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viernes, 23 de diciembre de 2016
miércoles, 14 de diciembre de 2016
De regreso al hogar
¿¿Excusa
para haber tardado tanto en escribir la nueva crònica ya de regreso
al velero??
Todas
y ninguna
Os lo
creáis o no es fácil que un día se caiga detrás de otro y que
ninguna de las miles de buenas intenciones de la mañana se hayan
hecho realidad porque vino un amigo y compartiste una cerveza, se te
fue el tiempo viendo la puesta de sol, tocó la dura tarea de probar
si la hamaca aguanta bien instalada entre el stay y el mástil... o
vienen a visitarte y tienes la “dura tarea” de compartir el paraíso...
Pero
aquí estamos para hacer un pequeño repaso de lo que ha sido el
último mes que ha tenido muchas aventuras.
Llegamos
a Panamá después de un largo y cansado vuelo y sin mucho
entretenimiento nos fuimos a Panamarina dónde nos esperaba el Alea
al que echábamos mucho, mucho de menos. Las dudas sobre si estaría
bien se disiparon en un minuto: a bordo todo estaba perfecto y ni
siquiera dos meses de humedad tropical habían causado demasiados
estragos.
Al día
siguiente ya dejamos la marina para ir a fondear en la bahía de
Puerto Lindo que para nosotros es como estar ¡por fin! en casa,
casa.
Pero
apenas unos días más tarde la noticia de que una tormenta tropical
se estaba formando en las inmediaciones (algo nada habitual en estas
latitudes) se iba extendiendo por el fondeo, corría como la pólvora
en los whatsapps de todo el mundo.
Sin
ganas de mucho susto, o perros escaldados, léase como se guste,
decidimos poner rumbo a la marina a esperar los acontecimientos con
el bolsillo un poco más vacio pero con la seguridad de una buena
instalación. Amarrados en Linton Bay Marina veíamos cernirse sobre
el mar cielos amenazadores
Y
llegó -como siempre en la noche- la tormenta que para entonces ya
tenía condición de huracán y nombre propio: Otto.
Desde
nuestro amarre oíamos ulular el viento y caer el agua como si la
lanzaran a cubos, el ruído de las amarras al tensar. Nosotros no
registramos más de 35 nudos pero en la propia marina, en otro
pantalán menos protegido, llegaron a los 50. En Portobelo, a solo 20
millas -fondeo muy popular pero completamente abierto al viento
predominante que acompañaba a Otto- llegaron a los 70 nudos y hasta
20 barcos se perdieron sin remedio.
A la
mañana siguiente los únicos síntomas en la marina del desastre
eran la falta de servicios: cientos de árboles habían caído y
muchos de ellos habían destrozado la instalación eléctrica, postes
de luz caídos, cables cruzando la carretera, sin luz, agua,
teléfono.
En el
fondeo a escasos metros de de la marina, la noche fue mucho más
dramática ya que varios barcos garrearon sin que nadie pudiera hacer
demasiado por controlarlos... pero afortunadamente la cosa quedó en
casi todos los casos en sustos y falta de sueño.
Regresamos
al fondeo y empezamos la preparación para una laaaaarga estancia en
San Blas.
Fuimos
al super y compramos y compramos y compramos
Las
sentinas bien llenas de lo fundamental
Buenas
conservas caseras por si la pesca no se nos daba por el camino.
Y para reponer de tanta faena... un buen zumo natural
Y ya
sin más... rumbo a San Blas que nos recibió como siempre cargado de
amigos, palmeras que besan el mar y atardeceres mágicos
Aquí
recibimos a Agustín con quien cruzamos el Cabo de Hornos (hace solo
9 meses !!!) que venía a vernos con dos amigos.
Ha
sido un placer ir redescubriendo rincones de su mano... ha sido una
semana llena de buenos momentos, algún que otro susto (a quien nos
venga a visitar ¡no olvidar un buen protector solar!), algún
chubasco que nos ha servido para refrescar, barbacoa, snorkel,
langosta... en fin... la mejor manera de volver a uno de nuestros
lugares favoritos del mundo!!!
Y aquí
nos quedamos por lo menos hasta finales de abril. Próximo destino
-tras Panamá- Groenlandia. Pero entre nosotros... sin prisas, como
siempre, que si no es en el 2017 será en el 2018. Como a tantos
otros no nos cuesta llegar a San Blas, lo que cuesta es salir de
aquí
Aviso:
aquí el internet es a veces aceptable... y a veces no, pero cuando
casi nada va el whatsapp acostumbra a funcionar asì que la mejor
forma de contactarnos es a través del +50761424091
Os
esperamos... a través de la pantalla o para compartir un vinito en
la cubierta viendo caer
el sol!
lunes, 26 de septiembre de 2016
San Blas, San Blas
Vamos
a tener que empezar pidiendo disculpas porque hemos dejado el blog un
poquito abandonado. Los primeros días probablemente debido al mal
humor que nos quedaba por el lío del ancla, pero llegados a San Blas
solo podemos decir que sencillamente, y como es costumbre, hemos
estado hechizados, obnubilados, abducidos por este maravilloso lugar.
Ha
sido un maravilloso tiempo de reencuentro con amigos -otros veleros,
tantos kunas- y con lugares.
Hemos
tenido tiempo de trabajar (un poquito) y Johan ha retapizado todo el
velero!!!
Hemos
comprado unas hamacas que no han ayudado mucho a que nuestra
actividad fuera desenfrenada.
Nos
hemos reencontrado también con la gastronomía del lugar y hemos
conseguido olvidar la centolla chilena a base de langosta panameña!
Y como
siempre hemos disfrutado de tener gente a bordo con la que compartir
el escenario mágico y la vida feliz.
Eso
sí, fieles a nuestras costumbres, porque si venís al Alea y nos
pillais con una cervecita en la mano sabréis que son las 12h
y si lo que adorna nuestro vaso es un vinito podéis poner vuestros relojes en hora ¡son las 18h!
Cierto
que hemos vivido todo esto en la temporada de lluvias, pero pese a
los rayos que han caído por doquier, algún que otro culo de pollo
que nos ha despeinado y algún chubasco que nos ha ayudado a llenar
los tanques de agua... el tiempo ha sido más que aceptable.
El
resumen han sido un par de meses felices, felices en los que de
alguna manera hemos sentido que habíamos vuelto a casa.
Ahora
nos hemos tomado un par de meses de merecidas vacaciones y hemos
viajado a Europa a visitar a la familia y amigos. Estaremos por aquí
hasta principios de noviembre para volver a San Blas cuando las
lluvias ya habrán quedado atrás y los alíseos serán nuestros
mejores aliados: buen tiempo y viento para navegar ¿se puede pedir
más?, bueno sí, se puede pedir buena compañía ¿te vienes??? Los que ya han pasado por aquí estas semanas lo han pasado así de bien
Ahora estamos en España... y la verdad tiene sus alicientes
Pero cada tarde, cuando cae el sol... echamos de menos nuestra otra casa, San Blas.
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