viernes, 21 de mayo de 2010

¡Al abordaje!!!

Hoy salto la continuación de nuestro cuaderno de bitácora para hablar de ese modo de conseguir estar seguro en el puerto... cuando llegas y ves que no hay sitio para el velero y tienes que pedir a un amable colega si te permite abarloarte a su barco (y claro, si te permite pasar por su barco para llegar a tierra firme).

Así estuvimos en Tabarka (Túnez), nuestro primer puerto -si no contamos nuestro paso por Argelia- en el que estuvimos un mes... hace ya mucho mucho tiempo!





Pues bien, ahora, en mayo, todo lo que os he ido explicando durante semanas de que estábamos sólos y que todos los puertos eran para nosotros, todo eso ya es historia

Los primeros charter invaden literalmente los puertos; resulta simpático ver cómo cada país debe tener establecida una semana diferente de vacaciones primaverales y así hemos tenido la semana de los rusos, la de los rumanos, la de los alemanes y la de los noruegos!

Y tanta afluencia hay que como un día la previsión de tiempo sea mala, todos nos resguardamos en puerto... y no cabemos

Pero es que en la última semana hemos visto cosas que son para no creérselas

Estábamos en un muro exterior de un puerto de pescadores en el que hay espacio para dos barcos (un francés delante y el Alea al final del muro), el mejor sitio de la ciudad para pasar la noche ya que el muelle del puerto es incómodo con viento del sur y la marina está ocupada por pescadores.

Llega un barco (chárter patronado por noruegos) y con los ojos como platos vemos como se acercan bastante rápido al francés, tres de ellos saltan (asaltan?) al barco amarrado (con zapatos, pisándolo todo) y empiezan a tender cabos de aquí y de allá. Al cabo de unos minutos sale el propietario -estaba haciendo la siesta- y ve la que tiene montada a bordo. Los noruegos saludan sin más y siguen a la suya. Para rematarla, cuando están bien abarloados ven que el francés tiene una manguera llenando su depósito, dicen "hay agua!" cogen la manguera y se ponen a limpiar su cubierta ¿¿¿¿¿¿????????? al cabo de un rato se acaba el agua y empiezan a desmontar la manguera (del francés)... el francés les dice que no es la manguera, que es el crédito de agua que se ha acabado (vaya, que el agua la había pagado él); dicen que bien y le devuelven la manguera.

El francés viene a saludar -y supongo que a descargar un poco su incredulidad- y le digo que vigile la nevera que igual van a buscarse una cervecita y nos dice con media sonrisa que él tiene más miedo que se le lleven a su mujer.................



Dos días más tarde estamos en otro puerto lleno a reventar y los barcos empiezan a abarloarse unos a otros. Después de comer se acercan unos ingleses y nos preguntan si nos importa que se amarren a nosotros por unas horas. Ayudamos en la maniobra -preguntan cómo preferimos, Johan les dice cómo- y todos contentos!

A la mañana siguiente, mientras desayunamos ya preparados para salir, oímos un estrépito en la cubierta y salimos disparados a mirar. Unos franceses se están abarloando a nosotros por el sistema pirata: sin preguntar, sin defensas (ggrrrrr), saltando a bordo
Corremos a poner defensas y les decimos que no son formas a lo que ellos contestan que no hay problema (fijo que para ellos no) que nos están rayando el barco (no problem), que nos vamos en un rato (que se esperan abarloados)

Total, que mientras intentaban que los barco no se tocaran (con pies y manos, nada de defensas o bicheros) nos han arrancado un candelero, cuando lo ven dicen -of course- que no hay problema

Acabamos el desayuno y salimos por patas de ahí!



Hoy hemos navegado algo cuatro horitas, intentando escapar de una tormenta. Llegamos a puerto y no hay sitio!, vemos a un velero austríaco y pedimos permiso para abarloarnos. El patrón nos dice que desde luego y nos ayuda en la maniobra
hoy somos nosotros los abarloados,
pero hemos elegido el método civilizado!

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo me abarloo, tú te abarloas..ellos se abarloan...jejeje.
Un abrazo grande para los dos desde Barcelona

berberech0 dijo...

Hum.... parece que no todo el monte es orégano. O que no todo el mar son langostas al thermidor o yo que se

Oriol dijo...

Quanto mejora la vida un poco de educación. Y al mismo tiempo que escasa es. Suerte que siempre habrá gente educada y simpática que te ayuda a olvidar todo lo demás.

silvia dijo...

¡cuanta razón tenéis! lo malo es esa falta de tacto y de educación... todo lo demás es convivencia

Anónimo dijo...

AH BUENO!!!! PENSE QUE LOS UNICOS PIRATAS QUE QUEDABAN ERAN "LOS PIRATAS DEL CARIBE" (JONY DEPP) DE NO CREER LO QUE NOS CUENTAN !!.POR SUERTE SON LOS MENOS,LA GRAN MAYORIA TIENE REGLAS DE BUENA EDUCACION.
SUERTE CON LOS PROXIMOS VECINOS Y ADELANTE CON LA AVENTURA!!!
VIVIANA

J.O. dijo...

Con todo esto se demuestra la educación y el sentido cívico, pero sobretodo la idea esa de que lo mío es mío y lo tuyo pues también. ánimo que cada vez queda menos para que todas las hordas incívicas se vuelvan a sus casitas, ya sabéis, cuestión de 3 ó 4 meses nada más y luego todo el Meditrráneo para vosotros.

RALIP.V dijo...

Nosotros también hemos comprobado el aumento de vecinos-charteristas en los puertos.
Y también, en la isla de Kos, uno de nuestros candeleros, sufrió muchooo... mucho... se quedó doblaico todo el... tumbao...
Un saludo desde la preciosa isla de Symi donde, el mayor espectáculo y diversión es ver como todo el mundo continuamente engancha sus cadenas.
Ahora que estamos inspirados a bordo, tomando un roncito, creemos que el remedio para los abarloamientos indeseados, puede ser espacir unas chinchetas por la cubierta estendidas por la cubierta.
Un besote grande¡
Fernando y li

jordi barroso dijo...

En algunos diccionarios debe salir el verbo abarloar con una acepción no demasiado habitual o quizás se equivocaron y leyeron abasallar.
La idea de las chinchetas no deja de ser interesante. Ya dirás si os hace falta que os enviemos un paquete.