martes, 3 de mayo de 2016

Y por fin el Puerto Montt

28 de abril

Hoy hemos decidido madrugar "normal" porque el plan es ir hasta la bahía Tic Toc -solo 38 millas- porque es uno de los sitios favoritos de la bajada y queremos decirle adiós en condiciones.

Salimos del fondeo facilito -un buen lugar, por cierto- por la noche y a oscuras todo parece muuucho más difícil por no decir medio imposible.

Piscifactoría en la "bocana" del fondeo

Nos adentramos en el Canal Refugio que al ir rumbo sur a mí personalmente me pareció estrechito y ahora me ha parecido una autopista de 10 carriles...


Ya sé que sueno medio repetitiva, que si esto es muy bonito, que si es que es muy bonito... pero en fin, me tenéis que perdonar porque las cosas son como son y esto ¡es muy bonito!



Llevamos navegando unas horas y el viento sube hasta los 15 nudos casi de través ¡milagro! subimos mayor, abrimos génova, apagamos el motor y vamos rapidito, rapidito... ¡que felicidad!

Nos miramos uno al otro, ¿vamos a parar precisamente hoy, precisamente ahora que hay este viento tan lindo? si seguimos navegando en unas 35 horas deberíamos estar en Puerto Montt, misión cumplida. Sin problemas, cambiamos de parecer y ponemos rumbo al destino final. Una hora más tarde el viento se fue y el mar es una balsa de aceite.



Bueno, que no se diga que no somos adaptables, volvemos a poner la proa con rumbo a Tic Toc. Preparamos un café y en el ambiente se siente cierto airecillo de desilusión. Johan baja para conseguir una meteo actualizada y sube con las noticias: el viento sigue nulo hasta la noche pero entonces volverán a soplar esos 15/20 nudos por unas 12 horas. ¿Adaptables? más que una sábana bajera. Volvemos a cambiar rumbo, nos vamos a Pto Montt.


Navegamos muy tranquilos todo el día -a motor- y nos preparamos para una noche que sin dejar de ser cansada (a mí lo que me gusta es dormir cuando está oscuro ahí afuera) es tranquila y con el viento prometido, al menos el rato que toca dormir es tranquilo sin el runrun del motor.

29 de abril
El día amanece tranquilo y como la meteo indicaba el viento se va, pero vuelve a ratos y al final hacemos la mayor parte del trayecto a vela.


Aunque con sus ratitos de encalmada y motoreta



El último tramo viene aderezado con el estrés de ir esquivando todas las trampas de pesca de merluza que es lo que se da por la zona, pero al margen de eso, sin mayor novedad: mucho tráfico alrededor, la radio todo el día hablando, casas a la vista... se acabó la soledad y el aislamiento del sur!


Hasta el último momento tenemos dudas de si llegaremos a buena hora al náutico, están avisados de nuestra recalada así que sabemos que hay un hueco esperando por nosotros pero queremos llegar con luz, de otro modo fondearemos por ahí y abordaremos las últimas millas por la mañana.
Pero la corriente se pone de nuestro lado y nos empuja para que podamos dar la travesía por finalizada y sobre las 18 horas entramos la bocana que da paso a la bahía de Pto Montt y ¡sorpresa!



Por increíble que parezca dentro mismo de la bahía de Puerto Montt, entre un tráfico intenso de barcos de todo tamaño, con industria alrededor, un espacio cerrado ¡ballenas!!!!

Al menos tres ballenas de buen tamaño juegan con el Alea. No hay mejor broche para una buena navegación. GRACIAS


Llegamos al Náutico Reloncaví con la tranquilidad de saber a dónde vas, con el gusto de conocer al personal que nos atiende, con la felicidad de saber que hemos cumplido con la tarea. 

Bajamos en 6 meses, hemos subido en algo más de 6 semanas... pero arriba o abajo, rápido o sin prisas ¡MISIÓN CUMPLIDA!

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