domingo, 13 de marzo de 2016

Cabo de Hornos

A veces el tiempo parece discurrir sin prisa, los días se hacen largos y perezosos, las horas parecen muy muy llenas de minutos.

Otros, el tiempo parece correr, se te escurre de los dedos, las listas de tareas se multiplican y los minutos parecen dividirse... hoy es un día de estos.

Las últimas jornadas han sido de vértigo, después de doblar el Cabo de Hornos y despedirnos de una tripulación excepcional, partimos aprovechando una mini-ventana de calma hacia Ushuaia para hacer compras y preparar la gran travesía que nos espera. 

Dos o tres meses de remontar los canales hasta Puerto Montt, ya con el otoño atacando fuerte. Compras, últimas reparaciones, últimos imprevistos. Todo aderezado con 40 nudos de viento en el fondeo y un pequeño accidente a bordo que nos ha tenido fuera de circulación un par de días... en fin

Que no queremos partir sin compartir la maravillosa experiencia de Cabo de Hornos, pero me perdonaréis si el texto es escaso; lo compensaremos con mucha ilustración.

Gracias a todos y cada uno de los que nos habéis acompañado de alguna manera en esta travesía. Como le decía ayer a un amigo, nosotros hemos izado las velas, pero sois muchos los que les habéis insuflado el viento que las hincha.


Nuestra tripulación llegó un martes a las 11'30h de la mañana, Johan llevaba semanas mirando la meteo y la verdad es que la semana que no estaba medio fea estaba fea completa. Teníamos una ventana de 48h ... que había empezado 12h antes de que los muchachos embarcaran.

Así las cosas, los recogimos del aeropuerto, los subimos a bordo y sin más literatura soltamos amarras. Lo de como funciona esto y aquello quedó pospuesto para el fondeo de la noche!!


Con un mar tranquilo nos dirigimos a Lennox que nos daba un buen fondeo y un buen ángulo para afrontar la navegación del día siguiente. En la cena y con la tranquilidad que da un buen sitio -el lugar estaba lleno de barcos de pesca- hicimos las presentaciones formales y explicamos lo que había que explicar... y nos fuimos a dormir temprano porque al día siguiente queríamos partir con los primeros rayos del sol.

madrugar a veces tiene premio!

La salida del fondeo entre montañas de kelp
El plan era llegar a Cabo de Hornos, doblar el mítico punto de la carta y buscar refugio en caleta Maxwell porque el hueco que nos daba la meteo alcanzaba para poco más. A las 19h había previsión de 25/30 nudos y con rachas de más. Para esa hora queríamos estar seguros y bien amarrados a los árboles. 

La navegación fue increíblemente plácida: sol, una temperatura maravillosa, mar sin demasiada ola... y montones de delfines que durante horas jugaron con la proa del Alea





Fuimos comiendo millas hasta que algo más tarde de las 14h. el Cabo de Hornos se dibujaba clarito a nuestra proa


Fue un momento emocionante que cada uno vivió a su manera. Para algunos era un sueño perseguido durante mucho tiempo, para otros una etapa de un lindo proyecto de vida. Johan recordó a todos los navegantes que habían luchado por pasar el lugar que con tanta bonanza nos estaba tratando a nosotros, muchos de ellos dejando su vida en el intento. Yo recordé a tantos que nos habían pedido un recuerdo especial, algo que de algún modo los hiciera presentes en una travesía que nosotros hacíamos realidad también para y por ellos.

Felices

Celebrando 


Disfrutamos medio extasiados del momento y sin prisa, mecidos por los escasos 12 nudos de viento -por debajo de los prometidos- fuimos llenando las retinas de imágenes que guardar para siempre



Después de doblar el Cabo -de este a oeste, la opción menos habitual- nos dirigimos a Maxwell. La tripu me relevó de las tareas de amarrar a tierra y al ratito ya estábamos listos para afrontar la noche ventosa que nos habían pronosticado... y sopló de lo lindo

Bien amarrados a dos buenos árboles, sentíamos al Alea golpeado por una racha tras otra. A las 3h de la mañana nos levantamos a recoger el bimini que parecía querer salir volando y asegurar todas las cosas de cubierta susceptibles de salir por los aires.

El día siguiente la meteo se mantenía igual así que decidimos dedicar el tiempo a disfrutar de la caleta y pasear, trepar, remar...

El Alea minúsculo en su refugio


El capitán vigilando a la niña de sus ojos

El día a nuestras espaldas gris y racheado

felices otra vez (felices todo el rato)



por una vez creo que una imagen vale más que mil palabras. La naturaleza en estas latitudes es, sin más, maravillosa
Por la noche llegó al fondeo un barco de pesca; nos contaron que se dedicaban a recoger algas (buceando jornadas completas en estas aguas heladas)



Como siempre, un rato de charla y un trueque beneficioso para todos: ellos cigarrillos y vino, nosotros una estupenda ración de centolla que la tripu tuvo que preparar


Al día siguiente volvimos a madrugar, porque otro hueco en las previsiones nos daba la oportunidad de subir, menos relajados que al bajar... pero suficiente como para disfrutar y no sufrir, fue un día de vela -y frío- estupendo!






A buena hora aunque con el tiempo justo para la maniobra de los cabos (acabaron buscando árboles a tientas) llegamos a caleta Margarita que es sin duda tan bonita, protegida y genial como nos habían comentado otros navegantes. 


Al día siguiente el objetivo era claro: asadito conmemorativo de nuestro paso por Hornos y excursiones para los más activos

Capitán Barbacoa

No hay nada como tener tiempo para pasarlo bien!!
Aunque estábamos muy cerca de Williams, todos nos resistíamos a llegar, así que esa misma tarde aprovechamos un ratito de calma para cambiar de fondeo, a penas 4 millas más allá.

Como siempre que estamos en ruta hablamos con Miguel Urbieta a través de la onda corta para tener buenos partes de meteo, la conversación de esa tarde fue de las que hacen historia

-Miguel: Hola, que tal, hoy ha soplado todo el día por encima de los 40, ¿qué tal              el fondeo?
-Johan: Genial, no hemos notado ni una sola racha, todo supertranquilo.
- Miguel: eso es bueno, porque mañana sopla más todavía.
- Johan: ok, pero nos estamos moviendo de fondeo
- Miguel: ¡¿qué?! dices que estás en un sitio bien protegido y te vas????
- Johan: ejem, sí, bueno, es un poco raro... pero es por pasear.....

Siguiente parada: caleta Tres Mares. Más difícil atar a tierra, menos protegida que la anterior... pero bien bonita.


Dedicamos el día siguiente a los paseos, atravesando los bosques tan peculiares de la zona y llegando hasta Puerto Eugenia. Un día más que calificar como... perfecto


Bosque encantado

Martín Pesacador en proa!


Y como todo lo bueno, un día no nos quedó otra que volver para asegurarnos que el equipo podía tomar sus vuelos de regreso al "mundo real"

En el camino vimos más delfines, lobos de mar, al Logos dando testimonio de los peligros del mar, a cientos de pájaros...




Y os lo creáis o no, seguíamos encontrando formas de celebrar nuestro paso por el mítico cabo... esta vez en forma de empanada


Ya solo nos quedaba dejar constancia de nuestra navegación en el Micalvi; cinco meses viento banderas de otros que habían doblado Hornos y sin atrevernos a poner la nuestra para no ponernos medallas que aun no habíamos ganado, pero ahora sí, ahora el Alea es parte de la historia del lugar y ha dejado su huella en el bar más lindo del sur del mundo





Gracias a Nacho, Agustín y Lucho por poner tanta ilusión, alegría, risas y buen rollo al paseo. Hornos ha sido especial, la tripulación un regalo del cielo.

Mañana partimos hacia Puerto Montt, volvemos a las crónicas de radio... esperamos que sigáis acompañándonos!!!

5 comentarios:

nubeaguablog dijo...

¡¡Enhorabuena!!

Andrés dijo...

Enhorabuena.

Andrés dijo...

Enhorabuena.

Anónimo dijo...

Buenísimo! Miles de felicitaciones !!!

Sonia dijo...

Os acabo de conocer y ya sois un ejemplo a seguir para mi. Ojalá pueda algún día seguir vuestros pasos. Gracias por dejarnos soñar con vosotros.