela... hasta que el viento paró por completo; un ratito a motor para volver a subir la vela cuando el viento regresó, y lo hizo con ganas; justo al llegar a la marina habíamos tomado rizos porque la cosa iba en aumento; probablemente la altura de las montañas que nos rodeaban tuvieran mucho que ver.



Intentamos conectar con la marina a través del canal 72 como nos indicaba la guía pero no había nadie al otro lado; finalemente a través del canal 16 conectamos con la guardia costera que nos indica cómo contactar con la marina y con un vendabal importante entramos por la bocana.

Primero nos asignaron una plaza en la que no cabíamos demasiado bien y pronto nos cambiaron por otra mayor, en un ratito de nada y ayudados por dos personas de la marina (menudo lujo!) estábamos perfectamente amarrados; justo a nuestra popa ¡dos barcos españoles! lamentablemente uno estaba sin los propietarios a bordo y con los otros coincidimos a penas un ratito porque volaban hacia España...

Aun así nos encontramos con por lo menos 8 barcos con los que habíamos coincidido en alguna otra ocasión.

La marina nos costó 20 euros diarios y tenía un estupendo servicio de duchas y baños, lavadora (uso por 3 euros) y secadora (otros 3 euritos) además -y como no podía ser de otro modo habiendo muchos ingleses hivernando- se organizaban semanalmente numerosas actividades, especialmente caminatas ya que la isla es ideal para ello, pero también barbacoas, horas del té, intercambio de libros, de películas... un buen lugar para pasar el invierno aunque según nos comentaron con determinados vientos el swell (la ola que se forma dentro del puerto) puede ser muy desagradable (o sea, como en Rodas!)


El pueblo de Agios Nikolaos tiene algún rincón entrañable y bonito como el pequeño puerto de pesca que forma un lago tranquilo (no puede accederse con el velero: hay un puente que veta el acceso y no hay calado suficiente) pero la ciudad vivía ese ritmo tranquilo de quien espera el verano.



En cualquier caso es un buen punto para alquilar un coche y dedicarse a recorrer el interior de esta isla y así lo hicimos

El primer día de los dos que dedicamos a conducir lo pasamos en las montañas del interior, salpicadas de pequeños pueblos que dan al paisaje un aire bucólico precioso (aunque los pueblecitos no tengan nada especial cuando los visitas), siempre apuntando hacia la cima.



Hicimos una escala en un pequeño monasterio que definitivamente no está acostumbrado a que los turistas hagan una visita. Una monja, viejita, algo encongida, nos preguntó -en griego y con un manifiesto asombro- qué buscábamos; con señas conseguimos hacerle entender que sólo visitar el lugar; suspiró, nos abrió la puerta de la Iglesia... ¡y se transformó en la más eficiente guía turista que jamás hayamos conocido! Nos enseñó cada estancia, nos hizo meter las narices hasta en los sitios claramente privados, nos comentó hasta el último cuadro, nos enumeró a cada uno de los apóstoles... sí, todo en griego, no entendimos nada pero nos transmitió mucho y se ganó un sitio en nuestra nómina de personajes entrañables!


Y por fin, la nieve empezó a ser la protagonista del paseo



Y sacó ese niño que aun llevamos dentro (los tres)


Y aunque la temperatura no era nada fría parecía que nos habíamos trasladado a la Navidad otra vez


De nuevo a nivel del mar pasamos un rato paseando por las ruinas de un poblado en Gurnia, que data del 1500 a.C. (3 € la entrada y cierran a las 15h), lo cierto es que se conservan lo que entendimos deben ser los cimientos sobre los que se levantó una gran ciudad. Iniciamos una interesante discusión sobre si era preferible hacer pequeñas "reconstrucciones" para transmitir mejor idea de cómo era en realidad el lugar o dejar las cosas tal y como se habían excavado...



Y para acabar el día fuimos a visitar el Egeo visto desde la costa sur de Creta, en la ciudad de Ierápetra, que a pesar de tener una pequeña fortificación no nos atrajo demasiado, aunque fuimos capaces de arrancarle una bonita foto!




Decidimos ir a conocer Iraklion y desde ahí las ruinas de Knossos también con el coche puesto que el puerto de la capital de la isla no siempre tiene plaza disponible, se avecinaban unos días de mucho viento y las distancias hasta la siguiente marina segura eran demasiado largas para hacerlas cómodamente en un día... y Pilar nos dejaba ya y tenía que asegurarse de poder tomar el avión (aunque la verdad nos pareció que seguro prefería perderlo).

Y así llegamos con todas las ganas del mundo a perdernos por un rato en el mundo de Tesseo y Ariadna


Cuenta la leyenda que Pasifae, esposa del rey de Creta, Minos, enfadó a Poseidón que la castigó a tener un hijo deforme -mitad hombre, mitad toro- el Minotauro.
Para ocultar al monstruo, Minos hizo construir un enorme laberinto en el que lo alojó.
El Minotauro necesitaba que se sacrificará un joven cada mes, de cuya carne vivía.
Años más tarde, los atenienses asesinaron a otro hijo de Minos que inmediatamente declaró la guerra a Atenas que en aquel momento no era una gran ciudad y no podía opener resistencia



En un intento de pactar, los atenienses consiguieron que se cancelara el ataque a cambio de entregar 7 jóvenes y 7 doncellas para ser sacrificados al Minotauro, entre ellos Tesseo, el hijo de Egeo, el rey de Atenas.

Sin otra opción los jóvenes fueron enviados en un barco con las velas negras en señal de duelo; si conseguían salvarse matando al Minotauro, regresarían a Atenas con las velas blancas izadas.



En Creta, Ariadna, hija de Minos, se enamoró de Tesseo y decidió ayudarlo entregándole un puñal mágico y un ovillo con el que podría señalar el camino y huir del laberinto si conseguía su objetivo de matar al monstruo.

Tesseo solicitó ser el primero en entrar y con la ayuda de Ariadna, acabó con el Minotauro y logró salir del laberinto.







Los jóvenes atenienses, acompañados de Ariadna y su hermana Fedra, partieron hacia Atenas y tras un viaje accidentado recalando en Nassos para huir de una tormenta; al ir a partir fue imposible dar con Ariadna que se había perdido en la isla. Tesseo, llevado por el dolor de haber perdido a su amada, olvidó arriar las velas negras y cuando Egeo vio regresar el velero entendió que su hijo había fallecido y se lanzó al mar que ahora lleva su nombre.

Tesseo fue recibido como un héroe y proclamado rey de Atenas

La edificación más emblemática de Cnosos era el palacio, con sus 17.000 metros cuadrados y más de 1500 estancias, fue el principal palacio de esta civilización que alcanza su punto culminante en el 1.600 a.C.


el lugar fue descubierto en el año 1900 por Sir Arthur Evans que -parece que hubiera oído nuestra discusión del día anterior- se dedicó a reconstruir buena parte de sus hallazgos para dar mejor idea de cómo debieron ser en su época (nosotros seguimos albergando dudas sobre cual es la mejor solución)

En cualquier caso fue maravillosos poder trasladarnos a otra época, increíble asumir que estuviéramos hablando de más de 3500 años de antigüedad






La tienda de las instalaciones estaba cerrada (¿inventario?); la villa de Ariadna no se podía visitar (falta de personal); en Iraklio el museo estaba cerrado por obras y sólo podía visitarse una pequeña exposición temporal (que en cualquier caso nos pareció ESTUPENDA)...

This is Greece, para lo bueno y para lo malo!

Y para acabar nuestra estancia en esta zona de la isla, nos perdimos para tomar un ouzo en un pequeño pueblito perdido... en el que según la torre de la iglesia, parece que puedes elegir la hora en la que quieres vivir





2 comentarios:

Anónimo dijo...

si yo fuese ella tampoco me importaria perder el avion!! que lista ella, me encanta jajaj

besos desde tierra fierme

J.

Anónimo dijo...

..Hace tiempo que no os sigo, pero ahora que por aquí llega el buen tiempo, el solecito me voy a leer entradas antiguas de vuestro navegar....ya ´sabéis que es todo un lujo y un honor acompañaros desde la distancia y compartir tantos rincones especiales y buenos momentos.

Un abrazo.
Pili