Después de la ventolera y del susto de Lepanto, ver aparecer el perfil de Trizonia fue realmente un gustazo.
Nos habían comentado que había una marina en la que podríamos estar gratis y allí que nos fuimos.
Grecia está llena de este tipo de marinas. Dicen -no sabemos si malas lenguas o gentes bien informadas- que aquí ha sido práctica habitual aceptar el dinero con que la UE financiaba la construcción de marinas, con el fin de promocionar el turismo, y una vez construidas, y el dinero utilizado, no tener a nadie que quisiera hacerse cargo de la explotación de las mismas -cosa perfectamente entendible puesto que casi en todos los lugares puedes amarrarte al muro de la ciudad gratis o por un precio muy simbólico- por lo que las flamantes marinas pasan a ser ocupadas por pescadores de la zona o veleros que aun sin poder disfrutar de los servicios habituales (luz, agua, duchas) pueden pasar la noche de forma segura sin gastarse un euro.
En Trizonia hemos encontrado barcos que están amarrados de forma permanente.
A nuestra llegada, la marina estaba completa y fondeamos en la bahía, pero por la mañana vimos un hueco y decicimos amarrarnos para dar un paseito por la isla.
Queremos quedarnos apenas unas horas, a lo más un día, porque tenemos a nuestra primera turista-pasajera-amiga a punto de llegar a las proximidades de Atenas y nos gustaría ver Galaxidi y no queremos perdernos las ruinas de Delfos, tenemos que cruzar el canal de Corintio... uff! que empezamos a estresarnos
Nos habían comentado que había una marina en la que podríamos estar gratis y allí que nos fuimos.
Grecia está llena de este tipo de marinas. Dicen -no sabemos si malas lenguas o gentes bien informadas- que aquí ha sido práctica habitual aceptar el dinero con que la UE financiaba la construcción de marinas, con el fin de promocionar el turismo, y una vez construidas, y el dinero utilizado, no tener a nadie que quisiera hacerse cargo de la explotación de las mismas -cosa perfectamente entendible puesto que casi en todos los lugares puedes amarrarte al muro de la ciudad gratis o por un precio muy simbólico- por lo que las flamantes marinas pasan a ser ocupadas por pescadores de la zona o veleros que aun sin poder disfrutar de los servicios habituales (luz, agua, duchas) pueden pasar la noche de forma segura sin gastarse un euro.
En Trizonia hemos encontrado barcos que están amarrados de forma permanente.
A nuestra llegada, la marina estaba completa y fondeamos en la bahía, pero por la mañana vimos un hueco y decicimos amarrarnos para dar un paseito por la isla.
Queremos quedarnos apenas unas horas, a lo más un día, porque tenemos a nuestra primera turista-pasajera-amiga a punto de llegar a las proximidades de Atenas y nos gustaría ver Galaxidi y no queremos perdernos las ruinas de Delfos, tenemos que cruzar el canal de Corintio... uff! que empezamos a estresarnos
Pero definitivamente, si algo hemos aprendido en estos meses de navegación es que vivir -vivir bien- es dejar las prisas a un lado, disfrutar de lo que tienes en el momento y no querer abarcarlo todo.
El mundo es grande y si bien sabemos que Delfos, su oráculo, las ruinas, son algo espectacular... no nos apena pensar que queda atrás sin ser visitado, en la lista de cosas pendientes que tal vez, algún día..., y decidimos quedarnos a disfrutar de la isla.
Trizonia no tiene museos ni ruimas.
Apenas hay un supermercado (mini, muy mini) con precios prohibitivos (6 huevos=2,4€)
Un montón de restaurantes con terracitas donde sentarse a leer o simplemente a mirar
.
Un par de playas tranquilas donde se bañan los pocos habitantes de la isla.
Y todo eso nos parece suficiente para quedarnos dos días y disfrutar del ritmo lento de las horas
Aquí os dejo unas fotos para compartir eso que es tan difícil describir con palabras
El mundo es grande y si bien sabemos que Delfos, su oráculo, las ruinas, son algo espectacular... no nos apena pensar que queda atrás sin ser visitado, en la lista de cosas pendientes que tal vez, algún día..., y decidimos quedarnos a disfrutar de la isla.
Trizonia no tiene museos ni ruimas.
Apenas hay un supermercado (mini, muy mini) con precios prohibitivos (6 huevos=2,4€)
Un montón de restaurantes con terracitas donde sentarse a leer o simplemente a mirar
.
Un par de playas tranquilas donde se bañan los pocos habitantes de la isla.
Y todo eso nos parece suficiente para quedarnos dos días y disfrutar del ritmo lento de las horas
Aquí os dejo unas fotos para compartir eso que es tan difícil describir con palabras
y unas cuantas para mi colección de observadora de nubes