sábado, 19 de diciembre de 2009

Por un año lleno de momentos mágicos


Será porque estamos en fechas navideñas pero hoy me apetece explicaros una anécdota que nos pasó estando en Kilada...

Kilada es una bahía amplia -en el pueblito donde nos está esperando el Alea- con muy poca profundidad, bien protegida de los vientos y con muchos barcos fondeados.

Allí estábamos pasando una noche antes de poner rumbo a Navplio con Jordi y Pili a bordo.

A las nueve de la mañana disfrutábamos del desayuno en la bañera a pesar del día nublado y vimos una barquita que recogía una línea de ¿redes? para recuperar sus capturas de la noche. Al fijarnos, vimos que se trataba de un cabo que tenía atadas botellas grandes de vidrio con agujero con las que pescaba pulpos!

Al llegar a las inmediaciones del Alea vimos que tenía dificultades para recuperar sus artes de pesca: habíamos atrapado su línea con nuestra cadena al echar nuestro fondeo. El viejito seguía trajinando con sus cabos cuando Johan decidió poner motor y mover el barco para intentar liberar el cabo del pescador.

A pesar de movernos la línea de pesca no se podía librar así que decidimos levantar el fondeo para que el pescador pudiera seguir con su tarea... íbamos a salir después del desayuno, en menos de una hora, pero costaba hacerse entender y preguntar si podía esperar un rato, en el fondo tampoco era tanto trabajo, así que recogimos el ancla, vimos como el pescador podía seguir recogiendo sus pulpos -que había unos cuantos- y volvimos a fondear.

Seguimos disfrutando de nuestro cafecito matutino cuando vimos un barco que se acercaba, se acercaba mucho!!! No entendíamos muy bien como habiendo tanto espacio el barquito iba prácticamente a abordarnos................ hasta que nos dimos cuenta de que era el pescador de pulpos que pasaba a penas a unos centímetros del Alea y lanzaba una bolsa sobre nuestra cubierta: cinco estupendos pescados frescos !!!

Era la forma en que nos agradecía habernos movido.

Empezaron a caerme unos lagrimones por las mejillas, me emocioné al ver la respuesta de un pescador -a todas luces era humilde a quien no le debían sobrar los pescados que íbamos a cenarnos esa noche- ante un pequeño gesto que hoy se ha convertido en algo poco habitual, como el de pensar en el otro más que en uno mismo. Un poquillo avergonzada miré al resto del grupo y vi que Pili también era de las de lagrima fácil; y los cuatro en silencio vimos como se alejaba la barca.

Tal vez no sea fácil transmitir la magia que tuvo aquel momento pero os aseguro que la cena fue única y que ese pescador tiene un lugar muy especial en mis recuerdos del año navegado.

Ojalá el próximo año esté lleno de momentos como este, en nuestra vida y en la vuestra!






6 comentarios:

romi dijo...

seguro que tu año estará lleno de momentos felices, con ese corazón no hay lugar para más :)
un brindis por ese pescador y por todas las buenas gentes
un abrazo de amiga cibernética,

Eli dijo...

Os deseo lo mejor para el proximo año. Y que por supuesto nos sigais contando.
Un beso fuerte desde Cornella.
Eli

Anónimo dijo...

Con todo mi cariño os deseo un feliz 2010 y que sigais haciendonos disfrutar de vuestras singladuras.
Gracias por todo.
Un besazo a los dos
Noseyah

Nautijorge dijo...

Si uno siembra bien, recoge buenos frutos...
Espero que en el nuevo año os topéis con mucha más buena gente como ese pescador.
Feliz Navidad, Silvia y Johan.

luismi dijo...

Me acaban de recordar algo que me ocurrio en Rodas - Grecia. Un pescador tenia enredada una red en su helice y yo estaba en plan guiri con las gafas y el tubo. Le ayude y me regalo un pulpo que no acepte pues no podia cocinar en fin tambien soy de lagrima facil y al leer tu anecdota me emocione de nuevo. Feliz Navidad y buenos vientos para el 2010. Un beso desde Tenerife.

Anónimo dijo...

Ayyy Silvia, cierto, qué momento tan bonito, tan mágico, tan especial.....Qué bien que pudiésemos compartirlo...!!!!
"Qué bien se está cuando se está bien" ¿verdad? Os deseo, de todo corazón, que este año sigáis teniendo tan buenos vientos, marineros, atardeceres y pescadores como el año pasado.
Un abrazo muy grande para los dos.
Jordi y Pili