Teníamos por delante un mes en
Cartagena así que el tiempo no nos sobraba y tocaba trabajar duro y
sobre todo rápido, todo lo rápido que el ritmo colombiano nos
permitiera que íbamos a ver que no es mucho.
Habíamos leído en algún blog
que en Colombia son estrictos con los papeles; que si pasas más de
48 horas sin iniciar los trámites de llegada al país te pueden
poner una cadena al barco. Y que lo mejor es buscar un agente que te
haga los trámites. Como en la bahía encontramos a un par de veleros
amigos conseguimos el teléfono de su agente y a las tres horas de
llegar ya estábamos metidos en papeleos.
Todo el mundo nos había dicho que
los papeles para ingresar en territorio colombiano cuestan unos 100
dólares (en Panamá son 400 dólares... que tendremos que volver a
pagar en unas semanas) pero resulta que ese es el precio de una
visita corta (10 días) y que si vas a superar ese plazo hay que
hacer una importación temporal del velero y entre esto y aquello el
precio se va a 300 dólares ¡glups!
¿no hay otra solución?
NO
Pues nada, a tramitar se ha dicho.
Dejamos todos los papeles al agente y a esperar que va para largo...
estamos en Colombia!
Segundo proyecto urgente: buscar
la marina para sacar el barco a seco.
Por internet hemos contactado con
las dos marinas de la zona más populares entre los veleros
(Manzanillo y Todomar); ambas nos han dado presupuesto para utilizar
el travelif y para estar en tierrra -precios casi iguales- pero
ninguna de las dos ha querido presupuestar los trabajos de pintura
sin ver antes el velero así que concertamos citas con los pintores
(unos pueden hoy, otros nada hasta mañana) y vamos a ver las
instalaciones.
Parece -después de invertir 3
preciosos días- que la mejor opción es Manzanillo y nos vamos a
concretar los términos. El precio de subir y bajar el barco es de
1.000.000 de pesos (asusta, eh?; hay que dividir entre 2500 más o
menos para tener el precio en euros, o sea, 400 euros); la estancia
en tierra 38.000 pesos/día (algo más de 15 euros) y el uso de un
apartamento que nos permitirá estar más cómodos y pintar y
barnizar el interior sin morir asfixiados 40.000 pesos/día (unos 16
euros).
Preparar y pintar cubierta y
costados unos 6.000.000 de pesos (unos 2400 euros, nosotros ponemos
la pintura a parte) peeeeeeeeeeeeeeero... los trabajos se demoraran
entre un mes y un mes y medio. Porque llueve mucho en esta época del
año. Porque la gente trabaja a otro ritmo. Por alguna razón que todavía no alcanzamos a entender; pero es
lo que hay.
Nosotros no queríamos estar tanto
tiempo trabajando así que decidimos pensarlo... ¡un mes y medio!
Nosotros dos solos no tardamos más que un tercio de ese tiempo al
hacer el barco.
Pero es verdad: llueve hoy por la
mañana, ayer por al tarde y mañana lloverá... por la mañana y por
la tarde. Tal vez no haya sido buena idea venir a pintar ahora. Tal
vez tuvimos que oír las señales que no nos dejaban salir de San
Blas. Tal vez lo más razonable sea regresar. Le damos vueltas y
vueltas y no vemos otra. NOS VOLVEMOS A PANAMÁ. Era jueves por la
tarde cuando cancelábamos nuestra cita para salir el sábado por la
mañana.
Buff, qué mal rollo. 300 dólares
de entrar aquí, 400 que tocará pagar de regreso allá. ¿y todo
para qué?
¡al mal tiempo buena cara!
Todo para conocer Cartagena que
promete ser una ciudad maravillosa
Todo para celebrar mi cumpleaños
con amigos
Todo para que en el cumpleaños el menú fuera -como no- una superpizza (me encanta salir a comer pizza)
Todo porque estamos viajando para
conocer sitios y eso es lo que estamos haciendo.
Nos quedamos tranquilos y asumimos
que no está tan mal después de todo; pasamos un día de cumple
estupendo (bueno, por la mañana metidos en tiendas de repuestos en
lugar de estar callejeando por el centro histórico, pero todo se
andará... o no) y nos vamos a dormir tan felices.
Tan felices que por la mañana
vemos las cosas de otra manera.
Hay ciertos trabajos que
deberíamos hacer, especialmente cambiar el prensaestopa seco -que ya
le toca por indicación de la marca-; cambiar la pieza que hay en el
interior del arbotante que sujeta el eje (se nos rompió en Sicilia
el día que nos “comimos” la red y desde entonces el eje tiene
una pequeña vibración, pequeña pero molesta), cambiar el tubo de
escape que parece que tiene un principio de una pequeña fisura que de momento no da problemas pero los dará y pintar la patente
que ya tiene 2 años y aunque parece perfecta no es eterna.
¿molesta para eso la lluvia?,
bueno, sí pero no mucho.
¿nos quedamos? NOS QUEDAMOS.
Sólo
necesitábamos un poquito de tranquilidad y perspectiva. No tenía
por qué ser todo o nada y esta solución intermedia nos parece
genial (dentro de los posibles). Ya veis, somos de buen conformar
Llamamos a la marina -viernes por
la mañana- para recuperar nuestra hora de salir del agua para el
sábado. Respuesta: no puede ser hasta el martes ¡¿por qué?!
Relájense señores que esto es el
Caribe: fulanito que tenía que ir al agua no ha ido, no hay espacio
en el patio hasta que el salga, el lunes es festivo...
Todo el mundo nos había dicho que
si teníamos trabajo para dos semanas calculáramos que
necesitaríamos mes y medio... empezamos a entenderlo.
Hemos firmado para estar en tierra
10 días; el tiempo dirá cuánto tiempo extra se nos cae encima.
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