vueltas por el mundo en un velero: Noche movidita y rumbo norte!

3 de abril

Hoy el día empieza temprano porque nos pilla despiertos y a la rueda. Hemos decidido hacer guardia los dos. Para llegar al canal Smyth -dónde esperamos todo será mejor- tenemos que doblar la isla Tamar. Hay un par de pasos interiores que evitan tener que salir a mar abierto pero uno de ellos parece tan difícil que decidimos no arriesgarnos en la noche; pasaremos sólo por el primer atajo (hay un faro y parece bien señalizado) confiando en las cartas y el compás, pero saldremos al mar para bordear Tamar.

Todo va fenomenal, vemos el faro, nos acercamos despacio. Cerca del faro el radar se vuelve un poco loco -demasiada señal del reflector del faro?-, o tal vez con el último tsunami la mitad de las isletas de la zona se han movido de sito, pero lo cierto que no coincide la carta con lo que el radar expone, nos ponemos un poco nerviosos, motor al mínimo, grrrrgrrrr, velocidad que cae en picado, ¡estamos en el kelp!, eso significa que estamos MUY cerca de tierra, la sonda sube como montaña rusa de 12 a 4 metros, ihihihihihihih, viramos 180 grados y con el rabo entre las piernas, la boca seca y los ojos todavía muy abiertos, nos vamos por donde hemos venido. A dar un buen rodeo y a olvidarnos del atajo.

A partir de “el susto” todo va como la seda. Yo me voy a dormir a las 5h. Las olas no son divertidas pero sí manejables, el viento no es muy a favor, pero tampoco nos entra de proa, el Alea sigue demostrando que es un buen barco, vamos a más de 5 nudos sin problemas; con las primeras luces ya estamos en el canal Smyth y decidimos seguir, hay buena meteo hasta las 15h.

Día nublado y gris pero por fin en camino

Nos reencontramos con uno de los paisajes más bonitos del viaje, de nuevo el naufrágio del Santa Leonor, otra vez faros, los estrechos...

Nubes, nieve, cimas, mar... también tiene su encanto

A las 15 horas estamos a la altura de un buen fondeo pero somos ambiciosos y aunque como siempre la corriente nos empuja hacia atrás -parece que esto de ir rumbo norte es menos agradecido que ir hacia el sur- queremos aprovechar hasta que se ponga el sol y ver si llegamos a caleta Victoria. Error. El viento se pone norte, la corriente -ya lo dicen las guías- alcanza los dos nudos, nuestro avance es lento y patético y no justifica el diesel que estamos consumiendo... pero ahí estamos, en el primer huequito que vemos nos colamos. Caleta Welcome, la conocemos del viaje al sur. Es un buen lugar para pasar los dos días de baile que se anuncian -hasta 59 nudos en las rachas- así que atamos y damos el dia por concluido;

De regreso a Caleta Welcome

debo estar más cansada de lo que pensaba porque planeo hacer una empanada de calabacín y cuando tengo el relleno y el molde listos... me olvido de poner la masa de la empanada y ni me entero hasta que lo saco del horno ¡lo nunca visto! nos comemos el relleno sin masa y nos vamos a dormir. Mucho. Nos lo hemos ganado.

4 de abril

Hemos pasado una buena noche pero las rachas no han pasado de 30 y el anuncio para hoy y mañana casi doblan ese número. Johan decide cambiar la posición del barco. Con una maraña de cabos lo metemos como con calzador en una hendidura que es la que usan habitualmente los pescadores.

incrustándonos en el hueco en busca de la mejor protección

La pared que queda a nuestro babor cae en picado 6 metros así que podemos acercar el barco mucho y quedar a su resguardo, ese es el lugar del que esperamos el viento. Entre esto y aquello, cuando acabamos la maniobra estamos pegaditos a la pared y en total tenemos 6 cabos y el ancla. Dedicamos la tarde al “dolce far niente” felices de sabernos en un buen amarre.

Con tiempo para disfrutar de las vistas, al fondo el canal un poco revuelto!

5 de abril

Día de espera. Johan ha repasado y asegurado los cabos, comprobado filtros y arreglado alguna cosilla que andaba pendiente. 50 nudos de rachas todo el día. Llueve y llueve.

Donde aparecen "banderines" en lugar de líneas es que hay más de 50 nudos...

Supongo que será que bajábamos sin prisa y subimos con ganas de llegar, pero la sensación es que el tiempo es peor.

Calma cuando es noche oscura y sabemos que el viento volverá a subir cuando salga el sol... pero no podemos salir de aquí sin luz, con esta maraña de cabos. Paciencia. Si los pronósticos se cumplen, tal vez, en dos dias podamos dar otro salto. Ojalá.

6 de abril.

Seguimos desesperando, ups! digo, esperando en caleta Welcome. Hoy Johan ha tenido un ataque de actividad y ha limpiado el fondo del casco (con un escobón, desde la auxiliar... la patente ha sufrido un poco nuestro paso por los glaciares), ha recogido los cabos menos necesarios, ha doblado un par para hacer más fácil la salida y ha rellenado el tanque de diesel con los tanques de la cubierta.