(Este texto lo escribí en una terraza, con vistas al mar, en Becquia, el 31 de enero)
Estamos recorriendo el Caribe
¿es esto lo que nos esperábamos??
Bien, creo que lo bueno es que no esperábamos demasiado (para nosotros inicialmente era un paso para llegar a otro destino), además –ya nos vamos conociendo- nuestra tendencia es ver el vaso medio lleno, así que el resultado es que estamos encantados.
¿quiere esto decir que todo es de color de rosa? No, claro que no, pero la verdad… bastante rosadito sí que es
Estamos a finales de enero y la temporada de lluvias no ha terminado, así que no es extraño que un día sí y otro también nos pille un buen chaparrón
Pero … cuando vuelve a lucir el sol, el paisaje nos hace olvidar la lluvia
Habíamos leído que aquí el viento es constante, en dirección e intensidad: que siempre sopla del noreste entre 15 y 18 nudos. Pues bien, de momento sólo hemos dormido una noche sin el aullido del viento que sopla sin descanso siempre por encima de los 20 nudos, de día y de noche (hemos llegado a 35 más de una vez). Los fondeos se hacen a rato incómodos y entendemos que por las noches poca gente se anime a cenar en las bañeras de sus barcos
Pero… la temperatura es estupenda y mientras desde España nos llegan noticias de temperaturas bajo cero aquí estamos dejándonos acariciar por el sol
Con este viento –más norte de lo previsto y más fuerte de lo que esperábamos- navegar no siempre es placentero
Bordos y más bordos contra el viento hacen el camino largo
Pero la meta siempre recompensa con creces
También teníamos claro que lo de encontrar un rinconcito sólo para nosotros iba a ser medio imposible porque este es uno de los destinos más populares del mundo
Pero ¿qué importa compartir la belleza si es tanta que hay para todos?
El Caribe nos está resultando más caro de lo que pensábamos –y eso que no esperábamos que fuera barato- y además es difícil encontrar productos a los que estamos acostumbrados (nada de berenjena ni calabacín, un pimiento es una rareza y la carne siempre pollo –normalmente congelado, siempre muslo… y a mi me gusta la pechuga!!- y a veces con una pinta poco apetitosa; pero en cambio hemos descubierto productos nuevos (nos encanta una verdura que se llama calaloo) y nuestro frutero aromatiza el barco con su carga de mangos, pomelos, frutas de la pasión, papayas, bananas y más
Y el simple hecho de ir de compras puede convertirse en una distracción y un disfrute
He nadado casi tocando una tortuga majestuosa y eso para mí ha valido los 23 días de travesía, las jaquecas del viento que no para, las ceñidas pesadotas, la corriente que no nos quiere dejar avanzar a buen ritmo… ese fue un momento único acompañado de otros mil momentos especiales.
Como veis, el Caribe tiene sus más y sus menos, pero no os he contado todavía lo que para nosotros es lo peor.
Os escribo desde una terracita desde la que veo al Alea fondeado a través de un follaje de palmeras
Estamos en Admiral Bay, en Becquia (Grenadinas pertenecientes a Sant Vincent) donde llegamos ayer y de donde partiremos en un par de días. Desde aquí haremos una parada al norte de Sant Vincent antes de zarpar hacia Santa Lucía.
Hacia el norte aun queda mucho camino si queremos estar en las Vírgenes a mediados de abril y cruzar hacia Bermuda.
Esto –el tiempo- es lo que menos nos gusta; ¿recordáis nuestro paso por Grecia? Llegamos allí para cuatro meses y nos quedamos más de dos años. Es cierto que aquí nos limita la temporada de huracanes, pero hoy comentábamos que tal vez habría sido preferible dedicar una temporada sólo a Tobago/Martinica y la siguiente de Martinica a Vírgenes.
Me gusta esta bahía y me gustaría quedarme flotando una semana entera…
…………………………
Un mes más tarde (hoy es 29 de febrero), hemos encontrado supermercados franceses en los que hemos podido comprar pimientos, berenjenas y calabacines (además de todo tipo de quesos, pan recién horneado, etc, etc); hemos peleado contra el viento y la corriente hasta decir basta, hemos tenido el viento a favor y hecho alguna de nuestras mejores navegaciones, hemos dormido solos en un fondeo precioso y hemos estado en una bahía con más de mil barcos fondeados, hemos “sufrido” la celebración de carnaval y su música hasta las tantas, también nos hemos rencontrado con amigos también navegantes a los que no veíamos desde hacía años, hemos visto peces de mil colores, hemos hecho excursiones, hemos participado en barbacoas… pero seguimos corriendo hacia el norte.
¿el futuro?
El norte tira con fuerza de nosotros, tenemos muchas ganas de ir a Groenlandia, nos atrae como un imán, pero es cierto que ahí seguirá un año más tarde si decidimos quedarnos por estas latitudes para dedicarles algo más de tiempo y nos perdemos por Colombia o San Blas en Panamá y después hacemos ruta al norte descubriendo Centroamérica…
¿el futuro?
Estamos deshojando la margarita.
6 comentarios:
vamos que va a ser grecia capítulo II o III
pues a escribir capítulos chicos
besotes
olga
ME GUSTA LA INFORMACION QUE ENVIAN..GRACIAS.
VELERO ROCINANTE.LAS PALMAS DE GRAN CANARIA.
Como siempre, preciosa la crónica.
Creo buena idea que os lo toméis con calma.
Por otro lado, si estáis en los sitios o en una zona concreta más tiempo también será más fácil que la gente se organice para visitaros.
Un abrazo.
ESTEBAN
Y cuando el horizonte se desvanece,
Polaris sale a mi encuentro.
Soy hijo del Azul,
del manto estrellado comandado por Orión,
nacido de la estela refulgente
que deja mi barco,
cuando navega la sombra.
Aun cuando a veces
implore misericordia
no tengo miedo a vivir,
la noche me protege...
jm
silvi....que queda al sur de colombia? unas puertas abiertas.....con anita leimos tu ultimo blog....es lindo leerlos felices y tu princesa, si sigue leyendo, "posterga" los estoduos de arquitectura para tambien viajar jeje......un saludo y un abrazo de la familia ricchiardi hernandez....
te esperamos para ver monster inc 2 ciao y buen viaje!
Les recomiendo Colombia, Cartagena es una ciudad increíble, y las islas de Sán Andres y Providencia tienen todo lo necesario para disfrutar a pleno del Caribe
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