
Pues cuando la estancia en Meganissi tocaba a su fin y nos estábamos planteando nuevos destinos, nuestra flamante antena de conexión a internet (recién adquirida, contrato de permanencia de un año) dejó de funcionar, así, sin más ni más!!
Internet es MUY importante porque nos permite acceder a los partes meteorológicos a diario -también está la información a través de la VHF, pero consultar las webs de confianza nos gusta mucho más- y además es mi nexo de unión con todos vosotros, por no hablar del dinerillo que nos cuesta cada mes... en fin, a grandes males grandes remedios: volver a Argostoli es deshacer mucho camino, ir a Lefkada en barco un poco largo y Nidri está a tiro de piedra de Abelike y a media hora de bus de Lefkada, así que volvemos a Tranquil Bay, apenas hay un soplo de viento pero decidimos ir a vela: sólo tenemos que recorrer tres millas y no nos importa invertir unas dos horas, la palabra prisa ya no está en nuestro diccionario.
Tiene su gracia llegar a un lugar que ya conoces; fondeamos y lo primero que vemos es el barco de Bill y Diane, el Argonauta: cenitas y cervezas aseguradas!
Nos vamos con Diane en bus a Lefkada -la comunicación es perfecta y muchos navegantes hacen el viaje para comprar en el Lidl o en el Día a buenos precios- y encontramos sin problemas la tienda que buscamos... pero tras mucho discutir parece ser que no hay más remedio que enviar la antena a Atenas, esperar el veredicto de la central y recoger una nueva antena o la reparada una semana o diez días más tarde... o volver a Argostoli porque nos dicen que la sucursal que ha hecho la venta puede cambiar la antena por una nueva directamente... tras pensarlo un poco decidimos ir a Poros que nos queda bien para iniciar el camino a Corintio y desde ahí a Argostoli en bus; eso supone desandar el camino y seguro que también nos lleva una semana, pero por lo menos la pasaremos navegando!!
Sin embargo a través de internet nos enteramos de que Capitán Teach está por la zona y que probablemente aparecerá por aquí en cualquier momento y decidimos esperarlo.
Una buena decisión. La mañana siguiente vemos al velero de Lola y Alberto que se acerca a saludarnos y fondea a nuestro lado. Sólo nos conocemos por internet pero parece que nos conocemos de toda la vida: comemos en nuestro barco, cenamos -de lujo- en el suyo, compartimos informaciones, risas, cervezas... vamos a ser compañeros de travesía durante un buen rato y es algo que agradecemos porque no hay nada como dar con buena gente y esta pareja lo son!

con unos 9 años y estando en casa de mis abuelos, mi hermana y yo corríamos para llegar las primeras hasta el botijo que había en la casa; yo llegué primera (según mi versión) pero Ester no parecía muy de acuerdo así que mientras yo empinaba el artilujio para beber (y si lo tenía yo en las manos será porque había llegado primero, digo yo) me pegó un empujón que dió con el botijo en mi boca y dejó mi diente a la virulé!!!!!!!!!!!!!!!

Siempre he tenido ese huequito en mi sonrisa pero hace unos años lo arreglé y ahora no quería volver a tener ventanas en la boca...
Con la boca OK y el internet averiado pusimos rumbo a Vathi en Ithaca ya que la previsión del tiempo era de vientos fuertes y preferíamos hacer una escala a mitad de camino.
La navegación fue estupenda pero cuando fuimos a coger el primer rizo, Alea, que es celosona, decidió que si yo me rompía un diente ella también y así, sin previo aviso, la argolla de la polea del reenvío se partió por la mitad!!
Como en el caso de mi diente: sin mayores consecuencias y con rápida solución, en Vathi compramos unas cuantas para tener repuestos y apañado.
(se trata de poleas de Lewmar que supuestamente tienen que aguantar un montón... pero ya se sabe: en la náutica pagar mucho y no esperar demasiado!)


Y como el viento no bajaba, Johan decidió que haríamos prácticas de navegación con mal tiempo pero que ya era hora de partir. Armados de ganas de seguir con viento o sin él y esperando ver como el indicador se disparaba, dejamos el abrigo de Vathi y ¿qué nos encontramos al salir?? APENAS 4 NUDITOS DE VIENTO, para no creérselo. el viaje a Poros tuvimos que hacerlo a motor después de estar dos días sacudidos cual muñeco de trapo en el fondeo!
En Poros pasamos el domingo, en el bar que conocíamos, en la playa que conocíamos... un placer.
Aprovechamos para estrenar en su versión submarina la cámara que nos regalaron mi hermana -la misma del botijo... que es muy buena gente a pesar de todo, jeje, un besote guapa- y mi cuñado -besitos también- he intentamos "pescar" algo aunque no se nos da mucho mejor que la caña


Afortunadamente el muchacho de la tienda es un encanto y después de mucho hablar, negociar, buscar la mejor solución nos cambió la antena por otro modelo superior (y más caro, of course) que funciona a la perfección
Y colorín colorado el Jónico se ha acabado
Próximo destino: Messolonghi, en el golfo de Patrás....................