miércoles, 10 de junio de 2009

Catania y el Etna


Aprovechando nuestra larga estancia en Siracusa hemos hecho un par de escapadas a Catania: la primera navegando -con Yolanda- la segunda con un coche de alquiler -con Carlos y Piedad- ya que coincidió con la "ocupación" de la ciudad por el G8 y no nos dejaban abandonar la bahía navegando (bueno irnos sí... pero no nos dejaban volver!!)

Por mar, las ciudades están separadas por unas 33 millas, salimos por la mañana, sin demasiado viento aunque el suficiente como para desplegar las velas un ratito y que Yolanda pudiera sentir el gusto de ver al Alea con sus alas abiertas... sin embargo tuvimos que echar mano del motor para llegar!!

Eso sí, la navegación nos regaló una puesta de sol fantástica



y a la llegada nos esperaba un día sorprendentemente despejado con el Etna dándonos la bienvenida




En Catania hay hasta cuatro puertos en los que recalar... todos ellos a precios muy italianos (o sea, que parece que hay una tarifa nacional) aunque con pequeñas variaciones.

Nos habían dicho que había un muelle "en construcción" al que era posible amarrar sin pagar y allí pasamos la primera noche... no creo que sea buena idea dejar el barco ahí porque en cualquier momento pueden venir a decirte que no es lugar de amarre, pero vimos un velero que pasó dos días!

No vimos ningún lugar donde fondear con cierta seguridad -el tiempo no era todavía demasiado veraniego- y finalmente amarramos en puerto. De los cuatro que hay elegimos el YC3 Círcolo Náutico: no demasiado grande, luz, agua, baños... aceptable aunque algo caro porque a partir del 1 de abril ya se considera temporada alta (43 euros noche ya que conseguimos un descuentillo... ya que debíamos pagar 50 por nuestros 40 pies).

Catania es una ciudad que tiene su encanto en la parte antigua, con un gran mercado, callejuelas, iglesias... y una gran parte nueva mucho más comercial.

Nos comentaron que Catania se considera la ciudad negra en contraposición a Siracusa que es la ciudad blanca... la verdad es que a mí me pareció bonita y no entendía el adjetivo negro que siempre relacionamos con algo negativo; Catania es negra en el sentido más literal: nacida a los pies de un volcán utiliza la piedra de lava para sus construcciones y el negro es el color predominante, pero lejos de ser feo le da a la un aire especial!



Si hay algo que preside, predomina y atrae de Catania es el Etna y nosotros queríamos verlo desde todas las perspectivas.

Existe la posibilidad de tomar un trenecito que hace un recorrido por la falda del volcán partiendo de Catania y llegando al mar: es el circumetna. El precio del billete es de 6'5 euros y te puedes bajar y subir del tren tantas veces como quieras para conocer los pueblecitos que se encuentran en el recorrido; si madrugas tienes tiempo de hacer más paradas!! El último tren sale de la última de las estaciones a las 4'30 de la tarde.




Es como ir en un Busturistico pero en tren, agradable, lento, con vistas impresionantes




Por la noche disfrutamos de una rica cena a bordo y a dormir que al día siguiente tocaba estar descansados para madrugar y coger el bus y caminar y caminar...


Hay un autobús (6 euros) que hace un único recorrido diario (salida a las 8'30h desde la estación central de buses, regreso a las 16'30) y que te deja a los pies del volcán, el último punto en que se puede llegar con vehículo y donde hay un refugio, restaurante y la salida de un funicular que te lleva... más arriba

El precio del funicular es de 27 euros y te sube hasta un cráter más alto; desde ahí aun puedes tomar un 4x4 por 28 euros más y llegar al punto más alto

Nosotros optamos por el plan económico... caminando unas 3'30 o 4 horas llegas al punto en que termina el funicular; o caminando una horita visitas un cráter más próximo

El día que fuimos con Yolanda era soleado y el paseo fue espectacular; el día que fuimos con Carlos y Piedad ¡nevaba!!! y el paseo fue necesariamente más corto

En cualquier caso es una excursión que vale la pena, sin duda, de esas que hace que a la vuelta te des cuenta que has fotografiado lo mismo desde 100 perspectivas y de 200 ángulos y....... ¡qué bonito!!!
















El día que disponíamos de coche aprovechamos el camino de regreso para hacer una parada y comer un buen helado en Acci Castello -con unas preciosas vistas de Acci Trezzo-



Acci Trezzo


Acci Castello

De los dos regresos a Siracusa, el náutico nos regaló buen viento pero un mar de fondo importante e incómoda; sin embargo me encontré bien, el barco navegó perfecto y por primera vez pude pensar que así, abrazadita al capi en la bañera, agitada como un cocktel, me sentía plena y feliz (¡qué será lo mismo con sol y buena mar ??!). El regreso en coche no fue menos movido ya que las carreteras y los conductores italianos te hacen tener la adrenalina siempre a flor de piel.

y de nuevo en Siracusa para empezar a proyectar otra travesía larga... la que nos llevaría hasta Grecia!





martes, 2 de junio de 2009

Yolanda, la nombre one (y los dos, tres... y los que vendrán)

Pues sí, si el sueño del Alea es ir recibiendo amigos que quieran compartir tramos de esta aventura en cualquier lugar y en cualquier época del año, Yolanda ha sido la primera en hacerlo realidad

Yolanda vino a pasar unos días con nosotros en Sicilia; tras un vuelo tranquilito y una llegada a Catania divertidísima (tuvimos que hacer noche en un hostal y el chófer del autobús además de darnos de comer todo el rato unos ricos palitos casi nos lleva hasta la puerta) embarcó en el Alea -que estaba fondeado- tras un breve paseo en Aleita




Nunca había estado en un velero (bueno, sí, en el Alea "en construcción" y en seco) así que creo que todo le pareció un poco pequeño; nunca había navegado y la escora le produjo un poco de impresión pero no se mareó y se portó como una campeona ayudando con los winches cuando hacía falta, estrenó el pequeño restaurante "Chez Sylvie" y pudo disfrutar a nuestro lado de los delfines jugando con la proa, del sol escondiéndose en el horizonte, de los cafecitos en cubierta, de la vista impresionante del Etna al despertarnos por la mañana.


Con ella hemos sido turistas, hemos reído, subido montañas, charloteado sin prisas, descansado...

















Desde luego también "sufrió" el constante mecerse del barco, el tener que economizar el agua dulce a bordo, las estrecheces, la lentitud de un viaje a vela (habíamos hecho el trayecto de Catania a Siracusa en bus en una hora y media... y tras hora y media de navegación, Siracusa todavía se dibujaba perfecta a nuestra popa ¿te acuerdas????


Pero creo que valió la pena !!!


No te olvides que has sido la número uno pero que nos gustaría que fueras la número 100, la número 1000............ y recuerda que si algún día se te ocurre casarte te esperamos con tu chico para pasar la luna de miel a bordo!!!





Después de Yolanda vinieron Carlos y Piedi, con ellos vivimos el sitio de Siracusa, comimos hasta reventar (ellos cocineros y sin poder bajar a tierra), fuimos turistas, bebimos, reímos (muuuucho) y quedamos en repetir en cuanto se pueda











Los amigos número 4,5,6,7,8,9,.... ya están preparando la mochila para embarcar!! este veranito el Alea va a ser feliz !!!!!!!!!!!!

¿alguien más se anima???



PD. supongo que por las fotos habréis visto que todos los que nos acompañan acaban sometidos a un terrible estrés, jejeje

martes, 26 de mayo de 2009

Siracusa para navegantes

Marinas, precios y demás


Cerramos el capítulo de Siracusa con el ya clásico post informativo, especialmente para navegantes que se animen a visitarla.

Siracusa dispone de una bahía preciosa en la que fondear. Aunque hay lugar más cerca de la ciudad (Ortigia) con una profundidad de unos 8 metros, la guardia costiera nos invitó a situarnos más al fondo (con unos 5 metros bajo la quilla); más tarde, cuando éramos 21 veleros, la verdad es que había gente por todos sitios y nosotros nos quedamos relegados allí detrás, detrás... menos mal que somos naranjas y se nos ve sin problemas!!!

En Siracusa hay un puerto recreativo y otro que utilizan los pesqueros locales y en el que no vimos fondeado ningún velero. El recreativo -que está justo a las puertas de Ortigia- cuesta para una eslora de 44 pies 50€/noche y ofrece electricidad y agua pero no hay ni duchas ni aseos de ningún tipo!!! Eso sí, aquí podéis encontrar un surtidor de combustible para reponer los tanques, pero... dispone de un número de teléfono y tienes que llamar para concretar la hora en la que quieres que te atiendan ya que no hay un servicio continuado ni un horario fijo... muchos de los veleros que hemos compartido estancia en la bahía hemos optado por ir con bidones a la gasolinera normal (el precio, eso sí, era el mismo) en lugar de hacer todo el lío del teléfono...

Además están construyendo otro puerto recreativo pero las obras tienen previsto durar todavía un par de años más... un muro al que nos habían dicho que era posible amarrarse gratis es ahora el almacén de materiales y no está permitido poner ahí el barco.

Para acabar, un futuro muelle para ferrys o megayates que ha destrozado un bonito paseo con árboles centenarios que ahora quedan ocultos tras un muro aaaaalto de hormigón......................




Estando fondeado otro motivo de preocupación acostumbra a ser el agua. Cerca del puerto recreativo y del lugar en que dejábamos la auxiliar para pasear por la ciudad hay fuentes públicas y con el sistema del bidón todos los veleros íbamos en procesión para llenar!!!

Desde luego la solución más "elegante" es pasar la última noche en puerto y hacer agua y gasoil... pero son 50 euritos!!


En cuanto al lugar para dejar la auxiliar, los más populares son en el canal que une Ortigia al resto de la isla: bien entre los dos puentes o en un pequeño puerto de pescadores que hay a la izquierda pasado el primer puente... ideal para visitar la ciudad vieja; pero si lo que quieres es ir a los supermercados hay dos paradas posibles: en el muelle en el que atracan los barcos de pesca (fácil de identificar el lugar porque hay unas escaleras para subir) o en la playita, en un pequeño pantalán que pertenece a un Círculo náutica y en el que nos han acogido siempre con un OK y una sonrisa (aquí hay muy poco fondo y mucha vegetación!)

Bien, más cositas

Siracusa es popular entre los veleros que andan por esta zona porque dispone de hasta 4 grandes supermercados (Lidl, Ard, Familia...) y un Carrefour (para llegar a éste hay que andar mucho, pero mucho). Todo el mundo nos ha dicho que comprar en Grecia es más difícil y más caro; tendremos que comprobarlo pero por si las moscas hemos hecho acopio de leche, cervezas, vino (venden vino a granel en unos bricks de 5 litros que encontrábamos en todos los barcos y que ahora también encontraréis en el nuestro), arroz, pasta...

También, aunque no resultó fácil, encontramos donde reponer una de las dos botellas de campingaz que llevamos a bordo: al principio de lo que he llamado "calle de los supermercados" (si no recuerdo mal se llama Elorina) hay una tienda de productos para camping dónde puedes conseguir una botella llena; no siempre la tienen en el momento pero no hay que esperar demasiado (aquí en Argostoli desde donde escribo hoy ha sido más laborioso dar con el dichos gas!!)



Y solo queda hablar del precio de la compra... ahí van unas cuantas cifras:

una barra de pan 0,50€
un kg de pez espada 15€
un kg de pechugas de pollo deshuesadas 7€
un kg de naranjas 1,60€ (las mejorcitas, se podían comprar también por 1,20)
un kg de tomates 1,80€
un litro de leche 0,65€
un litro de vino a granel 1,40€
una cerveza en una terraza 1,5€
una pizza 8€
un helado estupendo -dos bolas- 1,70€
un billete de bus Siracusa-Catania (50km) 5 €
reponer el gas (3kg) 15€
peluquería (señoras) lavar, cortar y secar 34€



nos esperan nuevas experiencias, nuevas ciudades y pronto nuevos países!

lunes, 18 de mayo de 2009

Embobada... o embelesada, que es más fino

No sé si será una tendencia natural mía o si es algo que me pasa ahora que tengo tiempo, que a menudo no sé qué día de la semana es y que a penas si miro la hora en el reloj.

Sea como fuere, de un tiempo a esta parte, muestro una preocupante tendencia a quedarme alelada, embobada... un poquito ida

Me dí cuenta el día que fui a la lavandería. Me hacía mucha ilusión haber encontrado por fin una de esas lavanderías "self-service" en las que echas unas moneditas, el detergente y esperas a que la máquina haga el trabajo.

Las películas de Isabel Coixet me habían hecho soñar más de una vez con una de ellas: el tiempo de espera, el chico interesante que llega, la conversación extraordinaria... la verdad es que no pasó nada de eso (será que el chico interesante ya llegó hace rato a mi vida) pero en un momento dado me dí cuenta de que había dejado de pasar hojas del libro y estaba mirando cómo la ropa de la secadora subía dentro del carro de la máquina para desplomarse después, en un movimiento tan distinto al del centrifugado...




Así que me puse a pensar si había otras situaciones en las que entrara en un trance similar, y me dí cuenta de que es casi más el tiempo que me quedo extasiada que el que hago cosas "útiles"

Puedo pasarme largos ratos mirando las nubes





o esperando que llegue la puesta de sol para ver si ese día el agua se teñirá de rojo



o tendrá un color lila que yo habría creido imposible



en Siracusa he pasado horas viendo cómo los peces saltaban sin descanso ante mis ojos en cuanto caía el sol (hemos hecho concursos para ver quien "pescaba" la mejor foto!)





me vuelvo loca como una chiquilla cuando en una travesía nos vienen a visitar los delfines




cuando un pájaro decide descansar en nuestra jarcia




no me canso de ver cómo el sol se retira cada día... increiblemente bonito si es en una travesía, lejos de tierra




es como para no cerrar los ojos, para no pensar



cuando después de una noche de guardias, el día te saluda con un "tierra a la vista"



cuando la luna parece de mentira de lo grande y redonda que asoma por el horizonte



pero lo que realmente me fascina y me hace perder la sensación de espacio y de tiempo es contemplar al capi y poder navegar por la vida a su lado




Feliz cumpleaños Johan!!

sábado, 16 de mayo de 2009

Siracusa IV. Ciudad sitiada

Siracusa IV

Siracusa ocupada

En nuestra estancia en Siracusa hemos tenido la "suerte" de poder vivir en directo la celebración de una reunión del G8; cierto es que se trataba de una reunión sectorial -únicamente se trataban temas de medio ambiente por lo que había poca presencia de presidentes de Estado, sólo Ministros y especialistas- pero el despliegue de "seguridad" al que nos sometieron -a nosotros, a la ciudad- nos dejó completamente alelados... no sé que harían en caso de una cumbre de mayor importancia!!!

Dos días antes de la inauguración la ciudad empezó a llenarse de policía de todos los colores (no reírse pero vimos pasear hasta policía forestal) y cerraron -literalmente- la mitad de Ortigia (la ciudad antigua): policías apostados en las bocacalles vedaban el paso a cualquiera que no tuviera un especial pase de residente.

Vimos a varios veleros que intentaban llegar a la bahía para fondear y barcos de guerra (lo siento, pero no se me ocurre otra forma de llamarlos) les cerraban el paso y les impedían entrar... debían seguir camino hacia Augusta o Catania.




El día en que empezó el G8 se nos prohibió abandonar el barco sin autorización. El procedimiento era el siguiente:
1.- llamar a la autoridad portuaria y solicitar permiso para ir a tierra
2.- conseguido el permiso, esperar a que una lancha de la guardia costiera viniera a escoltar la auxiliar.
3.- llegados a la zona de puerto, la guardia costiera se retiraba y nos escoltaba una lancha de la policía local.
4.- el primer día podíamos amarrar en la marina y visitar la parte no clausurada de la ciudad; el segundo nos obligaban a que una persona se quedara en la auxiliar mientras la otra podía ir a pasear (ese día caían chuzos de punta, una lluvia inclemente que no les ablandó el corazón... compramos unos pastelitos y volvimos a tomar el café a bordo del Alea!!).

El tercer día de reunión -el importante- NO podíamos bajar a tierra. Teníamos visita y pensamos alquilar un coche para ir al Etna (en Catania, a 50 km) y nos informaron que si dejábamos la ciudad no podríamos volver hasta el día siguiente porque se cerraba la ciudad al tráfico dejando pasar únicamente a residentes.

Desde el fondeo es posible amarrar en un pequeño pantalán -en el lado opuesto de la ciudad- de un círculo náutico que está en un lugar en que es fácil el acceso a los grandes supermercados... pensamos que era una buena vía de escape!!! Pudimos bajar sin ser interceptados... pero el acceso a la carretera estaba cortado: habían obligado a todas las empresas a cerrar las vallas que dan acceso de la playa a la carretera; encontramos por donde pasar pero la carretera estaba infectada de policías!!!



Ese "gran día" vimos llegar cientos (no es una forma metafórica o hiperbólica de hablar... cuando digo cientos quiero decir cientos) de tanquetas antidisturbios.

Dijeron que había una manifestación con unos 10.000 participantes (nosotros no, desde luego, porque no podíamos llegar al lugar en que se desarrollaba), cosa que nos generó muchas preguntas

si la ciudad estaba tomada desde hacía una semana y ni nosotros -pacíficos cruceristas- podíamos llegar a ella ¿cómo lo hicieron los 10.000 manifestantes???? ¿puro teatro??? ¿hacían pases especiales de manifestante colegiado????

si el derecho de manifestación es un derecho reconocido ¿por qué no podíamos entrar en la ciudad, por qué no podíamos manifestarnos??

¿no era ese un buen día para robar un banco en el pueblo más cercano en el que no debía quedar ni el que pone las multas de aparcamiento?

Leímos en un periódico que todo ese despliegue de seguridad era para defender a la ciudad de los peligrosos anti-sistema

ahhhhhh!!

ahora estamos más "tranquilos" y nos sentimos más "seguros" ...............................................



domingo, 10 de mayo de 2009

Siracusa III. Vivir fondeados.

Siracusa III. Vivir fondeados.

Hasta ahora todas las estancias largas en una ciudad las habíamos hecho en puerto y lo cierto es que hasta Malta ni siquiera sacamos la auxiliar -nuestra Aleita- de su bolsa!!

Todo el mundo nos había explicado que Siracusa es un fondeo ideal: una bahía amplia y bien protegida, una ciudad acogedora, supermercados donde aprovisionarse a buen precio y facilidad para dejar la auxiliar cerca del centro.





Llegamos -esta vez de día- a una bahía que esperábamos ver atestada de veleros fondeados... pero no había ni uno !! Fuimos a la guardia costera a consultar cuál era el lugar indicado para el fondeo y hacia allí que nos fuimos.



Para ir a tierra utilizamos la auxiliar. Es divertido -a mí todo lo nuevo me parece divertido y desde que salimos casi todo es nuevo- pero no me atrevo ni a arrancarla ni a manejarla... así que Johan me da unos días de gracia y después empieza el cursillo intensivo: arrancar me cuesta (cuestión de fuerza y de saber aplicarla) pero las maniobras cuando llegamos al pequeño puerto pesquero donde la dejamos son el primer día una verdadera tortura que me lleva al borde de las lágrimas (me muevo sin mucho control porque lo de poner punto muerto a la vez que hago otra cosa me desborda, no controlo para nada la dirección y giro demasiado o no giro en absoluto) pero como todo esfuerzo tiene su premio a día de hoy no soy demasiado buena pero ya me puedo mover con el trasto.


Ya veníamos advertidos de que aquí las auxiliares vuelan con facilidad de modo que venimos preparados con cadena y candados y cruzamos los dedos para que no desaparezca mientras callejeamos por Siracusa...



El robo de auxiliares parece una cosa habitual. Estando aquí a Bill le robaron la suya (nueva, 3m y un fueraborda de 10hp) y después de denunciarlo se dedicó a dar vueltas por el pequeño puerto que hay en la otra cara de Ortigia (sabíamos que allí aparecen de nuevo muchas veces) y la encontró pero sin fueraborda que es lo que realmente buscan los amigos de lo ajeno. Tom y Liz -de esto hace unos meses- tuvieron más suerte y la encontraron completa, seguramente unos chiquillos que quisieron darse un paseo. A Olivier se la robaron hace unas semanas estando fondeados en Malta... en todos los casos no tenían cadena, pero como todas las precauciones son pocas nosotros la subimos a bordo todas las noches y la dejamos bien atadita!



A penas un par de días después, fondeaba junto a nosotros el Argonauta con Diane y Bill a bordo; los conocimos en Monastir y nos alegra nuestro primer reencuentro; no mucho después llega el Champagne con Andy y Kathy, ya somos una pequeña familia.

Nosotros nos vamos unos cinco días a Catania con el Alea y a la vuelta el equipo se ha ampliado con el catamarán de Bill, Simba y empieza lo que será una intensa semana de vida social: cerveza en tu barco, charla en el mío, cena en el otro...........................

Y la popa del velero se convierte en un parking en toda regla




Cada uno de los que viene trae alguna cosilla (una ensalada, un vino, un postre) y en un plis plas se organiza la fiesta. Y la noche se nos hace corta entre tanta risa y tanto vinito.




Poco a poco se fueron los tres veleros y nosotros nos quedamos a la espera de unos amigos que nos iban a regalar unos días de su presencia a bordo... y en este tiempo la bahía se fue llenando de barcos, incluido un buque escuela que nos sorprendió una mañana con su estupenda estampa




En su mayoría conocidos de nuestros días en Monastir y en Malta y es que se nota que los alquileres invernales de amarre llegan a su fin y empieza la temporada de navegar


Hemos llegado a ser 21 veleros fondeados. Es simpático observar cómo se van agrupando por nacionalidades: aquí los suecos y noruegos, allí los holandeses, un poco más allá los franceses, los de bandera británica en esa esquina.............

Siempre es fácil encontrar a franceses, británicos y holandeses. Holandeses hay muchos; aquí han llegado a ser ocho al mismo tiempo (con lo pequeñito que es el país... Johan dice que por eso viajan tanto, porque no caben, jeje) y sin embargo los españoles siguen brillando por su ausencia.

Hace un par de días llegó un catamarán con la primera bandera española que hemos visto ondear en los últimos casi seis meses; cuatro amigos que iban rumbo a Grecia y con quienes a penas tuvimos tiempo de compartir una cerveza porque a penas hicieron aquí una noche, pero alcanzamos a ver que llevan una pata de jamón a bordo así que estoy segura que volveremos a encontrarnos... por el olorcillo podré ir siguiéndolos!!!!!!!!!!

En cuanto a las diferencias de vivir fondeados y amarrados en puerto, para mí la principal es la de la comodidad de llegar a tierra; depender de la auxiliar es algo nuevo pero como cada día la bajamos por la mañana es como vivir en una casita en la montaña y depender del coche para cualquier cosa. No estamos conectados a la electricidad de 220v pero las placas funcionan fenomenal (sólo me tengo que olvidar por ejemplo de pasar la aspiradora) y con los 380l de agua que llevamos podemos pasar sin problemas un mes.

Me gusta que el barco se meza en el mar todo el tiempo, me gusta mirar los peces que cuando llega la tarde no paran de saltar, me gusta ver las puestas de sol sin estar pegadita a otros barcos en un amarre, me gusta estar fondeada!




También es verdad que a ratos el viento sopla con fuerza y aparece el miedo a garrear... pero esta es suficiente materia para otro capítulo